La justicia colombiana permite al presidente optar a la reelecci¨®n
?lvaro Uribe, que encabeza las encuestas, ve despejado el camino hacia los comicios de 2006
El presidente colombiano, ?lvaro Uribe, ser¨¢ candidato a la presidencia en las elecciones del pr¨®ximo mayo. La Corte Constitucional aval¨® el acto legislativo aprobado el a?o pasado por el Congreso que da v¨ªa libre a la reelecci¨®n inmediata y por una ¨²nica vez. El fallo, que tuvo en vilo al pa¨ªs porque condiciona completamente su futuro pol¨ªtico, se conoci¨® la noche del mi¨¦rcoles.
La decisi¨®n no caus¨® sorpresa. Siempre se pens¨® que a la Corte le era muy dif¨ªcil pronunciarse en contra del querer de la mayor¨ªa de colombianos, favorables a la repetici¨®n de mandato de Uribe. "La decisi¨®n implica m¨¢s responsabilidades con el pueblo colombiano", dijo el presidente al conocer la noticia en medio de un acto acad¨¦mico en el cual recibi¨® un grado honoris causa en derecho.
La decisi¨®n de la Corte despeja, en parte, el panorama pol¨ªtico enrarecido por la incertidumbre. Desde el uribismo hubo incluso voces que plantearon la desobediencia civil si el fallo resultaba adverso. Y cambia de manera sustancial el futuro pol¨ªtico del pa¨ªs. Hasta el mi¨¦rcoles todas las conjeturas eran relativas a si se aprobaba o no la enmienda; de esto depend¨ªa la conformaci¨®n de listas para las elecciones legislativas de marzo, la decisi¨®n de algunos a postularse o no en el ramillete de presidenciales, las posibles alianzas para apoyar o tratar de derrotar a Uribe.
Los nueve magistrados, que durante cinco semanasestudiaron 18 demandas, votaron 62 veces y concluyeron que no exist¨ªan los vicios de forma ni los de competencia que argumentaron los demandantes. La votaci¨®n fue de 6 contra 3 en los vicios de forma y de 8 a 1 en los de competencia. El alto tribunal no debati¨® asuntos de fondo por considerar que no era su funci¨®n.
El suspenso, sin embargo, contin¨²a. Algunos sostienen que si la Corte Constitucional no avala la ley de garant¨ªas electorales, que equilibra la balanza entre un presidente-candidato y los dem¨¢s postulantes -el fallo debe producirse a m¨¢s tardar el pr¨®ximo 11 de noviembre-, Uribe no podr¨ªa estar entre los aspirantes, pero s¨ª los ex presidentes. La mayor¨ªa, sin embargo, descarta esta hip¨®tesis.
"Ser¨¢ una competencia entre David y Goliat". As¨ª pint¨® el precandidato liberal a la presidencia, Rodrigo Rivera, lo que ser¨¢ la contienda electoral. Esta formaci¨®n -una de las dos que han monopolizado el poder en este pa¨ªs de 40 millones de habitantes- ha mostrado su descontento frente a la desigualdad para enfrentar en las urnas al candidato presidente.
El ex presidente C¨¦sar Gaviria, jefe ¨²nico de este partido, lanz¨® varios dardos en un corto comunicado en el que acept¨® el fallo del alto tribunal: "No s¨®lo el presidente, sino todos los funcionarios p¨²blicos podr¨¢n hacer campa?a desde sus escritorios o desde la plaza p¨²blica". La ley de garant¨ªas tuvo en el Congreso el apoyo del sector m¨¢s radical de la oposici¨®n legal: el Polo Democr¨¢tico.
Divisi¨®n
Las encuestas dicen que Uribe ganar¨¢ en las urnas aunque no es claro a¨²n si lo lograr¨¢ en la primera vuelta que exige la mitad m¨¢s uno de los votos. Los sondeos apuntan adem¨¢s de que si Uribe no puede presentarse ser¨ªa posible incluso que ganara el voto en blanco.
El fallo de la Corte gener¨® euforia en unos y caras largas en la oposici¨®n. Los primeros creen que sin Uribe el pa¨ªs no tiene futuro. Los otros piensan que se reforzar¨¢ la imagen mesi¨¢nica de un presidente guerrero y autoritario.
Desde el comienzo, la reelecci¨®n gener¨® pol¨¦micas. Siendo candidato en los comicios que acab¨® ganando, Uribe se mostr¨® en contra de esta posibilidad. El cambio de posici¨®n es precisamente lo que ahora le echan en cara sus opositores, que lo acusan de querer cambiar las reglas de juego para su propia conveniencia.
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