Arganzuela pierde sus ¨¢rboles

"Las obras [de la M-30] son un aut¨¦ntico desastre para los vecinos". As¨ª es como Trinidad P¨¦rez describe la zona colindante a la v¨ªa de circunvalaci¨®n en el sur. Y la conoce bien: su vivienda est¨¢ en el paseo de la Chopera, a escasos metros de una de las obras de mayor envergadura de la ciudad. "Si abro las ventanas entra polvo y mucho ruido; a veces, es imposible dormir", apunta.El parque de la Arganzuela es otra v¨ªctima de la fiebre constructora que recorre la capital. Los ¨¢rboles de gran porte que antes llenaban el parque han sido talados para dar paso a unas enormes m¨¢quinas que trabajan en el soterramiento de la v¨ªa. Son algunos de los 11.000 ejemplares que han ca¨ªdo por las obras de reforma de la M-30 y de la ampliaci¨®n del metro, un 5% de todos los ¨¢rboles que hay en la capital, sin contar con los de los grandes parques.

Ayer, s¨®lo quedaba una peque?a parte del parque de la Arganzuela accesible al p¨²blico, pero estaba envuelta en nubes de polvo. Algo que quiz¨¢s explica el escaso p¨²blico que lo visitaba al mediod¨ªa.

Alfonso Mart¨ªnez, residente de la zona, corr¨ªa por el parque sorteando los enormes camiones que entraban y sal¨ªan del lugar de las obras. "Es la ¨²nica zona verde del barrio, y est¨¢ fatal", sentenciaba. "Uno se cansa de dar vueltas, no de correr".

A pocos metros de all¨ª, Alfredo Torrej¨®n, un vecino de 39 a?os, descansaba en una terraza con su familia. Vive a escasas calles de la v¨ªa de circunvalaci¨®n y asegura que el tr¨¢fico es lo que m¨¢s le afecta en su vida cotidiana. "Ahora tardo el doble para ir a trabajar por culpa de las obras de la M-30", afirm¨®.

Adem¨¢s, le preocupa c¨®mo terminar¨¢n los trabajos. "No estoy en contra del soterramiento de la M-30, pero quedan dudas. El t¨²nel de Santa Mar¨ªa de la Cabeza me parec¨ªa bien, pero ha dividido el barrio en dos y, adem¨¢s, el acceso a la M-30 es muy peligroso", agreg¨®.

"A¨²n no tengo claro c¨®mo van a dejar esta zona, ni cu¨¢ndo van a terminar todo esto", se quej¨®.