Un protocolo aprobado este a?o regula la identificaci¨®n y repatriaci¨®n de los cuerpos

La identificaci¨®n, repatriaci¨®n y entierro de los 17 militares espa?oles muertos ayer en Afganist¨¢n seguir¨¢ el Protocolo de Identificaci¨®n de V¨ªctimas de misiones en el extranjero, en vigor desde el 15 de enero pasado. Los familiares podr¨¢n comprobar la exactitud de las identificaciones una vez que los cuerpos se encuentren en Espa?a, seg¨²n recoge el decreto. La norma se aprob¨® a ra¨ªz del caso del Yak-42, el accidente a¨¦reo en el que fallecieron 62 militares en Turqu¨ªa. Los forenses espa?oles erraron al identificar los 30 cad¨¢veres que analizaron. Los m¨¦dicos turcos identificaron correctamente a los otros 32.

Los errores en la identificaci¨®n de los cuerpos de 30 de los 62 militares espa?oles muertos al estrellarse en Turqu¨ªa el Yakovlev-42 ucranio que los trasladaba a Espa?a desde Afganist¨¢n, en mayo de 2003, centraron la comparecencia del ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, ante el Congreso de los Diputados el 21 de octubre de 2004. Bono anunci¨® ese d¨ªa la elaboraci¨®n de un Protocolo de Identificaci¨®n de V¨ªctimas que regir¨¢ ahora la recuperaci¨®n, identificaci¨®n, repatriaci¨®n e inhumaci¨®n de los restos de los 17 militares fallecidos ayer en Afganist¨¢n.

Cuando ocurri¨® la tragedia del Yak-42 y los errores que la siguieron el popular Federico Trillo-Figueroa era ministro de Defensa. Las claves del protocolo impulsado por Bono afectan sobre todo al proceso de identificaci¨®n, donde los equipos espa?oles fallaron entonces clamorosamente.

El protocolo obliga a tomar muestras de ADN y sangre a todos los fallecidos en accidente durante misiones militares en el extranjero. Las radiograf¨ªas de la arcada dental y la toma de huellas dactilares deber¨¢n acompa?ar tambi¨¦n, siempre que sea posible, a esa recogida de pruebas.

Para evitar lo ocurrido con el Yak-42, donde existieron esas muestras de ADN, por ejemplo, pero no se consider¨® necesario analizarlas, el decreto estipula ahora que los "an¨¢lisis m¨¦dico- forenses" deber¨¢n corroborar siempre los resultados de las investigaciones.

Dicha normativa establece, sin embargo, que una vez recuperados los cad¨¢veres, la investigaci¨®n sobre la identidad de los fallecidos deber¨¢ atender tambi¨¦n a "los indicios materiales y testimonios personales", as¨ª como los efectos personales y la documentaci¨®n encontrados en el lugar del suceso. Todo ello deber¨¢ tenerse en cuenta desde un principio, por m¨¢s que los an¨¢lisis cient¨ªficos tengan que confirmar los resultados.

La precisi¨®n no es gratuita, habida cuenta de que las equivocaciones en el caso de los militares muertos en Turqu¨ªa no s¨®lo se debieron a que no se analizaron las muestras de ADN. Los errores tambi¨¦n derivaron de que no se comprobaron signos externos evidentes como alianzas, relojes o el color de la piel. Antes de saber por el ADN que la identidad de un soldado no correspond¨ªa al del enterrado en su nombre, se hab¨ªa descubierto, por ejemplo, que el reloj devuelto por el Ministerio de Defensa a su familia tampoco era el suyo.

18 documentos

Una vez concluidas las labores de identificaci¨®n en el extranjero, que no deber¨¢n durar m¨¢s de siete d¨ªas, dice el texto, el "resultado de las pruebas deber¨¢ reflejar claramente el grado de certeza de la identificaci¨®n y la necesidad o no de completarla en territorio nacional". Repatriados los cad¨¢veres y concluida esa labor de investigaci¨®n, los familiares dispondr¨¢n de 48 horas para comprobar la exactitud de las identificaciones. "En caso de manifestar su desacuerdo, se llevar¨¢ a cabo un nuevo proceso de identificaci¨®n", afirma el protocolo. El entierro, en todo caso, necesitar¨¢ de la "conformidad de la familia", adem¨¢s de la expresa autorizaci¨®n judicial.

El protocolo prev¨¦ igualmente que los familiares reciban apoyo psicol¨®gico y m¨¦dico por parte de las autoridades. El Ministerio de Defensa o, el del Interior, si se trata de agentes de polic¨ªa, correr¨¢n con los gastos que se deriven del procedimiento.

Todo el proceso debe quedar recogido en una serie de documentos e informes, 18 en total, que van desde el parte de baja por parte del jefe de la unidad al jefe de la fuerza, hasta la autorizaci¨®n del sepelio por parte de la autoridad judicial correspondiente. Se trata de evitar as¨ª que se repita la repatriaci¨®n de los cad¨¢veres del Yak-42, realizada sin documentaci¨®n. Los equipos m¨¦dicos de la OTAN, bajo cuyo mandato est¨¢n desplegadas las tropas espa?olas, iniciaron ayer el rescate de los cuerpos.