Esto es lo que hay
Se hab¨ªa puesto tan alto el list¨®n de las expectativas que cierta desilusi¨®n era previsible. Lo que era m¨¢s dif¨ªcil imaginar era la magnitud de la protesta, porque Llu¨ªs Pascual y el equipo esc¨¦nico se llevaron una bronca monumental y los silbidos alcanzaron, en mayor o menor magnitud, a V¨ªctor Pablo P¨¦rez, Carlos ?lvarez, Mar¨ªa Bayo y alguno m¨¢s. En fin, no era para llevar las cosas a estos extremos. No es que yo piense ahora que la representaci¨®n fuese buena. No lo fue. Pero tampoco result¨® una cat¨¢strofe sino que tuvo, especialmente en el primer acto, un cierto tono confuso, desangelado, triste.
De entrada, se renunci¨® al lado giocoso del drama. Hay hist¨®ricamente muchas versiones oscuras, tr¨¢gicas, de esta obra, desde las de Furtw?ngler hasta las de Karajan, pero son coherentes con sus planteamientos. A V¨ªctor Pablo P¨¦rez se le vieron con claridad sus intenciones desde la 'Obertura'. La diferenciaci¨®n de los planos dram¨¢ticos y camer¨ªsticos era n¨ªtida, y en todo momento dej¨® respirar a los cantantes y estuvo pendiente de la escena. Empez¨® con lentitud y consigui¨® una lectura sin p¨¦rdidas de tensi¨®n, nada efectista, aunque, eso s¨ª, de extraordinaria transparencia. Quiz¨¢ le falt¨® una gota de chispa, pero no de precisi¨®n.
Don Giovanni
De Wolfgang A. Mozart. Con Carlos ?lvarez (Don Juan), Mar¨ªa Bayo (Do?a Ana), Jos¨¦ Bros (Don Octavio), Sonia Ganassi (Do?a Elvira), Lorenzo Regazzo (Leporello), Mar¨ªa Jos¨¦ Moreno (Zerlina), Jos¨¦ Antonio L¨®pez (Masetto) y Alfred Reiter (El Comendador). Coro y Orquesta Sinf¨®nica de Madrid. Director musical: V¨ªctor Pablo P¨¦rez. Director de escena: Llu¨ªs Pascual. Escenograf¨ªa: Ezio Frigerio. Figurines: Franca Squarciapino. Nueva producci¨®n. Teatro Real, Madrid, 30 de septiembre.
Llu¨ªs Pascual ambient¨® la obra en los a?os de posguerra. El primer decorado de Ezio Frigerio con las paredes en ruinas despu¨¦s de los bombardeos es sugerente. Despu¨¦s la escena de feria con los autos de choque y las bombillas de fiesta, con los disfraces y el aire de tiovivo, es m¨¢s discutible. Por la utilizaci¨®n limitada del espacio y porque la direcci¨®n de actores es muy unidimensional. Nadie seduce a nadie, no hay emociones y a duras penas sensaciones. En ese sentido de teatro humano, a lo Strehler, la escena mejor conseguida es la de Masetto y Zerlina, con las bicicletas, ya en la segunda parte, pero otros momentos clave como, pongamos por caso, el d¨²o de Don Giovanni y Zerlina La ci darem la mano es un modelo de torpeza.
Don Juan plano
Que un artista tan comunicativo como Carlos ?lvarez dibujase un personaje tan plano de Don Juan es algo no s¨®lo sorprendente sino incomprensible. A su lado tuvo un Lorenzo Regazzo como Leporello que dej¨® escapar sin pena ni gloria una escena tan brillante como la del aria del cat¨¢logo. Mar¨ªa Bayo no tuvo su d¨ªa m¨¢s fino, pero al menos puso las cotas de emoci¨®n m¨¢s altas de la noche en su aria del cementerio del segundo acto. Que su tesitura es m¨¢s l¨ªrica-ligera que la que defienden con rigidez los ortodoxos, pues s¨ª, pero Do?a Ana es un papel que ha llegado a cantar, por ejemplo, hasta Edita Gruberova en las m¨ªticas representaciones de Muti y Strehler en 1987 en La Scala de Mil¨¢n, y nadie se rasg¨® las vestiduras. Jos¨¦ Bros estuvo impecable en sus dos arias, Mar¨ªa Jos¨¦ Moreno demasiado contenida para lo que es ella, Sonia Ganassi con evidente correcci¨®n pero en alg¨²n momento fuera de estilo, Jos¨¦ Antonio L¨®pez irreprochable y Alfred Reiter pas¨® desapercibido.
Todo ello no impidi¨® que la ¨®pera se pudiese degustar en sus aspectos fundamentales, especialmente en un segundo acto en que todo discurri¨® con mayor fluidez. Quiz¨¢ la pretenciosa escena final, con los documentales del Nodo, y la tendencia continuada al exceso en las soluciones esc¨¦nicas calent¨® los ¨¢nimos. Una se?ora en la sala se consolaba recordando que la versi¨®n de Thomas Langhoff de esta ¨®pera en este teatro hace cinco a?os fue mucho peor. Y tantas y tantas ¨®peras han tenido soluciones esc¨¦nicas m¨¢s insatisfactorias que hay que pensar que aqu¨ª hay gato encerrado.
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