Mosc¨²
Un beso en la inmensidad de la Plaza Roja
"AQUEL D?A estuvimos m¨¢s de una hora en la Plaza Roja. Resulta muy acogedora, a pesar de ser tan grande. Paseamos, charlamos; ella fumaba, yo beb¨ªa agua y nos hac¨ªamos fotos. Ella us¨® el bordillo como sill¨®n y yo los adoquines como tr¨ªpode. El encuadre sali¨® casi solo". Un beso. Un clic... Al fondo, de testigo, la catedral de San Basilio, con sus c¨²pulas como bolas de helado. Y el recuerdo de Ferran Antoni Gonz¨¢lez y su novia, B¨¢rbara Mir, de la capital rusa, adonde la pareja hab¨ªa llegado en junio antes de recalar en San Petersburgo. "Nos fascin¨® sobre todo Mosc¨², una ciudad a la vez excesiva, ca¨®tica y extra?a, pero dotada de una belleza y un orgullo muy especial".
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