Para¨ªsos de la arquitectura urbana
La Fundaci¨®n Le Corbusier, la Rue Mallet-Stevens y La Casa de Vidrio, hitos de Par¨ªs
La arquitectura es el arte que aspira a concentrar, delimitar y resumir todos los otros", afirma un joven ingeniero de visita en la Villa La Roche. El lugar, emboscado en una traves¨ªa de la avenida de Mozart y los barrios residenciales de Auteille (distrito XVI y la zona m¨¢s cuidada y bonita de Par¨ªs) es ins¨®lito. Se trata de un m¨®dulo legado por Le Corbusier a sucesivas generaciones para inspirarlas e imaginar nuevas formas de habit¨¢culo. El lugar, poco conocido por el gran p¨²blico m¨¢s de 80 a?os despu¨¦s de su construcci¨®n (1923), sigue siendo pionero de una escuela cuya ambici¨®n (algunos dicen megaloman¨ªa) apunta a conciliar lo bello y lo funcional en conjuntos urbanos que marcan los ejes esenciales de la arquitectura del siglo XX.
Le Corbusier, en ese momento de su vida muy interesado en el dise?o (con la llegada de Charlotte Perriand), concebir¨¢ y controlar¨¢ hasta los ¨²ltimos detalles, el mobiliario, la decoraci¨®n y los accesorios. Har¨¢ de esta casa, financiada por un banquero suizo, la aplicaci¨®n mod¨¦lica y pr¨¢ctica de sus teor¨ªas.
Idolatr¨ªa arquitect¨®nica
La fundaci¨®n se visita cual capilla, pero su culto, una vez se accede al interior haciendo sonar un timbre y se es recibido por un hombre que da la bienvenida, no es otro que un espacio sobrio y limpio semejante a un huevo duro (con c¨¢scara) si fuese cuadrado. Nada m¨¢s entrar se perciben las coordenadas geom¨¦tricas como un todo articulado. La casa est¨¢ decorada con escasos muebles y algunos cuadros sorprendentes, tal como Le Corbusier los seleccion¨® expl¨ªcitamente.
Un juego de niveles permite ver todos los puntos de vista: techados, pisos y azoteas, largos ventanales, siempre guardando una horizontalidad equilibrada. Las pasarelas y terrazas comunican el vest¨ªbulo con los pisos primero y segundo. Establecen continuidades convergentes fundiendo los tres niveles.
La ubicaci¨®n espacial firme, hiperrectil¨ªnea, m¨¢s la hip¨®tesis aplicada del artista (seg¨²n la cual el hombre, al tener una posici¨®n vertical, tiende a conformar una mirada horizontal sobre las cosas) con ventanas siempre horizontales y largas, crea una atm¨®sfera palpable de algo semejante a una curva rectora.
La luz inunda las habitaciones, y los techos y muros est¨¢n dispuestos de tal forma que por momentos -en principio algo imposible- parece que se est¨¢ dentro de una gran pieza esculpida de un tir¨®n.
El proyecto global de Charles-?douard Jeanneret, suizo nacionalizado franc¨¦s conocido como Le Corbusier (1887-1965), se formula en cinco puntos: pilares, tejado-jard¨ªn, plan libre, ventana longitudinal y fachada libre, y asienta un concepto nuevo: el paseo arquitect¨®nico. Para resolver los problemas de la densidad demogr¨¢fica en las ciudades, preconiza "unidades de residencia" elevadas y rodeadas de bosque. Expresividad pl¨¢stica respetando el entorno natural y uso elocuente, sin ning¨²n a priori, y masivamente, del hormig¨®n armado. Su audiencia internacional se amplificar¨¢ gracias a sus escritos, Hacia una arquitectura, La casa de los hombres, o Cuando las catedrales eran blancas. Al principio, Le Corbusier se apoy¨® en una rica clientela privada para lograr que se admitieran sus ideas. M¨¢s tarde, ya obtenida una reputaci¨®n, se involucr¨® en armazones ideol¨®gicos que se prestaron a debates y pol¨¦micas interminables. Si la advertencia del sabio cuando dijo a su disc¨ªpulo "haz lo que digo y no lo que hago" es v¨¢lida -explica un visitante alem¨¢n-, trat¨¢ndose de Le Corbusier es mejor aprender de cuanto hizo y no de lo que dijo.
La Fundaci¨®n Le Corbusier est¨¢ instalada desde 1968 en las Villes Jeanneret et La Roche, ambas reconocidas como bienes culturales. All¨ª se conservan gran parte de los archivos: dibujos, estudios, planos, escritos y fotograf¨ªas. Tambi¨¦n comprende numerosos elementos de su obra pl¨¢stica, pinturas y esculturas -fuertemente influidas por Mir¨®, Braque, Gris, Picabia- que ejecut¨® en compa?¨ªa de Joseph Savina. La fundaci¨®n conserva este patrimonio y gestiona la Villa y su biblioteca, accesibles al p¨²blico aficionado.
Un espacio de cine
A cuatro peque?as manzanas se encuentra la Rue Mallet-Stevens, un pasaje fant¨¢stico en un terreno de 1.200 metros cuadrados habitables m¨¢s 450 metros de terrazas. Robert Mallet-Stevens (1886-1945) realiz¨® sus primeros trabajos para el vizconde de Noailles en Hy¨¨res, y concibi¨® decorados cinematogr¨¢ficos durante los a?os veinte (Lo inhumano, El v¨¦rtigo) antes de planear junto al director de alba?iler¨ªa Gu¨¦vrekian su obra genial: un conjunto de casas, hotelitos particulares y talleres construidos en torno a una v¨ªa p¨²blica. Naci¨® as¨ª la villa que lleva su nombre.
Un gran cedro centenario, plantado en la primera bifurcaci¨®n, sirve de pan¨®ptico y orienta la mirada hacia la curiosa repartici¨®n de peque?as parcelas y mansiones, lotes graduados y reunidos siguiendo cada uno un formato particular. Diferentes yuxtaposiciones, con niveles parcelados o terrazas m¨¢s o menos grandes, acotados o no por plantas, vallas y cercas de ca?a. El lote de bloques edificado deja perplejo al visitante. Da la impresi¨®n de unir sensibilidades distintas, pero compartidas por un id¨¦ntico objetivo: el contacto con el aire, la tranquilidad y el placer est¨¦tico.
Nada es enorme y todo parece grande. Tal vez sea ¨¦se el denominador com¨²n, la audacia de los diferentes pabellones, con recodos y viviendas atractivas o singulares. Los tejados, semejantes a l¨¢minas patinadas; muros improbables. Cada balc¨®n y semitorre, ventana o mirador -siguiendo los principios de Le Corbusier- realza una luminosidad m¨®vil que, en lugar de reflejar, absorbe la luz, creando un efecto prodigioso de aplanamiento. "La raz¨®n l¨®gica y geom¨¦trica del futuro", subray¨® Stevens, "se har¨¢ con materiales netos, ¨¢ngulos rectos, claridad y orden". La calle respira cierta utop¨ªa y, no obstante, recuerda rincones familiares. Renovada hace poco, el visitante puede deleitarse paseando discretamente (en principio, el lugar no est¨¢ catalogado como tur¨ªstico, aunque s¨ª protegido por el patrimonio franc¨¦s) a trav¨¦s de un recinto abierto a la imaginaci¨®n de una forma feliz.
La mansi¨®n m¨¢s exclusiva
Otro espacio importante para la arquitectura es la mansi¨®n del doctor Dalsace, llamada La Maison de Verre. Est¨¢ emplazada entre la prestigiosa Escuela de Ciencias Pol¨ªticas y una tienda de Moschino, en el barrio de Saint Germain. En 1928, el doctor Dalsace, propietario del inmueble y deseoso de construir uno nuevo en su lugar, conf¨ªa la realizaci¨®n a su amigo Pierre Chareau (1883-1950). Sin embargo, en el tercer piso vive una anciana, una antigua inquilina que reh¨²sa irse y compromete el proyecto. Chareau concibe entonces, para salvar el obst¨¢culo, una estructura met¨¢lica que resbalar¨¢ sobre el piso, y dibuja una casa ultramoderna cuya fachada ser¨¢ realizada con adoquines de vidrio. Erigida en 1932, objeto extraordinariamente denso y compacto, est¨¢ considerada como una joya: un caso raro, ¨²nico en la historia de la arquitectura.
Pierre Chareau, reputado dandi apasionado de la modernidad, trabajar¨¢ a caballo de tres dimensiones: el mobiliario, la decoraci¨®n y la arquitectura. De todas sus realizaciones, subsiste y le sobrevivir¨¢ La Casa de Vidrio, un icono de muchos artistas. Recientemente, David Lynch lo film¨® escenificando un anuncio publicitario para Yves Saint Laurent. La casa puede verse escribiendo a su actual propietaria, Madame Vellay, presidenta de la asociaci¨®n de amigos de La Maison de Verre. La visita se acuerda con antelaci¨®n, previa cita. Sus modalidades, d¨ªa y hora, permanecen secretas entre la demanda expresa de los particulares y la anfitriona.
GU?A PR?CTICA
Vuelos a Par¨ªs- Iberia (902 400 500; www.iberia.com)tiene una oferta por compra anticipada para viajar desde Madrid o Barcelona a la capital francesa desde 79 y 49 euros, respectivamente, y desde Valencia, a partir de 29 euros. Todos los precios son de ida y vuelta y no incluyen las tasas ni los cargos de emisi¨®n.La Maison de Verre- Association des Amis de Pierre Chareau (00 331 42 22 01 04). 31 Rue Saint-Guillaume. Se puede visitar previa solicitud por carta.Exposici¨®n Mallet-Stevens- Centro Pompidou (www.cnac-gp.fr). Hasta el 29 de agosto, de 11.00 a 21.00. Entrada para un d¨ªa: 10 euros. Sus principales obras en Par¨ªs se encuentran en la Rue Mallet-Stevens, un conjunto de viviendas particulares realizado en colaboraci¨®n con Louis Barillet y Jean Prouv¨¦. Metro: l¨ªnea 9, estaci¨®n Jasmin.Fundaci¨®n Le Corbusier- Villa La Roche-Jeanneret (00 331 42 88 41 53). 8-10, Square du Dr. Blanche.Metro: l¨ªnea 9, estaci¨®n Jasmin. Horario: de 9.00 a 12.30 y de 13.30 a 18.00.- Immeuble Molitor-Apartamentos de Le Corbusier (00 331 42 88 41 53). 24 Rue Nungesser et Coli. Metro: l¨ªneas 9 y 10, estaciones Michel-Ange y Molitor. Visitas previa cita de 9.00 a 12.00.- www.fondationlecorbusier.asso.fr.
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