Interior ordena elevar hasta seis metros toda la valla de Melilla
Las obras arrancar¨¢n el lunes para frenar los asaltos de inmigrantes
El Ministerio del Interior ha ordenado duplicar de forma inmediata la altura de toda la valla que rodea Melilla, para disuadir a los inmigrantes subsaharianos que intentan saltarla y entrar en la ciudad. La valla ya hab¨ªa sido elevada el a?o pasado de tres a seis metros en 4,15 de los 10,2 kil¨®metros del per¨ªmetro de la ciudad. La pr¨®xima semana comenzar¨¢n las obras en los 6,1 kil¨®metros restantes.
En principio, Interior s¨®lo ten¨ªa previsto elevar este a?o la altura de la valla en 3,3 kil¨®metros situados al norte de la ciudad aut¨®noma. Los trabajos hab¨ªan sido presupuestados en 1.134.066 euros y adjudicados a la empresa Necso.
Pero las continuas avalanchas de subsaharianos que se han producido en los ¨²ltimos d¨ªas han obligado al ministerio a adelantar la inversi¨®n prevista para 2006 y a ordenar el comienzo de los trabajos en otra zona del per¨ªmetro cuya altura quedaba por duplicar. Se trata de los 2,8 kil¨®metros que van desde la frontera de Beni Enzar, al sur de la ciudad, hasta el paraje conocido como Villa Los Abuelos. Los trabajos est¨¢n presupuestados en 750.000 euros y han sido adjudicados a la constructora Ferrovial. Interior espera culminar el cierre del per¨ªmetro fronterizo en pocos meses.
La zona norte de Melilla, llamada Rostrogordo, es donde los subsaharianos han realizado sus ¨²ltimos asaltos. Con los cuerpos envueltos en cartones, embutidos en gruesos jerseis y con las manos calzadas en guantes de bricolaje para protegerse de las alambradas erizadas de cuchillas que coronan el vallado, los inmigrantes se acercan hasta el per¨ªmetro de tres metros de altura al amparo de la oscuridad, apoyan sus escalas artesanales sobre la primera valla y la salvan en s¨®lo 15 segundos.
Una vez en la carretera o camino de ronda que discurre entre ambas vallas, esperan a que sus compa?eros les lancen otras escalas, con las que acometen la segunda valla en otros 15 segundos. A pesar de sus precauciones, cuando llegan al lado espa?ol est¨¢n llenos de cortes y cubiertos de sangre.
Filmaciones difundidas la semana pasada por la Guardia Civil muestran c¨®mo decenas de africanos salvan la doble valla y se internan en Melilla en s¨®lo seis minutos.
Los responsables de Interior han deducido que cuando observaran los trabajos para elevar la valla en el norte de Melilla, los subsaharianos -quienes, seg¨²n la Guardia Civil, utilizan estrategias militares- intentar¨ªan entrar en la ciudad por el sur, la zona m¨¢s vulnerable. Es por eso que las obras comenzar¨¢n de forma casi simult¨¢nea en ambos puntos.
La Guardia Civil teme, no obstante, que el inicio de los trabajos aumente la desesperaci¨®n de esos inmigrantes, que sobreviven malamente en los bosques vecinos de Marruecos, acosados por la polic¨ªa de aquel pa¨ªs. Los mandos saben que la elevaci¨®n de la valla s¨®lo servir¨¢ para disuadirlos durante un tiempo. "Esa pobre gente no tiene nada que perder, as¨ª que idear¨¢ nuevos medios para entrar en Melila", comenta un agente.
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