Un fen¨®meno prodigioso
Alonso no falla, acaba tercero tras Montoya y Raikkonen y se convierte en el primer campe¨®n del mundo espa?ol
Cuando Fernando Alonso hizo la pole position en el circuito de Interlagos el pasado s¨¢bado, la historia parec¨ªa ya escrita. Los n¨²meros dec¨ªan que en las siete ocasiones anteriores en que hab¨ªa salido el primero, o hab¨ªa ganado la carrera o hab¨ªa concluido en el podio. Y ayer, en el Gran Premio de Brasil, eso le bastaba para poder levantar definitivamente los brazos y proclamarse no s¨®lo el primer campe¨®n espa?ol de la historia, sino tambi¨¦n el m¨¢s joven de la f¨®rmula 1. Y no fall¨®. Todo transcurri¨® tal como estaba previsto. Alonso no corri¨® excesivos riesgos, acab¨® tercero por detr¨¢s de los McLaren de Juan Pablo Montoya y de Kimi Raikkonen -el primer doblete del a?o para la escuder¨ªa brit¨¢nica-, y alarde¨® por todo el circuito de la efem¨¦rides que acababa de lograr.
No corri¨® riesgos y acab¨® por detr¨¢s de los McLaren, que firmaron un doblete inservible
Su primer t¨ªtulo mundial le llega a los 24 a?os, 1 mes y 27 d¨ªas. Y rompe de esta manera un r¨¦cord que hab¨ªa permanecido intacto durante los ¨²ltimos 33 a?os. Lo ostentaba el brasile?o Emerson Fittipaldi, que lo hab¨ªa conseguido en 1972, con 25 a?os, ocho meses y 29 d¨ªas. Aunque a Alonso este dato no parece causarle ninguna emoci¨®n especial, en el mundo del automovilismo internacional se preguntan ya hasta d¨®nde podr¨¢ llegar este asturiano que entr¨® en la F-1 precedido de la fama de ser el mejor en todas las categor¨ªas por las que hab¨ªa pasado, y que en s¨®lo tres a?os corriendo con un coche competitivo se ha proclamado campe¨®n mundial.
Todos sus gestos, sus dedos levantados en cada una de sus seis victorias de este a?o, los abrazos a su padre, Jos¨¦ Luis, el hombre que le ha seguido en toda su carrera, y a Flavio Briatore, el director de Renault que crey¨® en ¨¦l desde que Adri¨¢n Campos se lo present¨® en 2000, adquieren ahora sentido. Todo cuadra, los gestos, la ilusi¨®n, el intenso trabajo realizado desde que a los tres a?os se subi¨® a su primer kart forman ahora parte de un todo que desborda por completo las mejores previsiones del automovilismo espa?ol. Cuando ayer, Fernando Alonso vio la bandera de cuadros que le aseguraba la tercera posici¨®n y levant¨® los dos brazos del volante cerrando con fuerza sus pu?os, estaba abriendo una puerta que hab¨ªa permanecido cerrada para el automovilismo espa?ol desde la creaci¨®n del Mundial de F-1 en 1950.
"Es imposible encontrar palabras para decir lo que siento", confes¨® un Alonso que, por primera vez en muchos meses, dej¨® escapar sus emociones. "Estoy muy contento y muy emocionado. Al principio de la carrera luch¨¦ con los McLaren, pero despu¨¦s de la primera parada en boxes, vi que no los pod¨ªa alcanzar y me instal¨¦ en la tercera posici¨®n, controlando a Michael Schumacher. No quer¨ªa tomar riesgos hoy. Pens¨¦ en el t¨ªtulo desde la primera vuelta. En Suzuka, en la pr¨®xima carrera, todo ser¨¢ distinto, sin duda".
Su temporada ha sido espectacular. Alonso ha competido como un campe¨®n, mostr¨¢ndose siempre como el m¨¢s regular, el m¨¢s cerebral, sin cometer errores y ganando nada menos que seis carreras. Le quedan todav¨ªa dos grandes premios y esgrime la posibilidad de lograr alg¨²n otro triunfo para evitar as¨ª ser un campe¨®n con menos victorias que su principal rival, Raikkonen, que lleva tambi¨¦n seis. Quiere ser campe¨®n a lo grande. Pero eso son circunstancias menores que no van a enturbiar en absoluto la brillantez con que ha logrado su objetivo.
"Quiero felicitar a Fernando por su t¨ªtulo. Se lo ha merecido", afirm¨® un Kimi Raikkonen que, sin embargo, en el podio no hab¨ªa saludado a Alonso. El duelo entre el asturiano y el finland¨¦s debe marcar no s¨®lo las pr¨®ximas dos carreras, sino tambi¨¦n el futuro m¨¢s pr¨®ximo de la F-1. Su rivalidad puede marcar la historia de la misma forma que la marcaron Senna y Prost, en sus mejores a?os. Ahora, sin embargo, es el turno de Alonso. Su t¨ªtulo mundial le convierte en el mayor exponente del deporte espa?ol actual y su figura sobrepasa los l¨ªmites propios del deporte para convertirle en un personaje de ¨¢mbito social. Pero ¨¦l parece estar por encima de todo eso. Lo ¨²nico que cuenta para ¨¦l es que ya es campe¨®n mundial. Y justo cuando tuvo su t¨ªtulo asegurado dej¨® escapar toda la tensi¨®n. Subido en una rueda de su coche chill¨®: "?Uahhh! ?Campe¨®n!".
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