El ojo y la viga
Tal vez el ¨²nico que haya mostrado en las filas del PP un poco de sentido com¨²n en los ¨²ltimos meses haya sido Josep Piqu¨¦. Creo que tiene raz¨®n, por propia higiene partidista; es necesario dar entrada a nueva savia, a sangre joven que dignifique un poco la oposici¨®n.
En los ¨²ltimos d¨ªas asisto, tremendamente hastiado y asqueado, al lamentable espect¨¢culo al que me tienen (nos tienen) acostumbrados nuestros pol¨ªticos (salvo honrosas excepciones).
Parece que siempre son los mismos (perdedores en lo m¨¢s hondo de su moral) los que se frotan las manos cuando hay muertos de por medio. El Partido Popular quiso tapar la chapuza del Yakovlev 42, mintieron como bellacos (seg¨²n la comisi¨®n de investigaci¨®n) con la masacre del 11-M y ahora vuelven a intentar sacar tajada, como siempre, de los muertos; eso s¨ª, siempre y cuando los muertos los pongan los dem¨¢s, los que no pertenecemos a la casta de los intocables, a la casta parlamentaria.
Yo tambi¨¦n estoy de acuerdo en que el presidente debi¨® acudir a donde hiciera falta, que se han de depurar todas las responsabilidades pol¨ªticas y que se ha de investigar con todas sus consecuencias. Lo que el PP olvida a?adir es la coletilla "no hagan como nosotros, no tapen, no obstruyan, no mientan a las familias como lo hicimos nosotros, investiguen y depuren responsabilidades, y no como nosotros".
Al menos, en esta horrible tragedia, alguien con responsabilidad pol¨ªtica ha tenido la decencia de dimitir.
En el asunto del Yakovlev debo recordar que Aznar no pis¨® tierras turcas, no se investig¨® absolutamente nada, se minti¨®, se ocult¨®, se hicieron identificaciones chapuceras, etc¨¦tera. Nadie ha asumido ninguna responsabilidad. Ni siquiera el ¨ªnclito Trillo, m¨¢ximo responsable de Defensa a la saz¨®n, sab¨ªa nada de la porquer¨ªa de avi¨®n que se alquil¨® para transportar a nuestros soldados. De Aznar s¨®lo obtuvimos la est¨²pida frase "dejen en paz a los muertos".
Como espa?ol, demando y exijo a estos pol¨ªticos o "asalariados de lujo", sean del color que sean, que desempe?en su trabajo con algo m¨¢s de dignidad y algo m¨¢s de respeto, y, si no es mucho pedir, con un poquito m¨¢s de educaci¨®n; ya s¨®lo sus fabulosos sueldos les obligan a ello.
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