El sumiller
La noticia salt¨® este verano. Un nuevo tipo de etiqueta para vinos ha sido inventada en Italia. Consiste en un chip implantado en la botella, con una grabaci¨®n que se puede escuchar gracias a un peque?o dispositivo del tama?o de un paquete de cigarros. Esperaremos al mes de noviembre, cuando se anuncia su presentaci¨®n. Mientras tanto, se me ocurre que se puede decir adi¨®s al trabajo para las tiendas especializadas y los sumilleres.
Pegaremos el dispositivo a la etiqueta y venga, que nos cuente todo lo que el bodeguero en cuesti¨®n tenga grabado. Los mensajes ser¨¢n dignos de escuchar, siempre y cuando est¨¦ usted solo en el restaurante, porque ?se imagina un comedor de 20 mesas y todas escuchando lo que nos cuenta la etiqueta? El recreo de un parvulario iba a parecer una reuni¨®n de angelitos comparado con las comidas de trabajo.
A los alumnos de la Escuela Superior de Hosteler¨ªa que este a?o han terminado el primer ciclo del curso de sumilleres habr¨¢ que tranquilizarles. Por fortuna, la etiqueta en cuesti¨®n no llevar¨¢ datos de facturaci¨®n ni de estocaje. Sigue habiendo sitio en los restaurantes para ellos. Cada d¨ªa se agradecen y valoran m¨¢s los consejos de un buen sumiller a la hora de sentarse a la mesa, aunque no se puede dejar de comentar que los ciudadanos acuden a los restaurantes a comer y beber, no a que les den un curso r¨¢pido de cata. Y ello por no hablar de los que quieren deslumbrar con sus conocimientos al personal, que tampoco se trata de un examen.
Esto nos puede ocurrir en algunos establecimientos que cuentan con el sumiller de turno, porque resulta incomprensible, salvo raras excepciones, que una hosteler¨ªa como la nuestra, reconocida en todas las mejores gu¨ªas de gastronom¨ªa, estuviese a falta de profesionales del vino, un servicio que el cliente solicita cada d¨ªa m¨¢s. Se acabaron los tiempos en que las cartas de vinos se depositaban encima de la mesa como si fuesen un florero para que el comensal terminase por pedir el caldo que m¨¢s familiar le resultase.
El mundo del vino ha cambiado mucho en los ¨²ltimos veinte a?os. Las nuevas tecnolog¨ªas, los conocimientos del suelo y variedades permiten decir que en todo el Estado se elaboran grandes vinos.
A toda esta gente que se muestra inmovilista en torno al vino convendr¨ªa recordarles que miren a su vecino de negocio. Los que se preocupan de mantener una carta viva y actual son los locales que en este momentos m¨¢s vinos venden y facturan. Que dejen de mirar a los distribuidores de vinos como a meros vendedores. ?Acaso no se dan cuenta de que estos distribuidores son los que nos informan de las ¨²ltimas novedades, sin tener que gastar en viajes o publicaciones por nuestra parte?
Si se tiene una buena carta de vinos y se conocen los gustos de los clientes, el vender vinos nuevos puede resultar la cosa m¨¢s f¨¢cil del mundo. La inmensa mayor¨ªa de los clientes, cuando entran en un restaurante un otro local llegan con actitud de pasarlo bien y si ven conocimiento por parte de quien les atiende se dejar¨¢n aconsejar. La actitud que nunca se debe tomar es la de ser pedantes y colocar vinos caros aprovechando la buena voluntad del cliente.
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