Nadal puede tambi¨¦n con Agassi
El espa?ol gana su primer t¨ªtulo en pistas duras y consolida sus opciones para el Open de EE UU
Por si alguien ten¨ªa dudas, Rafael Nadal se encarg¨® de disiparlas. No hay superficie capaz de frenar al tenista espa?ol. A sus 19 a?os, s¨®lo la hierba de Wimbledon consigui¨® pararle, y all¨ª mismo se propuso construir una pista con esta superficie en Mallorca para acabar ganando incluso en la catedral. Las pistas duras, en cambio, no parecen ya un obst¨¢culo para el manacor¨ª, que ayer se impuso tambi¨¦n a Andre Agassi en la final del Masters Series de Montreal por 6-3, 4-6, 6-2 en 1 horay 58 minutos, y se anot¨® as¨ª su primer t¨ªtulo fuera de la tierra batida.
Fue un nuevo aviso de lo que puede ocurrir dentro de tres semanas en el Open de Estados Unidos, que se disputar¨¢ en Nueva York. El primer telegrama lo mand¨® ya el pasado mes de abril desde Miami, donde no s¨®lo lleg¨® a la final, sino que incluso lleg¨® a dominar por dos mangas a cero al n¨²mero uno del mundo, Roger Federer, antes de perder. Sin embargo, todo aquello qued¨® eclipsado por el nivel de tenis que desarroll¨® en la temporada de tierra batida. All¨ª fue el mejor, el incuestionable hombre a batir. Logr¨® una racha victoriosa de 34 partidos que le permiti¨® no s¨®lo proclamarse campe¨®n de Roland Garros, su primer Grand Slam, sino tambi¨¦n de otros muchos torneos: Costa do Sauipe, Acapulco, Montecarlo, Barcelona, Roma, Roland Garros, Bastad y Stuttgart.
Entonces, ya todo el mundo reconoci¨® que iba a marcar el futuro del tenis mundial. Le cayeron elogios por todas partes y especialmente de algunas leyendas como John McEnroe, Jimmy Connors, Mats Wilander, Boris Becker. "Pero debe mejorar a¨²n su saque y habr¨¢ que verle en superficies r¨¢pidas", agregaba alguno de ellos. Cuando lleg¨® a Wimbledon le persegu¨ªa toda la parafernalia propia de un gran campe¨®n. Y cuando perdi¨® en la segunda ronda ante el alem¨¢n Gilles Muller, ¨¦l fue el primero en lamentarse: "Hay aspectos de mi juego que debo mejorar. Pero lo har¨¦".
Uno de esos aspectos era precisamente el saque. Hab¨ªa estado trabajando en ese golpe toda la temporada. Y los resultados comenzaron a salir poco despu¨¦s. Cuando esta semana lleg¨® a Montreal, llevaba ya 51 juegos consecutivos sin ceder su saque. En semifinales lo perdi¨® ante el franc¨¦s Paul-Henri Mathieu (63? mundial), antes de vencerle por 6-4, 7-5.
Y fue as¨ª como entr¨® en la final de un torneo que se le hab¨ªa puesto de cara desde que venci¨® a Carlos Moy¨¤ en la primera ronda. Sin embargo, en la disputa del t¨ªtulo ten¨ªa enfrente a un verdadero hueso: Andre Agassi. "Me gusta jugar contra ¨¦l porque es uno de los mejores tenistas de la historia", desliz¨® como pre¨¢mbulo de aquel importante partido. Pero cuando entr¨® en la pista no pareci¨® que nada le afectara. Parec¨ªa un toro desbocado, un torbellino de energ¨ªa lanzado hacia la victoria. Arroll¨® en la primera manga. Y s¨®lo el gran nivel de resto, la profundidad de sus golpes y la confianza en si mismo, permiti¨® a Agassi arrebar a Rafa la segunda manga del torneo.
Si aquello era un duelo generacional, los veteranos demostraron el porqu¨¦ de su longevidad. Agassi, que gan¨® su primer t¨ªtulo en 1987 cuando Nadal ten¨ªa s¨®lo un a?o, tiene ahora ocho t¨ªtulos del Grand Slam y otros 52 en su palmar¨¦s. Es uno de los m¨¢s grandes. Pero tiene 35 a?os. Y eso no lo para ni siquiera Gil Reyes, su preparador f¨ªsico. Nadal fue un exceso para ¨¦l en la manga final. Y parece claro que su tenis puede permitirle tomar el relevo de Manuel Santana (1965) y Manuel Orantes (1975), los ¨²nicos espa?oles campeones del Open de Estados Unidos.
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