A la sombra de Sabatini
El arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel (Fumel, 1945), ganador en 1999 del concurso restringido de la ampliaci¨®n del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, se coloca "a la sombra" del edificio proyectado por Francesco Sabatini en el siglo XVIII, seg¨²n titula la memoria del proyecto. El centro, que hered¨® los fondos del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo, se inaugur¨® en 1992, tras una primera rehabilitaci¨®n por Antonio Fern¨¢ndez Alba, en 1980, para recuperar las trazas del antiguo hospital general como centro art¨ªstico, y una posterior de 1988, por Jos¨¦ Luis ??iguez de Onzo?o y Antonio V¨¢zquez de Castro, en las tres torres de ascensores de vidrio y acero, con la colaboraci¨®n del brit¨¢nico Ian Ritchie, para resolver circulaciones y dar una imagen de modernidad. Tras la ampliaci¨®n, el edificio volver¨¢ a adecuarse a los nuevos espacios, con la recuperaci¨®n de dos plantas para continuar la colecci¨®n permanente, con un nuevo recorrido desde la cuarta, y una nueva sala de exposiciones temporales en el s¨®tano.
"No se trata de hacer sombra al propio museo", se?ala Nouvel en su primer texto sobre el proyecto. "El gran edificio austero tomado por sus ascensores de cristal es el lugar en el que est¨¢n protegidas las obras maestras de nuestro arte reciente. Debe imponer su fuerza con sencillez y de manera evidente. Y nosotros debemos expresar fidelidad, nuestro respeto y nuestra pertenencia. El museo se extiende. Su territorio aumenta. Anexiona una parte del barrio. No quiere apartarlo, traumatizarlo, como mucho, adaptarlo y, por supuesto, revalorizarlo". El arquitecto propone una intervenci¨®n "pausada, natural".
El recorrido de ayer por las construcciones terminadas demostr¨® la fidelidad a los planteamientos del proyecto, con "tres nuevos edificios mutantes que se estructuran en torno a un patio": el de la biblioteca, el de los encuentros (auditorios, cafeter¨ªa) y el de las exposiciones temporales (comunicado con el edificio de Sabatini). Todos ellos terminan en terrazas p¨²blicas y de oficinas.
Nouvel se detiene en explicaciones sobre la biblioteca, en la que aplica "peque?os refinamientos que crean el recogimiento y la calidad de luz propicios para el estudio". A?ade que los auditorios y las salas de encuentros se han singularizado por su forma, heredada de la escenograf¨ªa, un "estuche de formas tensadas y de ¨¢ngulos redondeados, rodeado de terrazas-mirador".
Sobre el edificio de las exposiciones temporales, con dos salas que llevan el nombre de Nouvel (inauguradas hace un a?o con las exposiciones de Lichtenstein y Dal¨ª), se?ala las geometr¨ªas diferenciadas con mamparas orientables (se suelen cegar en los montajes). El arquitecto se detiene en el espacio de la plaza p¨²blica (con entrada por Atocha) y los paseos por las terrazas y bajo la cubierta perforada, que deja pasar la luz natural a la biblioteca, las exposiciones y al patio. "Un ala roja en color rojo ladrillo ligeramente brillante que refleja de manera imprecisa la fachada del museo y los ¨¢rboles. Un ala ligera del color de los tejados, un ala protectora y amistosa para expresar mejor al visitante que vela por ¨¦l".
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