Marruecos concluye en Guleimin la repatriaci¨®n de miles de subsaharianos
Inmigrantes entrevistados en una base militar confirman que los abandonaron en el desierto
"?Espa?a, racista!; ?Marruecos, asesino!", vociferaba un joven camerun¨¦s mientras otro compatriota suyo escup¨ªa a la c¨¢mara de televisi¨®n que le filmaba. La despedida del ¨²ltimo contingente de subsaharianos repatriados por v¨ªa a¨¦rea desde Marruecos tuvo tintes agresivos, aunque inmigrantes y polic¨ªas marroqu¨ªes no llegaron a las manos. Rabat concluy¨® ayer la expulsi¨®n de 970 extranjeros desde Guleimin, una ciudad en las puertas del desierto.
"?Espa?a no nos quiere; Espa?a, racista", gritaba un camerun¨¦s antes de subir al avi¨®n
Siete vuelos especiales de Royal Air Maroc (el ¨²ltimo despeg¨® ayer rumbo a Douala, Camer¨²n) evacuaron desde este aeropuerto militar del sur de Marruecos a inmigrantes de cinco nacionalidades. La semana pasada Rabat repatri¨® a sus expensas desde Oujda (noreste) a otros 1.600, exclusivamente senegaleses y malienses. "Su regreso ha sido voluntario", explic¨® a pie de pista Ahmed Hindi, el wali (delegado del Gobierno) de Guleimin. "Las miradas de estos j¨®venes son a la vez tristes, porque dejan Marruecos, y de satisfacci¨®n, porque vuelven a casa", a?adi¨® mientras, a su lado, los representantes de tres pa¨ªses africanos asent¨ªan.
M¨¢s que tristes o alegres las miradas de los cameruneses mostraban agresividad, sobre todo cuando vieron a la prensa y empezaron a protestar a trav¨¦s de las ventanillas de los autobuses que les conduc¨ªan a la pista. "Esto no acaba aqu¨ª, nos vengaremos con los comerciantes marroqu¨ªes que viven en mi pa¨ªs", exclamaba un joven. "?Espa?a no nos quiere, Espa?a racista!", repet¨ªa otro camerun¨¦s.
Mientras sub¨ªan las escalerillas del avi¨®n, varios pronunciaban el nombre de un cargo de la polic¨ªa de Nador, la ciudad pegada a Melilla, al que acusaban de haberles robado tel¨¦fonos m¨®viles y dinero cuando ya estaban detenidos, despu¨¦s de que fracasara su salto de la verja.
"Yo me voy llorando porque dejo aqu¨ª a mis hermanos fallecidos en el desierto", clamaba un joven corpulento. Alud¨ªa a la deportaci¨®n, el 3 de octubre, a una zona semides¨¦rtica en Bouafra, de cientos de subsaharianos, algunos de los cuales pudieron fallecer antes de que las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes decidiesen rescatarles de all¨ª. Las ONG no encontraron, sin embargo, cuerpos sin vida en el ¨¢rea.
"?Crees que se nos puede echar as¨ª, sin ni siquiera darnos zapatos?", se indignaba otro camerun¨¦s, que caminaba por la pista descalzo. "Le aseguro que hace 15 minutos todos ten¨ªan calzado", replicaba, enfurecido, Mougnol Amoungam, encargado de negocios de la Embajada de Camer¨²n. "Unos cuantos se los han debido quitar para poder as¨ª montar un n¨²mero", a?ad¨ªa.
A su lado, otro diplom¨¢tico, el c¨®nsul maliense, Maiga Abdul¨¢, se?al¨® que hace d¨ªas hab¨ªa estado en T¨¢nger visitando a 49 compatriotas, sobre un total de 73 subsaharianos devueltos por Espa?a a Marruecos el 6 de octubre. "Muchos estaban heridos, con cortes profundos que se hab¨ªan hecho al saltar la verja", recordaba. "?Por qu¨¦ no haberles dado la oportunidad de quedarse?", se preguntaba. "Hubiese sido m¨¢s humano".
En un inusitado esfuerzo de transparencia, Rabat organiz¨® ayer una visita de prensa a esa base. Junto con otros muchos, Moyo Blanchard, congole?o de 25 a?os, se precipit¨® ante las c¨¢maras ense?ando su documentaci¨®n caducada de solicitante de asilo expedida por el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR). "Me pillaron en una redada en Rabat, cuando sal¨ª a comprar medicinas, e hicieron caso omiso de mis papeles", se lamenta.
"?Tome nota de mi n¨²mero de solicitante de asilo!", gritan al un¨ªsono una docena de congole?os pidiendo ayuda para no ser devueltos a su pa¨ªs. El ACNUR no ha enviado a ning¨²n funcionario a comprobar su situaci¨®n, pero no est¨¢ claro si es por desinter¨¦s, como lo aseguran los candidatos a refugiado, o porque las autoridades marroqu¨ªes no se lo han permitido, como da a entender la propia organizaci¨®n.
Un viaje en helic¨®ptero militar por el norte del S¨¢hara Occidental, hasta la posici¨®n de Tizgui, a nueve kil¨®metros del muro defensivo marroqu¨ª, permite darse cuenta de que el desierto est¨¢ salpicado de grupos de subsaharianos deportados la semana pasada por Marruecos. Como hizo en Bouafra, a partir del 7 de octubre, el Ej¨¦rcito trata ahora de recuperarlos. En Tizgui ha reagrupado ya a 78.
Investigaci¨®n de Amnist¨ªa
Por su parte, Amnist¨ªa Internacional (AI) considera que las muertes de inmigrantes subsaharianos en las fronteras de Ceuta y Melilla fueron ocasionadas "por el uso de la fuerza tanto por parte de las autoridades marroqu¨ªes como de las espa?olas", por lo que reclama a ambos pa¨ªses que investiguen lo ocurrido.
Seg¨²n indica esta organizaci¨®n en un comunicado, una delegaci¨®n de Amnist¨ªa Internacional se encuentra desde ayer y hasta el d¨ªa 24 en las zonas de la frontera con Argelia y Mauritania para recabar informaci¨®n sobre el tratamiento que han recibido los desplazados por parte de las autoridades espa?olas y marroqu¨ªes.
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