Cantaora cabal

?Qu¨¦ cantaora tan seria es a veces Carmen Linares! Cuando coge el cante por derecho, se concentra en ¨¦l y lo desarrolla cabalmente, hasta sus ¨²ltimas consecuencias. Fue algo de lo que hizo el domingo pasado en los Jardines de Sabatini.

Sobre todo en algunos palos estuvo inconmensurable. Cartageneras, grana¨ªnas, soleares, siguiriyas. Fueron estilos en los que brill¨® la cantaora con luz propia, haciendo verdaderas creaciones. Cantando, a veces, al borde ¨²ltimo de sus posibilidades, all¨ª donde la voz se acaba por la falta de poder para darle un m¨ªnimo aliento m¨¢s. Ah¨ª es cuando Linares nos da realmente la medida de su arte como flamenca de ley. Lo que no quiere decir que todo fuera perfecto. Tuvo sus fallos, peque?os pero los tuvo, por ejemplo el no rematar por completo alguno de los cantes que hizo.

Acompa?¨® a Linares -?por primera vez?- Chicuelo, el reconocido guitarrista catal¨¢n. Hizo verdaderas locuras con su instrumento. Por soleares, por grana¨ªnas..., hizo un acompa?amiento de maestro, con una verdadera labor creativa sin parang¨®n posible. Su guitarra son¨® de maravilla, sonora y terminante, en una labor de incesante inspiraci¨®n para la cantaora. As¨ª se toca la guitarra para acompa?ar el cante, con ese sonido envolvente y dinamizador, que da pautas al cante.