El juego espa?ol, en n¨²meros rojos
Israel pone en evidencia los defectos de Espa?a, que pese a la derrota se clasifica
El abrumador triunfo sobre Serbia vali¨® por dos visto el desastre de partido que cuaj¨® el equipo espa?ol frente a Israel. La derrota fue concluyente (85-77). Espa?a empez¨® el partido de mala manera y perdi¨® el hilo definitivamente en los primeros compases del tercer cuarto. A partir de entonces fue incapaz de rebajar su desventaja, casi siempre superior a los diez puntos. Entre la impotencia y la resignaci¨®n, Espa?a jug¨® los ¨²ltimos minutos con la mente puesta en la barrera de los 17 puntos que pod¨ªa ceder como m¨¢ximo para evitar la p¨¦rdida del primer puesto. La plaza de privilegio, unida al triunfo previsible de Serbia ante Letonia, le clasifica directamente para disputar el viernes los cuartos sin necesidad de pagar el peaje de una eliminatoria de octavos de final. Tan metida en el partido ante Serbia que gan¨® por 19 puntos (89-70) como destensada y desafortunada ante Israel, Espa?a roz¨® el desastre cuando perd¨ªa por 13 puntos (77-64), a falta de seis minutos para el final del partido.
La nula incidencia de la derrota en el apartado clasificatorio no evita la acumulaci¨®n de dudas sobre la osamenta del juego espa?ol. Superada la que se daba por supuesto que fue la jornada tonta del torneo gracias a que Navarro y Garbajosa enmendaron la plana ante Letonia, el partido frente a Israel parec¨ªa id¨®neo para seguir engrasando la m¨¢quina. Sucedi¨® lo contrario.
Navarro no tuvo su d¨ªa, lo cual no debiera tener mayor consecuencia si el equipo hubiera aportado a trav¨¦s de otros hombres su trabajo y su tiro exterior. No fue el caso. Tampoco le pudo enmendar la plana Rudy Fern¨¢ndez, que jug¨® 14 minutos y que no pudo lanzar ni una sola vez a canasta. Buena parte de la culpa no fue suya, sino del juego del equipo, de la defectuosa circulaci¨®n de la pelota y de sus intentos infructuosos por compensar su desequilibrio en ataque, donde casi todos los balones fueron a parar bajo el aro israel¨ª, a manos de Garbajosa y Felipe Reyes.
Careci¨® Espa?a de recursos para sorprender a la abierta y agresiva defensa israel¨ª, a la que, dada la manifiesta inferioridad de sus p¨ªvots, no le import¨® acumular el doble de faltas que Espa?a (35 por 17) ni tampoco encajar 31 puntos desde la l¨ªnea de tiros libres con tal de romper cualquier asomo de continuidad en el ataque espa?ol. El resultado es que Espa?a enlaz¨® mal su juego en ataque, perdi¨® 17 veces el bal¨®n y s¨®lo lo recuper¨® en 9 ocasiones, un desequilibrio que no pudo compensar con su dominio en el rebote (37 capturas por 31 de Israel). Espa?a lanz¨® 54 tiros de campo, 11 menos que su rival.
Al flojo partido ofensivo de Navarro, se a?adi¨® durante los dos primeros cuartos la mala pinta del juego desplegado por Carlos Jim¨¦nez. El alero, que asegura no estar perturbado por el tan tra¨ªdo y llevado asunto de su trasvase del Estudiantes al Madrid, no atraviesa por su mejor momento. No jug¨® bien contra Serbia, tampoco contra Letonia y ante Israel le cost¨® dios y ayuda meter una canasta. Su concurso es casi imprescindible para el equipo. Levant¨® un poco el ¨¢nimo en el tercer cuarto en el que volvi¨® a reivindicarse en los apartados menos espectaculares pero muy valiosos para el equipo: la defensa, cinco rebotes, cuatro robos de bal¨®n y hasta siete puntos. Pero est¨¢ lejos de sus prestaciones habituales y eso lo nota mucho el equipo.
Los jugadores del banquillo estuvieron muy lejos del brillante nivel que alcanzaron en el partido ante Serbia. Cabezas y Sergi Vidal se dejaron ver en algunos momentos pero ni Rudy Fern¨¢ndez, ni De Miguel y mucho menos a¨²n Fran V¨¢zquez, al que Mario Pesquera apenas da minutos, lograron aportar gasolina al equipo, muy remiso ante el aro rival y permisivo bajo el suyo. Shelef y Burstein causaron estragos. Garbajosa no estuvo suficientemente listo para cortarle las alas al primero pero tampoco cont¨® con mucha colaboraci¨®n, mientras que el segundo, un excelente alero anotador no pudo ser frenado por Jim¨¦nez ni por Rudy Fern¨¢ndez, ni por la defensa en zona mixta que en alguna fase intent¨® Espa?a.
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