Morente sue?a su Alhambra
Luis Cernuda, Mar¨ªa Zambrano, Cervantes, Astor Piazzolla, Pat Metheny, Ute Lemper, Khaled, Blanca L¨ª, Tomatito y otros acompa?an al cantaor en su nuevo proyecto. Un CD y un documental inspirados muy libremente en el monumento granadino. "La Alhambra siempre ha sido la casa del dictador", dice.
A 31 de agosto de 2005. Siete y media de la tarde. Enrique Morente (Granada, 1942) acaba de terminar de mezclar su nuevo disco en los Estudios Sonoland. Parece feliz: "Han salido diez temas", dice, "o a lo mejor doce".
?Y qu¨¦ tal, ha quedado satisfecho? "Bueno, como mi voz cada vez se parece m¨¢s a la de mi perro, he tratado de esconderla por ah¨ª como si fuera un instrumento m¨¢s? Pero no s¨¦ c¨®mo, estos chicos (los t¨¦cnicos de sonido) han conseguido ponerla delante y no suena mal del todo. Y es curioso, pero mi nieto Curro dice que lo que m¨¢s le gusta es el perro".
Ahora s¨®lo hay un problema, a?ade con sorna El Ronco del Albaic¨ªn: varios de los 10 temas del disco no aparecen en el documental que es el origen del proyecto Morente sue?a la Alhambra. Y al rev¨¦s: algunas canciones de la pel¨ªcula, que se estrena en los cines el 24 de octubre, no est¨¢n en el disco, que ha salido a la calle a finales de septiembre.
"Mi voz se parece cada vez m¨¢s a la de mi perro. A mi nieto le gusta"
"Quer¨ªa reflejar la inspiraci¨®n que produce el sonido de los p¨¢jaros"
"Hoy sabemos que cuesta una vida entera aprender flamenco"
"Las letras son s¨®lo un clavo donde colgar la expresi¨®n"
De las colaboraciones de la artista alemana Ute Lemper (que en la pel¨ªcula canta el Vals en las ramas de Garc¨ªa Lorca en ingl¨¦s y moviendo el abanico por los jardines) y del cantante argelino Khaled, cuyo vozarr¨®n sonriente destaca entre los 90 minutos del documental que ha producido ?tico 7, ha dirigido Jos¨¦ S¨¢nchez-Montes y ha fotografiado Jos¨¦ Luis L¨®pez Linares, no hay rastro en el CD, aunque s¨ª estar¨¢n en el DVD que se editar¨¢ en 2006.
Igual que en la pel¨ªcula no hay noticias de La ¨²ltima carta, la sobrecogedora creaci¨®n polif¨®nica por martinetes que cierra el disco, compuesta por Morente a partir del texto escrito por Cervantes al conde de Lemos cuatro d¨ªas antes de morir. Y lo mismo sucede con el taranto cl¨¢sico y profundo que el cantaor ha grabado con la guitarra de Juan Habichuela. S¨¢nchez-Montes s¨ª ha conseguido incluir por fin el tangazo de Astor Piazzolla Chiquil¨ªn de bach¨ªn, una letra de arrabal y denuncia perfecta para su nueva voz canina.
Al principio, la discogr¨¢fica, Emi, pens¨® limitarse a editar el CD con la banda sonora de la pel¨ªcula. Pero la imaginaci¨®n desbordante de Morente fue cambiando los planes. "Quise hacerme cargo de la producci¨®n del disco, y, como siempre, me li¨¦", dice.
Empez¨® a quitar cosas, a cambiar otras y a a?adir bastantes, con lo cual El sue?o de la Alhambra ha tenido tambi¨¦n su pesadilla (la de la discogr¨¢fica).
?H¨¢bil operaci¨®n de marketing del rey de la anticomercialidad? No, que no teman los morentistas: en los dos formatos sigue siendo ¨¦l en estado puro: gal¨¢ctico a ratos, cl¨¢sico en otros, imprevisible. M¨¢s o menos inspirado, pero siempre imaginativo y lo m¨¢s lejos posible del t¨ªpico producto facil¨®n y blandengue.
Y, si se piensa, la cosa tiene su l¨®gica. Por el rodaje fueron pasando estrellas de medio mundo. Gente a la que Morente quer¨ªa conocer y gente que quer¨ªa conocerlo a ¨¦l. Y con algunos la conexi¨®n funcion¨® mejor que con otros.
En cabeza de esa clasificaci¨®n, el guitarrista de jazz Pat Metheny, que colabora en dos temas esenciales del disco. El primero es Generalife, un verdadero himno a la belleza: arranca con la voz de Estrella Morente imitando los trinos de los p¨¢jaros de la Alhambra; luego, su padre canta una breve canci¨®n medieval espa?ola, la enlaza con uno de los poqu¨ªsimos poemas que escribi¨® la fil¨®sofa Mar¨ªa Zambrano, y entretanto Metheny hace diabluras flamencas con su guitarra el¨¦ctrica.
El jazzero estadounidense s¨®lo hizo un comentario al acabar de grabar: "Nunca hab¨ªa o¨ªdo nada tan bonito".
La otra colaboraci¨®n con Metheny, "el guitarrista que m¨¢s ha influido en los tocaores flamencos modernos" a juicio del cantaor, es Donde habite el olvido. Lo ha compuesto Isidro Mu?oz (hermano de Manolo Sanl¨²car) sobre un poema de Luis Cernuda, poeta sevillano y exiliado, de la generaci¨®n del 27, al que Morente nunca hab¨ªa cantado: ah¨ª Metheny es m¨¢s la atm¨®sfera que la base, pero el nivel musical es estratosf¨¦rico.
El doble sue?o morentiano de la Alhambra tiene una compleja mezcla de desgarro, fantas¨ªa, sutileza, poes¨ªa, buen gusto y cari?o a la m¨²sica; el disco recuerda a ratos al Omega: conviene escucharlo con cascos y los ojos cerrados. La pel¨ªcula, que tambi¨¦n muestra el arte de Tomatito y los bailaores Israel Galv¨¢n y Blanca Li, tiene el atractivo extra de incluir im¨¢genes del archivo de TVE, reportajes en blanco y negro de los a?os setenta en los que Morente aparece en la Alhambra con Pepe Habichuela y se adivina ya al cantaor del futuro, libre, ir¨®nico y creador.
Como cuando dice a la c¨¢mara: "Digo yo que cada uno tendr¨¢ que ir cantando flamenco a su manera, porque no nos vamos a pasar la vida imitando todos al mismo se?or, ?no?".
Unos d¨ªas despu¨¦s de ese primer encuentro en Sonoland, Morente recibe a EPS por segunda vez, ahora en Granada, para la entrevista propiamente dicha.
Durante la degustaci¨®n de un ajoblanco exquisito en el parador de la Alhambra, el cantaor cuenta an¨¦cdotas hilarantes de sus a?os de aprendizaje, cuando acababa de llegar a Madrid y le llamaban Enrique el Grana¨ªno y se instal¨® en el tablao Zambra a aprender de los grandes monstruos flamencos de la ¨¦poca.
A?os de fatigas y de noches, de humor terap¨¦utico y amarguras ("un polic¨ªa me detuvo una noche y me llev¨® a la DGS porque cuando me pregunt¨® lo que hac¨ªa le dije: 'Soy cantaor flamenco, la otra cara de la moneda de lo que es usted"). Y a?os de aficionados tan cabales como los Huarte: "Para el cumplea?os de una de sus hijas peque?as organizaron una actuaci¨®n flamenca en la casa. Me llev¨¦ a Manzanita y a Peric¨®n de C¨¢diz y fue un exitazo".
Luego, breve paseo y larga sesi¨®n de fotos entre turistas; cari?oso encuentro con su hermano, que es conductor de taxi, y sobremesa en su casa del Albaic¨ªn, con las mejores vistas sobre el monumento m¨¢s visitado de Espa?a.
Un fabuloso cuadro rojo de su amigo Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia preside el sal¨®n, y mientras escuchamos una selecci¨®n de flamenco cl¨¢sico y suena el eco rancio de Pepe de la Matrona y Rafael Romero, su mujer, Aurora Carbonell, le vacila un poco: "?Aprende a cantar, Enrique Morente!".
Por el tono del disco, tan serio y a ratos tan dram¨¢tico, parecer¨ªa que tiene que ver m¨¢s de lo esperable con 'El peque?o reloj', su disco anterior.
Pues alguna familiaridad tiene que tener, seguramente m¨¢s de las que yo le veo, porque el otro d¨ªa tuve que acabar quitando una letra que hab¨ªa grabado; de repente me di cuenta de que estaba tambi¨¦n en el anterior disco?
Pero este disco sale en teor¨ªa del documental, ?no?
S¨ª, s¨ª, viene de la pel¨ªcula, del documental. Es mi visi¨®n de la Alhambra, aunque las torres seguramente han salido de hierro?
?Y c¨®mo se dej¨® liar para que le hicieran una pel¨ªcula? Siempre se ha resistido mucho.
Todav¨ªa no lo s¨¦? S¨¢nchez-Montes se empe?¨® y me convenci¨®. Cantar en la Alhambra y con todos esos artistazos es un sue?o, realmente. ?Pero yo con las c¨¢maras soy un in¨²til! Es tan fr¨ªo todo? "Cuente su vida, hable". Y s¨ª, hablo, pero cada vez cuento una cosa distinta, ?y todas son mentira! Les he pedido que corten trozos de m¨ª diciendo tonter¨ªas y que metan m¨¢s m¨²sica?
El disco es duro a ratos, pero tambi¨¦n es dulce y acu¨¢tico, como en 'Generalife', el tema que canta con la guitarra de Pat Metheny y con la letra de Mar¨ªa Zambrano?
Bueno, el agua es una parte muy importante de la Alhambra, pero el problema era ?a qu¨¦ agua le cant¨¢bamos? Yo vi un tif¨®n que nos amenazaba? Menos mal que vino Ariel, un amigo de Nueva York que ahora vive aqu¨ª enfrente, con ese poema de Zambrano. Es una mujer y fil¨®sofa maravillosa. No me lo pens¨¦ y lo cant¨¦.
?Y lo de la ¨²ltima carta de Cervantes?
Qu¨¦ puedo decir. Salgo por los cerros de ?beda cuando menos me lo espero. El texto es tan impresionante que me pareci¨® que hab¨ªa que ponerlo para cerrar el disco. Habr¨¢ gente que dir¨¢ qu¨¦ co?o pinta Cervantes ah¨ª. Bueno, pues se ve la Alhambra y se ve a Cervantes?
?Y c¨®mo ha sido hist¨®ricamente su relaci¨®n con la Alhambra?
Antes m¨¢s que ahora hab¨ªa muchos granadinos que jam¨¢s hab¨ªan entrado en ella. A m¨ª me toc¨® conocerla de ni?o. Iba los domingos con una vecina a llevar flores a la tumba de su hermana, La Trini, que eran como de la familia, al cementerio que est¨¢ al lado de la Alhambra. Los guardias eran amigos y nos cog¨ªan las flores de la misma Alhambra, y, por la noche, despu¨¦s del cementerio, pas¨¢bamos a tomar algo a su casa, que estaba al lado del gran estanque verde. As¨ª que me ha tocado vivirla desde ni?o, de d¨ªa y de noche. A veces iba yo solo a por las flores por la ma?ana? Aparte, luego, cuando me hice ingeniero de la informaci¨®n, o sea orejas, o sea gu¨ªa para turistas, a veces sub¨ªa hasta la Alhambra desde la catedral y les dec¨ªa: "Mire, esta parte de aqu¨ª la hizo Franco, y esa de all¨ª, Jos¨¦ Antonio". Se part¨ªan de risa, claro.
?Y le daban buena propina?
S¨ª. Con la Alhambra me liaba mucho, pero la catedral me la sab¨ªa mejor, porque era monaguillo all¨ª. Yo creo que de ah¨ª me viene el amor por la pintura, de ver la Pur¨ªsima, de Alonso Cano, que est¨¢ en la sacrist¨ªa y es una de las grandes bellezas del mundo.
?Y ahora qu¨¦ tal se lleva con la Alhambra?
La conoc¨ª m¨¢s de ni?o. Hoy es otra Alhambra, hasta las flores huelen de otra manera. Aunque siempre me ha maravillado ese olor?
?Y de joven ligaba all¨ª?
Ligar all¨ª s¨®lo ligas si te levantas muy temprano?
?As¨ª que s¨®lo le sugiere muerte, religi¨®n, franquismo??
Bueno, yo no soy un experto en la historia del monumento, pero todos tenemos esa idea de los m¨²sicos ciegos de la Alhambra que tocaban mientras se ba?aban las mozas, y hemos o¨ªdo las leyendas de los calabozos? Vista desde fuera es una fortaleza, tiene esas torres tan enormes, es la imagen del poder¨ªo? Y frente a esas torres est¨¢ el Albaic¨ªn, donde viv¨ªa el pueblo, que nunca iba all¨ª. La Alhambra era como la zona residencial y el Albaic¨ªn el pol¨ªgono de las chabolas, y no se mezclaban. Lo cual quiz¨¢ puede significar que a veces en las chabolas hay tanta belleza o m¨¢s que en la casa del patr¨®n.
No se entiende bien? ?Nunca pens¨® en ella como en un sitio bello, paradis¨ªaco?
Bueno, siempre la vi como una fortaleza militar, como una potencia, como la casa del dictador a la que llega otro dictador, echa al que viv¨ªa all¨ª y se establece ¨¦l. Siempre ha sido la casa del dictador, del que m¨¢s manda, del m¨¢s listo o del m¨¢s sinverg¨¹enza. All¨ª no siempre se pod¨ªa entrar? Era las afueras, el bosque?
?Qu¨¦ pasar¨ªa all¨ª durante la Guerra Civil?
Pues supongo que tuvieron que subir a mucha gente para fusilarla. All¨ª est¨¢ el cementerio? Si lo piensas, todos estos monumentos est¨¢n llenos de sangre. En contraste con su enorme belleza arquitect¨®nica, chorrean sangre? Las pir¨¢mides de Egipto chorrean de asesinatos y de cr¨ªmenes y de cosas bellas. Como la vida? Pero no vamos a ponernos t¨¦tricos, no vaya a ser que perdamos 3.000 visitantes mensuales y se hunda la econom¨ªa granadina?
As¨ª que su sue?o ha consistido m¨¢s en una huida que en una inmersi¨®n?
S¨ª, es posible que sea m¨¢s un vuelo por encima de las torres, un escape?
O sea que tambi¨¦n es una especie de resumen de su vida y su carrera.
S¨ª, me fui siendo muy joven de Granada a Madrid, y ahora no puedo evitar verla todos los d¨ªas: ah¨ª est¨¢. Es de una belleza emocionante, nunca te cansas de verla, cada d¨ªa parece distinta, de un color diferente, es sin duda una de las grandes maravillas del mundo? Pero eso es como lo de mi madre, que cuando quer¨ªa presumir de que su hijo cantaba dec¨ªa que me hab¨ªa parido mirando a la Alhambra, y luego cuando quer¨ªa que trabajara y me ve¨ªa que ven¨ªa de cantar, me dec¨ªa: "?Pero otra vez te ha dao por cantar? ?Vaya carrera llevas, hijo m¨ªo!".
Entonces la Alhambra es met¨¢fora de varias de sus paradojas?
S¨ª, una vez m¨¢s, ah¨ª est¨¢n todas mis contradicciones. He querido ser fiel al gui¨®n, pero yo siempre quise volar desde la Alhambra hacia fuera. Por eso hay algunos temas que reflejan que me he ido, y que me sigo yendo, bastante lejos. Si voy a Argentina, me acuerdo de Piazzolla? Tambi¨¦n he tenido encuentros con m¨²sicos ¨¢rabes, como Chekala, y en la pel¨ªcula hay un tema de Khaled?
Que por cierto no est¨¢ en el disco.
Quiz¨¢ la gente espere que el disco suene a m¨²sica, digamos, andalus¨ª, pero lo que quer¨ªa reflejar sobre todo son las consecuencias de la inspiraci¨®n que produce el sonido de los p¨¢jaros y los ruise?ores de la Alhambra? Y ah¨ª est¨¢n los martinetes, las siguiriyas, algo de m¨²sica antigua castellana? El cante jondo tiene tantos sonidos ¨¢rabes que tampoco hac¨ªa falta mucho m¨¢s. Bueno, tambi¨¦n hay algo de gospel? Y est¨¢ bastante m¨¢s presente mi perro de lo que yo cre¨ªa que iba a estar.
Su perro, 'El Ronco'?
S¨ª, s¨ª; mi voz cada vez se parece m¨¢s a la de mi perro; ja, ja.
Por contraste, hay mucha invenci¨®n musical. ?El perro compone?
Algunos temas prefiero encarg¨¢rselos a otros, y de hecho hay uno de Isidro Mu?oz, Donde habite el olvido, que es una belleza. Pero de esos temas me siento tan responsable como de los que compongo yo. Es posible que haya m¨¢s temas raros que en discos anteriores, pero eso no depende de si los compongo yo o no.
?Le ha convertido el tiempo en mejor compositor?
El tiempo ayuda, pero todo depende de c¨®mo te coja la cabeza, de c¨®mo est¨¦n los tiempos? Javier Lim¨®n y El Ni?o Josele me ayudaron mucho en el disco anterior, disfrut¨¦ mucho con ellos, y el resultado es igualmente v¨¢lido.
?Y c¨®mo fue la experiencia de tocar con Pat Metheny?
Fant¨¢stica, es una persona extraordinaria y uno de los mejores guitarristas del mundo en cuanto a calidad, aparte de un virtuoso. Con eso est¨¢ dicho todo.
?Se entendieron bien?
S¨ª, vino con su mujer y sus dos hijas, muy guapas; estuvimos unos d¨ªas juntos y nos llevamos muy bien. No necesit¨¢bamos ni int¨¦rprete. Es una persona muy expresiva. Es amigo de Vicente Amigo, y me hubiera gustado hacer algo con los dos juntos, pero no pudo ser. Como dice Cervantes en su carta, "el tiempo es breve?".
Las ansias crecen?
Y las esperanzas menguan?
?Qu¨¦ dir¨ªa que tiene este disco de distinto, de nuevo?
Seguramente que cada vez coge uno la tijera con m¨¢s dureza, que trata uno de simplificar lo m¨¢s posible. En el fondo, si me descuido hago una antolog¨ªa por sole¨¢, casi todos los temas est¨¢n hechos en tiempo de sole¨¢.
Usted siempre intentando pegar el pelotazo?
Yo no s¨¦ de d¨®nde salen los discos ni por qu¨¦ se hacen. Pero si te das cuenta al acabarlo, el disco te ha hecho a ti, t¨² no has hecho el disco. Es incre¨ªble, pero es as¨ª. Pero ahora ya est¨¢ acabado y no hace falta m¨¢s an¨¢lisis.
Sorprende que haya vuelto a grabar un tema con la guitarra de Juan Habichuela, que lleva ya y¨¦ndose una temporada.
S¨ª, Chano Lobato dice que Juan se va m¨¢s que El Manisero, ja, ja. Ojal¨¢ se siga yendo mucho tiempo. En ese taranto la guitarra le suena preciosa, y por eso, aunque la cinta se acab¨® de pronto en el segundo cante, en un momento de mucha inspiraci¨®n, decid¨ª dejarlo.
?El estudio es el sitio donde explota su creatividad?
La creatividad suele surgir en el estudio, s¨ª, pero la expresi¨®n var¨ªa mucho de unos discos a otros: la expresi¨®n m¨ªa m¨¢s fuerte est¨¢ en el directo. En el disco no pongo m¨¢s que el concepto? ?Porque no tengo m¨¢s que poner!
?Cree que si hubiera estudiado m¨²sica pondr¨ªa m¨¢s cosas, o m¨¢s f¨¢cilmente?
Eso no se puede saber. Me gustar¨ªa poder orquestar como Falla, Chaikovski o Debussy, pero yo hago las cosas con los c¨®digos que me ha dado el flamenco. Son carreras distintas. Lo que pasa es que hoy sabemos que cuesta una vida entera aprender la carrera de flamenco. A m¨ª me gustar¨ªa tener otra carrera? Pintar como Picasso, por ejemplo, aunque ahora estoy enamorado de Renoir. Vi en Chicago un cuadro suyo de una mujer con un ni?o en un parque, y no s¨¦ si porque lo asoci¨¦ con mi hija Estrella y mi nieto o por qu¨¦, pero me emocion¨¦.
Algunos dir¨¢n que este disco tiene demasiada? fusi¨®n.
Fusi¨®n? Los nombres son siempre etiquetas perecederas, pero es verdad que ahora la comunicaci¨®n y el entendimiento con los m¨²sicos es m¨¢s f¨¢cil que nunca, y es muy bonito intercambiar sentimientos con m¨²sicos de un sitio y de otro. Yo creo que no debemos ser ajenos a ning¨²n sonido que nos importe o que tenga sentimiento.
?La m¨²sica ayuda a entender mejor el mundo o s¨®lo a sobrellevarlo?
A las dos cosas. Es una forma de soportarlo y una esperanza de entendimiento. A m¨ª no me gusta la m¨²sica elitista de ning¨²n g¨¦nero, me gusta la m¨²sica que sirva para muchos, no para pocos. La prepotencia de las figuras, la seguridad de creerse el artista mayor de la humanidad? Prefiero un m¨²sico sencillo de la calle a la pedanter¨ªa de una gran figura.
?Nombres?
Insolentes ya estamos muchos, y la definici¨®n nos puede rozar a todos en un momento dado, as¨ª que mejor no citar a nadie.
Pues ¨¦ste no es lo que se llamar¨ªa el disco habitual de un cantaor sencillo?
Lo cual quiere decir que, una vez m¨¢s, est¨¢ en contradicci¨®n con lo que quisiera haber hecho?
Hablando de esperanzas, en el ¨²ltimo disco hab¨ªa un tema dedicado a Lula?
Al poner el t¨ªtulo ya me advirti¨® Javier Lim¨®n, con sensatez, de que los pol¨ªticos cambian? Igual me equivoqu¨¦, pero de todas formas sigo pensando que es un gran hombre?
Pero las cabezas est¨¢n cada vez peor en general, ?no?
Es como si el ser humano no tuviera arreglo, s¨ª.
Lo que pas¨® en Nueva Orleans, ?c¨®mo lo ha vivido?
Esa jaur¨ªa humana que sale a la calle a aprovecharse de la situaci¨®n agonizante de los dem¨¢s demuestra c¨®mo somos. Queremos ser buenos, pero seguimos estando vivos de milagro: "?Vamos, vamos, aprovechemos que en esa casa s¨®lo queda uno sin ahogarse y le quitamos el armario y la silla!". Estamos vivos porque le da la gana a la Virgen.
La Tierra es un sitio peligroso.
La esperanza est¨¢ en otros planetas. Si encuentran alguno con un ¨¢rbol y un cubo de agua para ba?arse me iba. Esto es una merienda de? blancos.
?Los discos son un refugio?
Los discos? ?se de los discos no soy yo, ¨¦se es el camino hacia el que yo quisiera ir.
As¨ª que, como dice esa letra flamenca por cabales, "¨¢brase la tierra, que pa vivir as¨ª, como yo estoy viviendo, prefiero morir?".
Eso es s¨®lo una letra del repertorio. Lo importante es la expresi¨®n.
?El grito?
O el susurro. El cante es eso. Tenemos la suerte de que el flamenco tiene un acervo de letras de alta calidad, pero tampoco importa mucho: las letras son s¨®lo un clavo donde colgar la expresi¨®n.
As¨ª que ya s¨®lo nos queda escuchar y leer.
Yo le¨ªa m¨¢s antes, le¨ª bastante, pero ahora cada vez le dedico menos tiempo. Gracias a los trabajos o a los encargos, la creaci¨®n me obliga a retomar la lectura. Al hacer el tema para el Museo Picasso que me encarg¨® Carmen Jim¨¦nez, descubr¨ª que hab¨ªa escrito muchas cosas, sus recuerdos malague?os de infancia. Ahora he descubierto a Mar¨ªa Zambrano: empec¨¦ poniendo una foto suya en el espect¨¢culo de Estrella como s¨ªmbolo de mujer vanguardista, y acab¨¦ disfrutando mucho ley¨¦ndola, un rengl¨®n tras otro, intuyendo m¨¢s bien lo que dice pero maravill¨¢ndome? Una persona que lee y otra que no lee son muy diferentes. Aunque hay gente que lee que es muy mala tambi¨¦n? Ja, ja.
El disco 'Morente sue?a la Alhambra' est¨¢ publicado por EMI. La pel¨ªcula se estrena el 24 de octubre.
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