El anestesista Maeso rechaza que infectase a sus pacientes de hepatitis C

"No es que no lo recuerde, es que le puedo asegurar que eso nunca ocurri¨®". El anestesista Juan Maeso, de 63 a?os, defendi¨® as¨ª su inocencia en la primera jornada del macrojuicio que se sigue por la infecci¨®n de hepatitis C de 276 pacientes (cuatro ya fallecidos) en hospitales p¨²blicos y privados valencianos entre 1988 y 1998. El m¨¦dico, que se enfrenta a una petici¨®n fiscal de 2.214 a?os de c¨¢rcel, neg¨® haber sido consumidor de opi¨¢ceos, y s¨®lo admiti¨® que en dos ocasiones se administr¨® anestesia local por un dolor en el codo. El fiscal considera que durante a?os Maeso, infectado por el virus, contagi¨® a sus pacientes al inyectarse ¨¦l primero y a escondidas el opi¨¢ceo y despu¨¦s utilizar la misma aguja con los enfermos.

"Se?or Maeso, ?desde cu¨¢ndo sabe que est¨¢ usted contagiado de hepatitis C?". ?sa fue la primera pregunta que el fiscal Javier Carceller hizo ayer al anestesista. "Desde febrero de 1998", respondi¨® el imputado. Y ah¨ª se inici¨® un duelo dial¨¦ctico de casi tres horas entre ambos no exento de respuestas cargadas de iron¨ªa por parte del procesado. Maeso explic¨® que habitualmente estaba en contacto con la sangre de los pacientes a los que anestesiaba y que si estaba contagiado era porque "alg¨²n enfermo" le hab¨ªa contagiado a ¨¦l. Detall¨® a preguntas de la acusaci¨®n p¨²blica que considera su infecci¨®n "una enfermedad profesional" y que efectivamente se hab¨ªa pinchado en distintas ocasiones con agujas en un quir¨®fano despu¨¦s de anestesiar a un paciente. Pero neg¨® la tesis del fiscal taxativamente: "Al rev¨¦s [que ¨¦l se pinchaba antes de pinchar al paciente] no. No es que no lo recuerde, es que le puedo asegurar que eso nunca ocurri¨®".

Maeso neg¨® tambi¨¦n haber sido consumidor de opi¨¢ceos -no sin entretenerse en una disquisici¨®n gramatical sobre las acepciones del verbo consumir- y s¨®lo admiti¨® que en dos ocasiones se suministr¨® anestesia local, Fentanil, por un dolor en el codo causado por una epitrocleitis [codo de golfista].

Durante la primera parte del interrogatorio, el fiscal quiso que Maeso precisara no s¨®lo cu¨¢ndo contrajo el virus sino c¨®mo se hab¨ªa tratado, qu¨¦ precauciones hab¨ªa tomado y si antes se le hab¨ªa detectado hepatitis aunque de otro tipo. El anestesista explic¨® que de joven hab¨ªa tenido hepatitis A, pero que nunca acudi¨® al hepat¨®logo. "Dej¨¦ de hacer los marcadores hep¨¢ticos porque no he tenido ning¨²n problema de h¨ªgado". Asegur¨® no recordar si estaba vacunado de hepatitis B. "A lo mejor, cuando fui a medicina preventiva me vacunaron, pero yo no lo recuerdo".

Admiti¨® que cuando tuvo los an¨¢lisis de su contagio de hepatitis C -pruebas que le hicieron en Casa de Salud, donde trabaj¨® hasta que estall¨® el esc¨¢ndalo en marzo de 1998, tras una denuncia de las mutuas de Iberdrola y Telef¨®nica al comprobar un aumento significativo de afectados por el virus tras ser atendidos en el centro- el resultado no lo comunic¨® a la direcci¨®n del hospital La Fe, del que era jefe del servicio de anestesiolog¨ªa de maternidad. Lo coment¨® con los compa?eros pero decidi¨® hacerse unos an¨¢lisis en un centro privado.

Antes de la confirmaci¨®n, el entonces consejero de Sanidad, Joaqu¨ªn Farn¨®s, le se?al¨® como el nexo inequ¨ªvoco del contagio en La Fe, en Casa de Salud, la Quir¨®n y el hospital Virgen del Consuelo. Y Maeso dijo no creerse a¨²n hoy los an¨¢lisis ni que est¨¦ enfermo. "No soy un hipocrondr¨ªaco", dijo al asegurar sentirse bien como para no ir a un hepat¨®logo.

El m¨¦dico, que insisti¨® en que "nunca" estuvo s¨®lo en un quir¨®fano, us¨® la f¨®rmula "no lo recuerdo" respecto a su participaci¨®n en seis operaciones concretas sobre las que fue preguntado. Su car¨¢cter de "desastre para las cosas administrativas" lo esgrimi¨® para excusar que hubiera rellenado partes de facturaci¨®n a aseguradoras privadas. Dijo haber sido celoso de su "intimidad profesional". "No me gustaba contar mis t¨¦cnicas" dijo al negar que "sustituyera a otros anestesistas".