Una feroz guerra de despachos

El m¨¦todo consiste en dejar que se devoren entre ellos. Siete candidatos a un mismo puesto de trabajo encerrados en un despacho. Una guerra feroz entre cinco hombres y dos mujeres que deben superar una serie de pruebas estrat¨¦gicas y psicol¨®gicas que demuestren a la empresa cu¨¢l de ellos es el m¨¢s v¨¢lido. La empresa no quiere elegir, les observa y se limita a contemplar el maquiav¨¦lico juego.

El cineasta argentino Marcelo Pi?eyro, director, entre otras, de Plata quemada y Kamchatka, se puso al frente de los ocho actores (los siete candidatos y una secretaria) que dan la cara en El m¨¦todo. Versi¨®n cinematogr¨¢fica de la obra de teatro El m¨¦todo Gr?nholm, de Jordi Galcer¨¢n, la pel¨ªcula se estrena hoy en las salas de cine espa?olas.

La pel¨ªcula recrea un claustrof¨®bico clima de desconfianza y falta de escr¨²pulos

Interpretada por los actores Eduard Fern¨¢ndez, Eduardo Noriega, Najwa Nimri, Ernesto Alterio, Pablo Echarri, Adriana Ozores, Natalia Verbeke y Carmelo G¨®mez, El m¨¦todo plantea, seg¨²n su director, "una met¨¢fora de las relaciones de poder a trav¨¦s de los procesos de selecci¨®n de personal para puestos ejecutivos que se realizan en las empresas multinacionales".

"El productor de la pel¨ªcula, Francisco Ramos, me envi¨® a Buenos Aires la pieza teatral", recuerda Pi?eyro. "Quer¨ªa que le diera vueltas a algunas ideas. La pieza entonces no se hab¨ªa estrenado todav¨ªa. Al leerlo me interes¨®, me pareci¨® que de ah¨ª se pod¨ªa partir para hacer una pel¨ªcula sobre determinados comportamientos de la vida contempor¨¢nea. Nos alejamos bastante de la obra de teatro. Aunque, eso s¨ª, me interesaba mucho respetar el espacio esc¨¦nico".

Escrito junto a Mateo Gil, El m¨¦todo encierra en la misma habitaci¨®n a siete candidatos, en lugar de los cuatro que hab¨ªa en la obra de Galcer¨¢n.

Pi?eyro explica que rod¨® El m¨¦todo con tres c¨¢maras simult¨¢neas para hacerlo de una manera casi teatral: "Me interesaba mucho la sensaci¨®n de presente". En orden cronol¨®gico y con unos actores que hab¨ªan ensayado durante un mes, la pel¨ªcula se convirti¨® en un f¨¦rtil experimento.

"Eran jornadas de rodaje muy largas, agotadoras", recuerda Eduardo Noriega; "lleg¨¢bamos de noche a un estudio a las afueras de Madrid y cuando sal¨ªamos segu¨ªa siendo de noche. Era la sensaci¨®n de estar encerrados en una cueva". "Empezamos ensayando en un aula de Lavapi¨¦s, en Madrid", recuerda Najwa Nimri. "Marcelo nos dio mucha confianza porque llegamos al trabajo despu¨¦s de un mes de duros ensayos y de un trabajo muy concienzudo. Era una pel¨ªcula que requer¨ªa much¨ªsima concentraci¨®n".

"En realidad", contin¨²a Carmelo G¨®mez, "esta pel¨ªcula es un rompecabezas que poco a poco se va construyendo". "Ten¨ªamos que actuar con muy pocos elementos, muy pocos datos, y eso no era f¨¢cil", a?ade Natalia Verbeke.

El m¨¦todo recrea un claustrof¨®bico clima de desconfianza y falta de escr¨²pulos. Entre disputas y zancadillas, los candidatos caer¨¢n uno a uno. De fondo, una multitudinaria manifestaci¨®n contra el Fondo Monetario Internacional en pleno paseo de la Castellana de Madrid. Los gritos de la calle apenas distraen a los siete candidatos, enfrascados en su propio juego de supervivencia.

"Yo tengo la sensaci¨®n de que vivo al borde de un estallido", dice Marcelo Pi?eyro. "Y quer¨ªa reflejar esa sensaci¨®n en la pel¨ªcula. Al hombre de hoy le est¨¢ pasando algo. Me parec¨ªa adem¨¢s muy intersante la utilizaci¨®n de la psicolog¨ªa para derrotar a los candidatos a un puesto directivo. Se trata de un duro combate de egos, de ambiciones y de expectativas laborales".

Pi?eyro cita la atm¨®sfera de los cuentos de John Cheever o la pel¨ªcula de Sidney Pollack Danzad, danzad, malditos, como algunos de los referentes que ha manejado para la pel¨ªcula.

"Durante el rodaje ten¨ªa p¨¢nico a que la feroz competitividad que hab¨ªa entre los personajes pudiera contagiar a los actores. Nada de eso ocurri¨® y por fortuna supieron trabajar en equipo".