Un modelo cuestionado

La Diputaci¨®n alavesa tiene un sistema de gesti¨®n ganadera y veterinaria cuestionado por muchos t¨¦cnicos. ?Puede controlarse el propio controlador? Fuentes del Departamento de Agricultura alav¨¦s se?alan que estaban a la espera, para abrir una investigaci¨®n interna, de que se dictase una sentencia sobre una causa por delitos contra la salud p¨²blica, otro de estafa y otro de falsificaci¨®n de documento p¨²blico en la que estaban imputados el gerente de la cooperativa Abeltzain, Jos¨¦ Fernando Quintana; su padre, Eduardo Quintana; su compa?era sentimental, Mar¨ªa Aranzazu Z¨²?iga, y otro familiar. La sentencia fue dictada en mayo, tras un acuerdo entre las partes, y s¨®lo conden¨® al padre, quien se hab¨ªa confesado culpable, por estafa y falsificaci¨®n a un a?o de prisi¨®n. El delito contra la salud p¨²blica qued¨® provisionalmente sobrese¨ªdo.

Cuando se inici¨® el procedimiento en 2002, la Diputaci¨®n, en prevenci¨®n de posibles fraudes, retir¨® a Abeltzain el derecho a emitir duplicados de crotales (n¨²meros de identificaci¨®n animal). Cada duplicado deb¨ªa solicitarse a la propia instituci¨®n foral.

El procedimiento se abri¨® tras una investigaci¨®n de Salud P¨²blica y despu¨¦s de que la empresa de seguros agrarios Agroseguros informase de que en las explotaciones de dichas personas hab¨ªan muerto animales por los que se hab¨ªa cobrado la prima del seguro y que, pese a ello, hab¨ªan sido sacrificados despu¨¦s en los mataderos de Vitoria y Durango. La sentencia, resultado de un pacto de las partes, fija las indemnizaciones y la pena y establece como hechos probados que se hab¨ªan duplicado documentos de identificaci¨®n animal. Al ser pactada, no entra a analizar c¨®mo pudo actuar el condenado. La respuesta, seg¨²n la Administraci¨®n, es que se hizo o bien a trav¨¦s de un ordenador de Abeltzain o de uno de la propia Diputaci¨®n.

Desde la instituci¨®n foral se est¨¢ custionando el modelo y los posibles conflictos de intereses. De hecho, el decreto foral 33/2002 dice que el veterinario habilitado, el propio Jos¨¦ Fernando Quintana, debe abstenerse de trabajar en las explotaciones de aquellas personas con quienes tenga amistad o enemistad, consanguinidad hasta el cuarto grado o afinidad en segundo. Quintana y su abogado declinaron hacer ayer ninguna declaraci¨®n.