Mesa de partidos

Mucho se est¨¢ hablando en los ¨²ltimos d¨ªas de la posible composici¨®n de una mesa vasca de di¨¢logo entre partidos. A mi modo de ver, quien dice que dicha mesa se puede conformar en un marco en el que persiste la violencia se equivoca gravemente. No hace falta recurrir a experiencias externas para saber que ha sido la persistencia de la violencia y el terrorismo el que ha llevado al traste todo intento de configurar una mesa pluripartidista en Euskadi, desde aquel primer intento de Mesa por la Paz impulsado por el lehendakari Garaikoetxea.

No todos en EA pensamos que las "condenas de la violencia" son cosas del pasado. Muchos en EA estamos, en este tema, m¨¢s cerca de lo que ha dicho Imaz que de lo que ha querido significar Bego?a Errazti.

Creemos que una mesa no se va sostener sin, al menos, las tres patas, los tres requisitos previos, que se corresponden con los mismos principios (¨¦tico, democr¨¢tico y pol¨ªtico) que Ibarretxe formul¨® con un acierto ratificado por las urnas en 2001. En primer lugar, el rechazo a toda coacci¨®n y a la imposici¨®n de la violencia y del terrorismo; en segundo lugar, el respeto a las decisiones populares y a las instituciones democr¨¢ticas, y, en tercer lugar, la b¨²squeda de la integraci¨®n mediante el di¨¢logo. Sin las tres patas, no hay mesa posible.