Destino turco
Los turcos despejaron ayer un nuevo destino vital: la Uni¨®n Europea. Llevaban m¨¢s de 40 a?os intent¨¢ndolo. Con penosas dificultades, los Veinticinco y Turqu¨ªa se pusieron de acuerdo en los t¨¦rminos de referencia para abrir las negociaciones de adhesi¨®n con el que puede ser en dos o tres lustros -lo que durar¨¢ este proceso- el pa¨ªs m¨¢s poblado de la UE, pero tambi¨¦n el m¨¢s pobre de cuantos han pedido el ingreso. A ello se suma la diferencia cultural que marca su mayor¨ªa musulmana, que se expresa hoy pol¨ªticamente en un Gobierno islamista moderado. El reto es may¨²sculo: Turqu¨ªa tendr¨¢ que cambiar, pero tambi¨¦n una Uni¨®n cuya frontera se ampliar¨ªa hasta Irak, Ir¨¢n y Siria.
La apertura de negociaciones de ingreso ya hab¨ªa sido acordada por el Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno en diciembre pasado, aunque Austria intent¨® bloquearla al pedir alternativas a la plena adhesi¨®n. Su opini¨®n p¨²blica, por rechazo a la inmigraci¨®n, es la m¨¢s opuesta a la perspectiva del ingreso turco. Pero al final dio su brazo a torcer. En esta Uni¨®n en la que, tras los noes franc¨¦s y holand¨¦s en los referendos sobre la Constituci¨®n europea, cada vez pesan m¨¢s las opiniones p¨²blicas, Austria no est¨¢ sola en su reticencia contra Turqu¨ªa: Chipre, Francia, Alemania y Holanda la siguen de cerca. Ankara debe comprender que para superar la larga carrera de obst¨¢culos que es toda negociaci¨®n de adhesi¨®n, y ¨¦sta a¨²n m¨¢s, deber¨¢ convencer no s¨®lo a los Gobiernos, sino a la ciudadan¨ªa europea.
Aunque la perspectiva europea ha generado una din¨¢mica de cambio, Turqu¨ªa debe avanzar mucho m¨¢s en su reforma interna, y en la democratizaci¨®n y respeto de los derechos humanos. Tambi¨¦n en este proceso deber¨¢ reconocer a Chipre tras aceptar ayer a rega?adientes el derecho de este pa¨ªs a entrar en la OTAN. De no ser por la importancia estrat¨¦gica de lo que est¨¢ en juego, la UE no habr¨ªa abierto negociaciones de adhesi¨®n con un Estado que no reconoce plenamente a uno de sus miembros. La reticencia turca a aceptar que la UE tiene l¨ªmites a su capacidad de absorci¨®n tambi¨¦n gener¨® tensiones. De nada sirve ignorarlos. Incluso la hibernada Constituci¨®n europea no ser¨ªa suficiente para dar cabida a Turqu¨ªa. El final de esta aventura no est¨¢ garantizado. Pero si lo que ahora empieza termina mal, ser¨¢ peor para todos.
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