"Soy un artista torturado, no puedo ser un 'play boy"
Mediod¨ªa en un local madrile?o amplio y cl¨¢sico: caf¨¦ aguachirri y pincho de tortilla mazacote.
Pregunta. ?C¨®mo se llega de Cabez¨®n de la Sal a Hollywood?
Respuesta. ?No lo s¨¦, no podr¨ªa repetirlo! Supongo que rode¨¢ndome de gente capaz, con mucho talento, como la que trabaja conmigo. ?He quedado bien con esta respuesta, no?
P. Perfecto. Y de Hollywood a Cabez¨®n, ?c¨®mo se vuelve?
R. Despu¨¦s de la experiencia del Oscar estaba en un puro estr¨¦s cl¨ªnico, tan agotado que volver al pueblo se convirti¨® en mi ¨²nico objetivo.
P. ?Y qu¨¦ tal le recibieron?
R. Mi necesidad de paz se vio truncada. Hubo fiestas y estuve en varios actos. Ahora creo que me van a dar una medalla.
P. ?Y liga m¨¢s despu¨¦s de haber conocido el ¨¦xito repentino en la meca del cine?
R. No, no ha cambiado significativamente mi vida sexual. ?Adem¨¢s soy un artista torturado, no puedo ser un play boy! Si completase todas mis tensiones sexuales, mis pel¨ªculas ser¨ªan una mierda.
P. ?Su nuevo corto es tan freaky como 7.35 de la ma?ana?
R. Me gustar¨ªa pensar que s¨ª. Dura poco, 10 minutos, pero creo que es imprevisible, estrepitoso y sorprendente.
P. ?De qu¨¦ va?
R. Es una tragedia, y estoy muy orgulloso porque es un cortometraje corto.
P. Valga la redundancia...
R. Es muy importante tener un acto de caridad con el p¨²blico ahora que est¨¢n de moda los cortos largos.
P. Ya, pero ?de qu¨¦ va?
R. Es complicado contarlo. Me gusta complicar las cosas para que luego resulten lo m¨¢s sencillas posibles. Me gusta que los cortos sean a la vez agridulces y f¨¢ciles de masticar. Eso es un reto para el autor.
P. Bien, bien y trata de...
R. Se desarrolla en una pista de coches de choque subterr¨¢nea. Est¨¢ en la Gran V¨ªa. Si vamos ahora est¨¢ vac¨ªa, pero los domingos por la tarde est¨¢ llena de cr¨ªos, hijos de emigrantes, latinoamericanos, del Este europeo, chinos... Es una historia de desamor, una pareja que se rompe en los coches de choque.
P. Hacerse cin¨¦filo y cineasta en Cabez¨®n de la Sal, ?fue f¨¢cil?
R. ?Yo no tengo conciencia de haber querido ser cineasta! Hab¨ªa un cine en Cabez¨®n, el Avenida, pero s¨®lo daban pel¨ªculas S y kung-fu. Hubo una temporada que pon¨ªan espa?olas tipo El crimen de Cuenca o El caso Almer¨ªa. Me espeluznaba s¨®lo ver los afiches.
P. ?Qu¨¦ cine ve¨ªa, entonces?
R. ?bamos a Santander en tren y era una cosa muy especial. Y a veces iba en verano a Vitoria, todav¨ªa recuerdo el estreno de Depredador, fue un acontecimiento para m¨ª.
P. No es usted el t¨ªpico cin¨¦filo pedante, vaya.
R. No. No tuve una educaci¨®n cin¨¦fila, aunque tengo directores que luego me han ido gustando mucho: David Lynch, Robert Altman, ahora John Frankenheimer, Terence Fisher, por no citar Hitchcock y Ford.
P. ?Qu¨¦ hac¨ªa entonces?, ?leer?
R. Eso s¨ª. Siempre. Literatura fant¨¢stica y cl¨¢sicos, Stephen King y Stevenson... Y c¨®mics, son mi perdici¨®n.
P. Y cuando lee, ?piensa en im¨¢genes?
R. S¨ª, pero lo que me gusta sobre todo es organizar la estructura. Cuando leo un libro me gusta reestructurar el ritmo, reconvertirlo, pensar c¨®mo funcionar¨ªa como serie de televisi¨®n.
P. ?Tanto le influy¨® la televisi¨®n? ?Qu¨¦ ve¨ªa de ni?o?
R. El equipo A, V... Es ahora cuando la tele tiene la mayor sofisticaci¨®n de la imagen, sobre todo en las series modernas, 24, Los Soprano. Mi sue?o es hacer una.
P. ?M¨¢s que un largometraje?
R. Un largo es m¨¢s factible en este pa¨ªs, porque tienes una parcela de libertad mucho mayor. La televisi¨®n en Espa?a est¨¢ sujeta a modelos m¨¢s f¨¦rreos.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le gusta de hacer cine?
R. Acabarlo, como dec¨ªa Sergio Leone. Los procesos son lentos, l¨¢nguidos, desesperantes. Lo m¨¢s bonito es el ¨²ltimo "corten".
P. O sea, que lo que menos le gusta de hacer cine es hacer cine.
R. ?Exacto!
P. ?Y actuar? Porque usted es actor tambi¨¦n. ?Qu¨¦ prefiere?
R. Las dos experiencias son tenebrosas. El director debe estar bien por fuera, el equipo debe verte siempre entero, tienes que mantener el tipo como en las pel¨ªculas b¨¦licas. Tienes que ser buen actor para ser buen director.
P. ?El director es Dios?
R. Dios y el ¨²ltimo esclavo, tiene que vivir con esa esquizofrenia.
P. ?Tiene alg¨²n manifiesto preparado, como los del Dogma?
R. Manifiesto tengo, pero no el atrevimiento de escribirlo.
P. ?Primer mandamiento?
R. Narrar por encima de todo, incluso de mi lucimiento.
P. ?Y del de los actores?
R. Me gusta que la interpretaci¨®n no valga por s¨ª misma, que sirva para encajar la historia. No creo en las pel¨ªculas "de actores". El m¨¢s m¨ªnimo gesto debe estar al servicio de la historia.
P. Los de su generaci¨®n, ?tienen conciencia de serlo?
R. Tenemos una cosa en com¨²n: no nos gusta lo que vemos. El cine que se hace ahora no nos satisface con la frecuencia necesaria. Somos un poco arrogantes, y chulos tambi¨¦n, pero eso es fundamental para hacer cosas diferentes.
P. ?Tras Almod¨®var, el desierto?
R. Algo de eso hay. ?Es que es muy dif¨ªcil combinar las dos cosas que ¨¦l tiene? Pegar sopapos y llegar al gran p¨²blico es muy complicado.
El empuje del novato
Es actor, director y guionista. Ha rodado un corto que se qued¨® a las puertas del Oscar. 7.35 de la ma?ana se titulaba, y cuando le ves desayunar a las dos de la tarde con cara de haber salido de la cama 10 minutos antes, se te ocurre pensar: ?sabr¨¢ ¨¦ste lo que pasa a esas horas? Pero Nacho Vigalondo, el rey de Cabu¨¦rniga -naci¨® en Cabez¨®n de la Sal hace 27 a?os-, va bien despierto por la vida. Tiene un blog, ha terminado otro corto en una pista de coches de choque y, m¨¢s que rodar un largometraje, que lo har¨¢, ambiciona una serie de televisi¨®n.
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