El Athletic fulmina a la Real
Yeste lidera al equipo rojiblanco para conseguir una goleada que pudo ser m¨¢s abultada ante un conjunto donostiarra timorato y carente de gol
A las 10.30, con media hora de partido, sonaba el estruendo de los fuegos artificiales (en plena Semana Grande de Bilbao) y parec¨ªan un eufemismo del partido: mucha traca rojiblanca, poca p¨®lvora y mucho sudor con poca sustancia de la Real Sociedad. Por momentos, parec¨ªa que cada cual asum¨ªa su papel. La Real sabe que lo del gol es un asunto que se le va a atragantar (si no hay remedios urgentes) durante toda la temporada, por lo que conviene guardar la huerta, convertir a los futbolistas en galeotes y confiarse a un golpe de fortuna. Lo del Athletic es otra cosa. El talento de futbolistas como Iraola o Yeste no encuentra compa?¨ªa en el resto para convertirlo en gol, salvo que se entiendan entre ellos. Probablemente, porque Llorente, con su corpach¨®n y sus cent¨ªmetros, es m¨¢s futbolista que goleador y porque Etxeberria, que s¨ª es un goleador, tiene toda la pinta de languidecer en la banda izquierda. Al primer minuto fall¨® un remate pl¨¢cido, de los suyos, (da igual la pierna con la que remate) y ya no levant¨® cabeza: fall¨® otro poco despu¨¦s en igualdad de condiciones.
ATHLETIC 3 - REAL SOCIEDAD 0
Athletic: Aranzubia; Exp¨®sito, Gurpegui, Luis Prieto, Casas; Ibon Guti¨¦rrez, Orbaiz; Iraola, Yeste (Lacruz, m. 88), Etxeberria (Tiko, m. 77); y Llorente (Guerrero, m. 84).
Real Sociedad: Riesgo; Rekarte, Labaka, Garitano, Garrido (Nihat, m. 56); Uranga (Xabi Prieto, m. 45), Mikel Alonso, Aranburu (Gabilondo, m. 62); Barkero; Larrea y Kovacevic.
Goles: 1-0. M. 47. Bal¨®n al ¨¢rea de Iraola que toca Etxeberria y cae en los pies de Yeste que bate a Riesgo. 2-0. M. 52. Llorente se escapa por el pico del ¨¢rea y su disparo da en la bota de Garitano, en el cruce, y supera por alto a Riesgo. 3-0. M. 80. Libre directo de Tiko que empuja Luis Prieto junto al poste.
?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Barkero.
40.000 espectadores en San Mam¨¦s.
El problema del Athletic es que el lenguaje de Iraola y Yeste no encuentra con facilidad traductores en el ¨¢rea. Y el problema de la Real es que sus jugadores m¨¢s carism¨¢ticos pueden llegar a ser Larrea, un potrillo todo coraz¨®n, infatigable en la presi¨®n, incansable en sus correr¨ªas, o Uranga, de id¨¦ntico corte, que brillan m¨¢s por lo que evitan que por lo que producen.
Durante la primera mitad, la Real no dispar¨® ni una sola vez a puerta y alguna vez entre la porter¨ªa y el bander¨ªn de c¨®rner. De Kovacevic no hab¨ªa noticias salvo cuando cay¨® dolorido en un bal¨®n alto disputado con la defensa. Pero el f¨²tbol, m¨¢s all¨¢ de las t¨¢cticas y los esquemas, tiene vida propia. Para una vez que llega al ¨¢rea la Real, reci¨¦n arrancada la segunda mitad, y tiene una manifiesta ocasi¨®n de gol, resulta que sufre el peor castigo: entre Labaka y Larrea la malgastan y a rengl¨®n casi seguido Yeste marca el primer gol, con la derecha, con la sutileza habitual, y rompiendo el clich¨¦ de los zurdos recalcitrantes. Era el premio al futbolista m¨¢s inteligente de partido y la consecuencia de lo que suele ocurrir cuando se especula, como la Real, con el empate. Cinco minutos despu¨¦s el Athletic hallaba otro hueco en la espalda de la defensa y esta vez Llorente, un chico listo, se acomod¨® la pierna derecha, dispar¨® con tanta fortuna que el pie de Gabilondo que se echaba al cruce desesperado elev¨® el bal¨®n lo suficiente para superar a Riesgo.
Con los dos goles del Athletic, el equipo de Amorrortu (que sigue careciendo de un director de juego) comenz¨® a parecerse a s¨ª misma, m¨¢s razonable, m¨¢s intensa, m¨¢s inteligente. Pero era tarde y encaj¨® un tercer gol de Luis Prieto que marc¨® su primer tanto en Primera Divisi¨®n. Y Bilbao sigui¨® su Semana Grande. Y la Real se puso a pensar en su futuro.
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