La excarcelaci¨®n de presos por delitos de terrorismo
El autor sostiene que la liberaci¨®n de los presos del IRA y de otros grupos terroristas norirlandeses se ha revelado como ineficaz, al alimentar una l¨®gica que conduce a una peligrosa legitimaci¨®n de la violencia
La excarcelaci¨®n de los presos por delitos de terrorismo en Irlanda del Norte se justific¨® como una medida necesaria para la pacificaci¨®n y la normalizaci¨®n. Sin embargo, la impunidad pol¨ªtica, jur¨ªdica y moral que ha garantizado dista mucho de haber favorecido dichos objetivos. En realidad, pol¨ªticos y responsables del sistema penitenciario que la defendieron en su d¨ªa han llegado a reconocer cuan contraproducente ha sido.
La excarcelaci¨®n vino precedida de una eficaz propaganda pol¨ªtica a trav¨¦s de la cual se extendi¨® la creencia de que no era realista que las organizaciones terroristas mantuvieran sus treguas mientras los presos permanec¨ªan en la c¨¢rcel. Esta err¨®nea asunci¨®n ignoraba los motivos que hab¨ªan llevado al IRA, el m¨¢s sangriento de los grupos terroristas norirlandeses, a decretar el final de su violencia. El convencimiento en torno a la ineficacia de su campa?a terrorista hab¨ªa sido interiorizado por activistas y dirigentes de manera que la reanudaci¨®n de la misma dej¨® de ser una opci¨®n ¨²til para el grupo. Incluso en el caso de haberse rechazado la excarcelaci¨®n tal y como se acometi¨® es muy probable que el IRA tampoco hubiese retomado una violencia que generaba tantos costes pol¨ªticos y humanos para su entorno, incluido el Sinn Fein. Obs¨¦rvese c¨®mo la suspensi¨®n de la limitada autonom¨ªa norirlandesa desde 2002 y los supuestos agravios e injusticias que el IRA y el Sinn Fein todav¨ªa siguen denunciando hoy tampoco han provocado una reactivaci¨®n de la campa?a terrorista.
Pol¨ªticos y responsables penitenciarios reconocen lo contraproducente que fue liberar a los presos
Mucho m¨¢s pragm¨¢tico hubiese resultado condicionar la excarcelaci¨®n al desarme
Por tanto, como el tiempo ha demostrado, mucho m¨¢s pragm¨¢tico hubiese resultado condicionar la excarcelaci¨®n al desarme y a la desaparici¨®n de los grupos terroristas, exigencias ¨¦stas que siguen sin ser satisfechas. De ese modo, la presi¨®n que llev¨® al IRA a aceptar el final de sus acciones pese a no haber conseguido sus aspiraciones pol¨ªticas se habr¨ªa mantenido sirvi¨¦ndole de incentivo para obtener la salida de sus presos, si bien ¨²nicamente en un escenario diferente al existente ahora en la regi¨®n. Es decir, los incumplimientos constantes de principios democr¨¢ticos b¨¢sicos por parte del Sinn Fein durante los ¨²ltimos a?os hubiesen sido sancionados con la negaci¨®n de beneficios penitenciarios a los miembros de una organizaci¨®n terrorista que s¨®lo cede en su maximalismo cuando se ejerce presi¨®n sobre ella, como expone el comunicado del pasado mes de julio en el que el IRA ordena el fin de sus actividades. En cambio, la excarcelaci¨®n anticipada ha minado considerablemente la confianza de los partidos democr¨¢ticos y de la sociedad en un sistema que ha favorecido a quienes han amenazado con subvertirlo. La polarizaci¨®n pol¨ªtica y social que as¨ª se ha generado es evidente, dando lugar a una situaci¨®n de bloqueo de las instituciones auton¨®micas sin visos de soluci¨®n.
Tan adversas consecuencias pol¨ªticas surgen porque la excarcelaci¨®n anticipada afecta a los pilares b¨¢sicos en los que deber¨ªa sustentarse la resoluci¨®n de un conflicto como el norirland¨¦s. Muchos fueron los que justificaron dicha medida argumentando que as¨ª se "evitaban nuevas v¨ªctimas", razonamiento insuficiente tanto desde un punto de vista pol¨ªtico como moral al reclamar una impunidad de efectos tremendamente da?inos para la sociedad. Curiosamente las reflexiones del jesuita Jos¨¦ Mar¨ªa Tojeira sobre un escenario tan lejano como el de El Salvador sirven para clarificar este punto en el contexto de Irlanda del Norte. En una conferencia pronunciada en 2003 bajo el t¨ªtulo Resistencia y Reconciliaci¨®n, el entonces rector de la Universidad Centro Americana ofrec¨ªa pautas de an¨¢lisis para la realidad salvadore?a que tambi¨¦n encontraban aplicaci¨®n en Irlanda del Norte. En opini¨®n de Tojeira, "s¨®lo un reconocimiento serio de los errores del pasado llevar¨¢ a un cambio", de ah¨ª su exigencia de justicia y reparaci¨®n hacia las v¨ªctimas.
Esta misma petici¨®n suele repetirse en Irlanda del Norte cuando se plantea, como condici¨®n imprescindible para la reconciliaci¨®n, la necesidad de enfrentarse al pasado mediante la b¨²squeda de la verdad. Sin embargo, es tambi¨¦n una reivindicaci¨®n a menudo ignorada, pues llega a utilizarse estrat¨¦gicamente como una reclamaci¨®n que, en opini¨®n de algunos, puede obstaculizar la paz. As¨ª lo denunciaba tambi¨¦n Tojeira: "A la hora de pedir justicia para un crimen determinado, el actual presidente de la rep¨²blica, en El Salvador, se daba el lujo de decir que si se reabr¨ªa tal caso, 'correr¨ªa de nuevo la sangre' en el pa¨ªs. El lenguaje se volv¨ªa contrario a su significado natural cuando se nos dec¨ªa que no conven¨ªa abrir heridas del pasado. Como si juzgar a los victimarios fuera abrirles heridas a ellos en vez de cerrar las que ellos mismos hab¨ªan causado a sus v¨ªctimas. Los esfuerzos por contemplar los cr¨ªmenes del pasado, reflexionar sobre los mismos, establecer f¨®rmulas de reconciliaci¨®n tan sencillas como la de lograr que los criminales del pasado pidan perd¨®n p¨²blicamente y queden inhabilitados para la vida pol¨ªtica, por ejemplo, aparecen como detalles irrelevantes para la vida democr¨¢tica".
La vigencia de estas palabras en el ¨¢mbito norirland¨¦s queda de manifiesto al evaluar los pasos seguidos en los ¨²ltimos a?os. Al hacerlo descubrimos que una loable pretensi¨®n como la b¨²squeda de la paz es frecuentemente utilizada como un instrumento de coacci¨®n en una sociedad en la que se condicionan los avances hacia dicha meta a una cierta impunidad u olvido que vendr¨ªa justificado por la necesidad de afrontar el futuro desde el supuesto pragmatismo que supondr¨ªa relegar el an¨¢lisis del pasado. Esta impunidad se ha traducido en la excarcelaci¨®n y el arrinconamiento de los procesos judiciales que deber¨ªan seguirse contra aquellas personas responsables de cr¨ªmenes con anterioridad al denominado proceso de paz. Sin embargo, las reclamaciones de las v¨ªctimas exigiendo la reapertura de casos todav¨ªa sin resolver ha llevado finalmente a la polic¨ªa a declarar que as¨ª debe procederse. Esta actitud muestra, por un lado, la necesidad social de justicia y reparaci¨®n, y c¨®mo la ausencia de ambas obstaculiza la normalizaci¨®n y la convivencia. Asimismo desvela lo incongruente que resulta excarcelar a presos sentenciados mientras se anuncia que otros criminales ser¨¢n procesados si se encuentran suficientes pruebas.
En ese contexto, la excarcelaci¨®n anticipada se ha revelado como ineficaz alimentando una l¨®gica conducente a la peligrosa legitimaci¨®n de la violencia al favorecer una narrativa del conflicto basada en la difusi¨®n de responsabilidad de quienes utilizaron el terrorismo. Esta din¨¢mica ha derivado en una indulgencia que ha fortalecido a aquellos que practicaron el terrorismo: los presos han dejado de serlo pese a que las organizaciones terroristas contin¨²an existiendo y extorsionando. Al mismo tiempo las v¨ªctimas, que siguen reclamando justicia y reparaci¨®n, son presentadas como un mal necesario e inevitable, adquiriendo las injusticias cometidas sobre ellas justificaci¨®n y sentido. Se prostituye as¨ª su memoria ignor¨¢ndose que la mayor¨ªa de la sociedad jam¨¢s recurri¨® al terrorismo a pesar de sufrirlo, desincentiv¨¢ndose por tanto el respeto a los valores democr¨¢ticos. La excarcelaci¨®n subestimaba c¨®mo estos factores afectan decisivamente la esfera pol¨ªtica. Sin embargo, la situaci¨®n actual en Irlanda del Norte, caracterizada por la par¨¢lisis institucional y una profunda polarizaci¨®n pol¨ªtica y social, demuestra que una democracia no puede funcionar con semejante d¨¦ficit.
Rogelio Alonso es profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos, y autor de Matar por Irlanda. El IRA y la lucha armada (Alianza Editorial).
![Un ni?o juega ante un mural del IRA en un barrio de Belfast.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/R6ESNM56VBE5CVAFDT6BA7VZOA.jpg?auth=2e312c9d93ae9adab7e376e1adb2a26470315229475e4f2a9531a6df34b8910b&width=414)
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