A orillas de la Edad Media
Las ruinas de un gran castillo calatravo y de una ciudad visigoda yacen junto a la villa alcarre?a, a la vera del r¨ªo Tajo
Para ser un lugar chico, de poco m¨¢s de cien vecinos, Zorita de los Canes tiene ruinas a porrillo, m¨¢s que muchos de cien mil. En lo m¨¢s alto, dominando la majestuosa curva que traza el Tajo, est¨¢ el castillo de los Calatravos, el m¨¢s grande de Guadalajara. R¨ªo abajo, Rec¨®polis, la ¨²nica ciudad que edificaron los visigodos en sus dos siglos largos de reinado.
Y aguas arriba, la central nuclear Jos¨¦ Cabrejas, la m¨¢s antigua (1968), obsoleta e insegura de Espa?a: una inquietante muestra de arqueolog¨ªa at¨®mico-industrial que va a ser desmantelada en abril de 2006, si es que antes no desaparece sola.
A la entrada de Zorita, frente por frente de la muralla medieval, hay una baranda sobre el Tajo que parece puesta adrede para que el viajero olvide la proximidad de la central. Desde all¨ª se ve el r¨ªo pasar, ancho y solemne, con su s¨¦quito de fochas, ¨¢nades reales y garzas, entre campos de labor, alamedas y monumentales sauces llorones.
Hay que darse prisa para conocer este para¨ªso. Avanzan, como un c¨¢ncer, los chal¨¦s
El agua, verde como un elixir, parece cualquier cosa menos insana. Y, desde luego, no se ven peces fosforescentes, patos con dos cabezas, ni ninguna monstruosidad por el estilo. Hecha esta comprobaci¨®n, el viajero, ya m¨¢s tranquilo, se cuela por el arco de la muralla en el que sin duda es el pueblo m¨¢s cuco de la Alcarria, de callejuelas cuestudas, pulcras y enguijarradas; unas callejuelas que, por detr¨¢s de la posada, conducen al castillo, que fue conquistado por los cristianos en 1085, del que fue primer alcaide, el sobrino del Cid ?lvar F¨¢?ez Minaya, y en el que tuvo su cuartel general la poderosa orden de Calatrava a finales del siglo XII y principios del XIII. Pues usaban perros alanos para custodiarlo, la vieja Zorita musulmana fue bautizada de los Canes.
Entre las ruinas de la fortaleza destacan sus dos puertas: la norte, con arco exterior ojival e interior de herradura; y la sur, que est¨¢ adornada con cenefas de punta de diamante, bajo la torre albarrana. En la meseta cimera, se alza la iglesuela rom¨¢nica, con cripta excavada en la roca caliza y sepulcros de caballeros calatravos adosados a la fachada meridional. Y, por doquier, se descubren c¨¢maras subterr¨¢neas, trozos de murallas y terrazas que se?orean la vega por donde el Tajo pasa -bien lo dijo Cela- como un sult¨¢n.
Mirando hacia poniente, como a un kil¨®metro del castillo y sobre la misma orilla izquierda del r¨ªo, se divisan los restos de Rec¨®polis, la ciudad que Leovigildo fund¨® en 578 y a la que su hijo, Recaredo, dio nombre. Para lo que se usaba en la ¨¦poca, era una poblaci¨®n grandecita -30 hect¨¢reas- e importante -acu?¨® moneda-, pero por las razones que fueran, a mediados del siglo IX, los moros la abandonaron para construir Zorita, dejando all¨ª poco m¨¢s que la vieja iglesia visigoda, la cual ser¨ªa rehabilitada tras la reconquista como ermita bajo la advocaci¨®n de Nuestra Se?ora de la Oliva.
Un itinerario jalonado con paneles informativos gu¨ªa al visitante por el d¨¦dalo de viviendas, comercios, talleres de vidrio, cisternas, silos y dependencias palaciegas de Rec¨®polis.
El recorrido acaba, con buen criterio, en la iglesia, un templete de planta cruciforme inscrita en un rect¨¢ngulo, con una sala bautismal en la esquina noroeste, que es lo m¨¢s aparente del yacimiento y todo un logro para aquellos visigodos que, comparados con los cultos hispanorromanos a los que gobernaban, no eran precisamente unos lumbreras.
Desde Zorita, nada cuesta acercarse a la vecina Almonacid, villa donde se conservan restos casi completos de muralla y el recuerdo de Le¨®n Felipe, que fue aqu¨ª boticario antes que famoso poeta. Y luego llegarse, siguiendo las se?ales que rezan "Lago de Bolarque", al embalse donde el Tajo y el Guadiela se ayuntan, ocultos entre las angosturas calizas y pinariegas de la sierra de Altomira.
Hay que darse prisa para conocer este para¨ªso alcarre?o. No muy lejos avanzan, como un c¨¢ncer, los chal¨¦s de la urbanizaci¨®n Nueva Sierra de Madrid, un disparate ecol¨®gico, peor que una central nuclear.
Restaurantes y hoteles con historia
- C¨®mo ir. Zorita de los Canes se halla en el suroeste de Guadalajara, a 108 kil¨®metros de Madrid. Se va por la carretera de Valencia (A-3) hasta Villarejo de Salvan¨¦s y luego por la M-222, siguiendo las indicaciones viales hacia Valdaracete, Brea de Tajo, Driebes, Mazuecos, Albares, Almoguera y Zorita de los Canes.
- Qu¨¦ ver. Castillo de los Calatravos y ciudad de Rec¨®polis: ambos lugares permanecen abiertos todo el d¨ªa y su visita es gratuita.
- Alrededores. En Almonacid de Zorita (a 4 kil¨®metros): murallas del siglo XIII, plaza mayor con soportales, iglesia de Santo Domingo de Silos -finales del siglo XV- y embalse de Bolarque. En Pastrana (a 12 kil¨®metros): conjunto urbano medieval, palacio Ducal del siglo XVI, iglesia-colegiata -siglos XIV-XVII- y museo parroquial.
- Comer. Bar Zorita (tel¨¦fono 949 375 112): cocina casera riojana, con vistas al Tajo; 11 euros. El Abuelo (Albares; tel¨¦fono 949 380 116): revuelto de setas con ajetes, patatas con almejas y bacalao y, por encargo, cabrito asado en horno de le?a; 12-15 euros. El Coto (Albalate de Zorita; tel¨¦fono 949 377 038): lechal asado y carnes a la brasa; 19 euros. Cenador de las Monjas (Pastrana; tel¨¦fono 949 370 101): cocina creativa en un comedor que rezuma historia; 28 euros.
- Dormir. Posada de Zorita (tel¨¦fono 949 355 112): situada junto al castillo, dispone de 15 habitaciones, mirador, porche y sal¨®n con chimenea; doble, 54 euros. Las Nubes (Albalate de Zorita; tel¨¦fono 949 826 897): arquitectura moderna en una apartada orilla del Tajo, con impresionantes vistas; 125 euros. La Aljama (Pastrana; tel¨¦fono 949 370 270): casa del siglo XV, en la antigua juder¨ªa de la villa ducal; 72 euros. Hospeder¨ªa Real de Pastrana (Pastrana; tel¨¦fono 949 371 060): en el antiguo convento del Carmen; 64 euros.
- M¨¢s informaci¨®n. En el Ayuntamiento de Zorita (tel¨¦fono 949 376 923). En Internet: www.zoritadeloscanes.com y www.dguadalajara.es
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