Schr?der y Merkel luchan por los indecisos
Los sondeos coinciden en pronosticar el final de la coalici¨®n de socialdem¨®cratas y verdes
Todos a una los seis institutos que las ¨²ltimas semanas realizaron sondeos sobre la intenci¨®n de voto de los 61,9 millones de alemanes, convocados hoy a las urnas en las elecciones federales, coinciden en pronosticar el final de la coalici¨®n de centro-izquierda entre el Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) y Los Verdes que durante siete a?os gobern¨® el pa¨ªs.
Pero a apesar de esos pron¨®sticos, el elevado n¨²mero de indecisos, unos diez millones de electores, seg¨²n algunos c¨¢lculos, oblig¨® a los l¨ªderes a emplearse a fondo hasta el ¨²ltimo minuto. El canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der celebr¨® un mitin en Francfort ante 20.000 personas en el que record¨® que cada voto cuenta. "Mi futuro es seguir siendo el canciller alem¨¢n", afirm¨®, antes de recordar que la victoria de hoy depende de "cada voto". "Incluido el m¨ªo". Su rival, la candidata democristiana Angela Merkel clam¨® en un acto electoral celebrado en Bonn: "Votad por el cambio porque Alemania necesita un cambio".
El SPD ha capitalizado el miedo a mayores recortes sociales con un Gobierno demoliberal
El voto de los indecisos tambi¨¦n ser¨¢ vital para despejar la ¨²nica duda que la demoscopia deja abierta: si la democracia cristiana (CDU/CSU) y los liberales (FDP) conseguir¨¢n suficientes votos para una alianza de centro-derecha o la aritm¨¦tica electoral obligar¨¢ a recurrir a una gran coalici¨®n entre democristianos y socialdem¨®cratas (SPD). Ambas combinaciones implicar¨ªan el fin de la carrera pol¨ªtica del actual canciller Gerhard Schr?der, de 61 a?os, que no parece dispuesto bajo ning¨²n concepto a ocupar un papel de segundo bajo una canciller Angela Merkel (CDU), de 51 a?os.
La intenci¨®n de voto por la democracia-cristiana ha descendido de forma considerable desde un 48% al principio hasta el 42% de los ¨²ltimos sondeos tras una campa?a electoral catastr¨®fica. Al mismo tiempo el SPD, gracias a su canciller medi¨¢tico y luchador Schr?der, ha conseguido rebasar el coma demosc¨®pico en que se encontraba en torno a un 27% y subir hasta un 34%, pero este ascenso se ha producido a costa de los indecisos y del Partido de la Izquierda que ha ca¨ªdo desde un 12% al 7% u 8% que ahora le pronostican los sondeos. Los otros dos partidos menores, Los Verdes y liberales se mueven tambi¨¦n alrededor del 7% y disputar¨¢n con el Partido de la Izquierda la condici¨®n de tercera fuerza en el futuro Parlamento Federal (Bundestag).
Se espera que la participaci¨®n hoy sea elevada, dada la polarizaci¨®n CDU/CSU-SPD, y se prev¨¦ superar el 79,1% de hace tres a?os. La psicosis del codo a codo ha provocado tambi¨¦n que algunos especulen con la posibilidad de que la elecci¨®n no se decida hasta el pr¨®ximo 2 de octubre cuando se votar¨¢ en un distrito de Dresde donde se anularon los comicios por la muerte de una candidata. No parece que los algo menos de 220.000 votantes del distrito Dresde 1 vayan a inclinar la balanza de un lado u otro.
La convocatoria anticipada de elecciones se debe a que el canciller Schr?der tir¨® la toalla y reconoci¨® que no contaba con el apoyo de su propio partido y grupo parlamentario para llevar adelante las reformas iniciadas con su Agenda 2010. Tras la disoluci¨®n del Bundestag y la convocatoria de elecciones anticipadas Schr?der compite con el mismo proyecto de coalici¨®n con Los Verdes con el que hace unas semanas dijo que no pod¨ªa gobernar. La democracia cristiana no ha sabido o podido a lo largo de la campa?a hacer esto patente al elector y de ah¨ª su ca¨ªda en la intenci¨®n de voto. Su candidata Angela Merkel pas¨® a la defensiva mientras Schr?der consegu¨ªa invertir los t¨¦rminos del debate. El canciller coloc¨® en el centro de la discusi¨®n el programa y equipo de la CDU/CSU y hac¨ªa pasar a segundo plano el balance negativo de su Gobierno.
Schr?der y el SPD han capitalizado en votos el miedo a unos recortes sociales m¨¢s duros con un Gobierno demoliberal, aunque no parece que eso vaya a bastar para conservar el poder. En su mitin de Berl¨ªn de la noche del viernes Schr?der dijo que Alemania se encuentra ante tres grandes decisiones: 1?) La renovaci¨®n interior del pa¨ªs sin destruir la cohesi¨®n social. 2?) Hacer posible la renovaci¨®n sin renunciar a la sensibilidad ecol¨®gica. 3?) Mantener el papel de Alemania como potencia media de paz. Con este planteamiento Schr?der se presenta como opci¨®n de una reforma menos dolorosa e insin¨²a que la democracia cristiana no garantiza ni la paz social, ni el mantenimiento de Alemania al margen de posibles conflictos en el mundo.
La democracia cristiana paga sus propios errores con la incertidumbre de ¨²ltima hora frente a la victoria que parec¨ªa segura hace un mes. Merkel ten¨ªa escasas posibilidades de imponerse en popularidad a Schr?der cuya simpat¨ªa resultan arrolladoras. Adem¨¢s, la elecci¨®n del catedr¨¢tico de Heidelberg Paul Kirchhof como ministro de Hacienda en la sombra result¨® un bumer¨¢n para la CDU/CSU. El mesi¨¢nico profesor entr¨® al trapo en el debate sobre sus visiones de una tarifa plana de un 25% para el impuesto de la renta y se olvid¨® de defender lo que dice el programa democristiano. Estos errores no parece que vayan a costar el triunfo a la CDU/CSU, pero tal vez la posibilidad de una coalici¨®n de centro-derecha con los liberales.
El juego de las alianzas
La aparici¨®n en la pol¨ªtica alemana del Partido de la Izquierda, que agrupa a los poscomunistas y a los disidentes socialdem¨®cratas y sindicalistas decepcionados ha puesto en peligro la posibilidad de lograr mayor¨ªas estables en el futuro Parlamento Federal (Bundestag). El 7% u 8% de votos que los sondeos dan al Partido de la Izquierda son votos perdidos si el SPD mantiene la promesa de no formar coalici¨®n con ellos. Un tripartito rojo-rojo-verde, del SPD, Los Verdes y el Partido de la Izquierda, queda excluido aunque lograra una m¨ªnima mayor¨ªa.
La otra opci¨®n capaz de formar una mayor¨ªa ser¨ªa la coalici¨®n llamada negro-amarilla, entre la democracia-cristiana (CDU/CSU) y los liberales (FDP). Los dos socios ya se han dado el s¨ª antes de conocer el veredicto de las urnas. El FDP ha llegado incluso a vender la piel antes de cazar el oso y su presidente, Guido Westerwelle, anunci¨® que el jefe de su grupo parlamentario Wolfgang Gerhardt ser¨ªa el ministro de Exteriores en una coalici¨®n demoliberal. Westerwelle dio unas rotundas calabazas a la posibilidad de otro tripartito, la llamada coalici¨®n del sem¨¢foro rojo-amarillo-verde entre el SPD, FDP y Los Verdes. Para el FDP no queda m¨¢s opci¨®n que formar coalici¨®n con los democristianos o seguir en la oposici¨®n.
El resultado de la votaci¨®n de hoy podr¨ªa al final obligar a los dos grandes partidos, democristianos (CDU/CSU) y socialdem¨®cratas (SPD), a celebrar una boda de elefantes en una gran coalici¨®n. La CDU/CSU rechaza esta opci¨®n a la que m¨¢s de un socialdem¨®crata aspira en secreto con tal de mantenerse en el poder. Merkel no se las prometer¨ªa muy felices con una gran coalici¨®n. Sus amigos de partido le pasar¨ªan la factura por no conseguir el ¨¦xito que hace un mes parec¨ªa seguro.
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