Los realismos modernos dominan el arte de entreguerras

La modernidad no es signo de vanguardia. Esta idea atraviesa la exposici¨®n Mimesis. Realismos modernos, 1918-1945, que con 145 pinturas explica una nueva idea de arte moderno que no coincide con el de las vanguardias hist¨®ricas. El arte de entreguerras, con Hopper, Solana, Dix, Balthus, Derain, Mir¨®, De Chirico, forma una realidad del mundo presentada con objetividad y que acaba con una mirada tr¨¢gica.

El Museo Thyssen-Bornemisza (paseo del Prado, 8, www.museothyssen.org) y la Fundaci¨®n Caja Madrid (plaza de san Mart¨ªn, 1, www.fundacioncajamadrid.es) comparten desde ayer y por quinta vez la organizaci¨®n y los espacios de una exposici¨®n, planteada por Tom¨¤s Llorens como comisario para desarrollar un arte de entreguerras que busca la objetividad y la realidad. Fue presentado por Guillermo Solana, en su primera actuaci¨®n p¨²blica como conservador-jefe del Thyssen, cargo ocupado por Llorens durante 14 a?os, como un proyecto personal en donde "los realismos no son la contramodernidad".

El trabajo de Llorens sobre la modernidad presenta un nuevo retorno al orden, seg¨²n Solana, con una pintura de solidez, una obsesi¨®n por la objetividad y amor al oficio. "Tambi¨¦n presenta un estado de ¨¢nimo sombr¨ªo de una ¨¦poca sombr¨ªa, en una atm¨®sfera inquietante, tenebrosa y opresiva". Destac¨® la presencia de artistas espa?oles en el contexto internacional, como Solana, Mir¨® y Francesc Domingo.

Llorens sit¨²a los realismos modernos a partir de la I Guerra Mundial, con un nuevo ambiente cultural por los cambios pol¨ªticos, econ¨®micos y de vida cotidiana del mundo. "La generaci¨®n de artistas de esta exposici¨®n se abr¨ªa a un mundo nuevo, con unas grandes ganas de cambio, un tiempo nuevo con mayores esperanzas y un cierto optimismo".

La exposici¨®n tiene como precedentes, seg¨²n Llorens, la propuesta de Jean Clair sobre los realismos en el Pompidou de 1983 y su propio proyecto del montaje de Forma, sobre el ideal cl¨¢sico en el arte moderno, en 2001. Las diferencias est¨¢n en presentar los realismos como la corriente central de la modernidad -incluye artistas europeos y americanos-, con una red de afinidades entre ellos ("la modernidad es fruto de una conciencia de la historia") y una estructura tem¨¢tica.

El Thyssen inicia el panorama de realismos con naturalezas muertas (Morandi, Casaroti, De Chirico, Ket, Sheeler), los retratos (Derain, Dix, Toorop, Koch, Casaroti) e interiores con figuras (Bellows, Solana, Vallotton) para seguir en Caja Madrid, con la gran ciudad (Beckmann, Foujita, Domingo), los paisajes (Mir¨®, Benton, Orozco, Siqueiros, Orozco) y el artista frente a la historia, con obras de Julio Gonz¨¢lez, Jean Fautrier y John Heartfield. La exposici¨®n estar¨¢ abierta hasta el 8 de enero de 2006 (venta anticipada en El Corte Ingl¨¦s).