Florida se prepara para lo peor
Las autoridades decretan el estado de emergencia y movilizan a 8.000 soldados ante la llegada del hurac¨¢n a las costas de EE UU
El sol ya no entra en Florida. Es el turno de las nubes grises y las primeras tormentas el¨¦ctricas y vientos y r¨¢fagas de lluvia que anuncian la llegada del hurac¨¢n Wilma, prevista para la madrugada del lunes. Es el m¨¢s potente que se ha registrado en el Atl¨¢ntico. El mismo que desde su aparici¨®n hace una semana, al sur de las costas haitianas, no ha hecho m¨¢s que romper r¨¦cords y desconcertar a los cient¨ªficos y meteor¨®logos estadounidenses por sus cambios s¨²bitos de fuerza, velocidad y trayectoria. "No recuerdo nada igual, es demasiado imprevisible y a cada momento nos obliga a replantear la previsi¨®n de su recorrido", ha reconocido Max Mayfield, director del Centro Nacional de Huracanes. Mientras Jeb Bush, gobernador de Florida, declar¨® el estado de emergencia y ha advertido: "Debemos prepararnos para lo peor".
"La gente debe tomar este cicl¨®n muy en serio", asegura un experto en huracanes
Por ahora nadie quita los ojos de encima de Yucat¨¢n. El Wilma impact¨® ayer por la tarde en esa pen¨ªnsula mexicana, donde permanece a¨²n con su perezosa velocidad mort¨ªfera. La potencia de sus vientos era de m¨¢s de 240 kil¨®metros por hora, bordeando la categor¨ªa 5 (la m¨¢xima). El temor es que de las cinco rutas pronosticadas por los meteor¨®logos, ayudados por sistemas computarizados, tras su paso por Yucat¨¢n, cuatro enfilan el hurac¨¢n hacia el sur de Florida; mientras un quinto recorrido lo adentrar¨ªa en Cuba, dejando sentir, de todas maneras, su impacto en la pen¨ªnsula.
Lo que el Wilma haga en las pr¨®ximas horas es crucial. Lo ¨²nico claro es que deber¨ªa virar hacia la derecha, empujado por los vientos que vienen del occidente y la presi¨®n que baja del Polo Norte, pero nadie se atreve a pronosticar el grado de inclinaci¨®n que tomar¨ªa, ni la velocidad de sus vientos. Lo que saben es que ese hurac¨¢n, al que medios de comunicaci¨®n y pobladores llaman "monstruo de agua y viento", ha aumentado el di¨¢metro de su ojo, ahora ronda los 10 kil¨®metros, su radio m¨¢s potente alcanza los 300 kil¨®metros, mientras la velocidad de su avance se ha ralentizado, por momentos casi estancado, y vuelto a tomar impulso, pero sin superar los ocho kil¨®metros por hora.
Todos conf¨ªan en que las aguas frescas del golfo de M¨¦xico frenen la agresividad del Wilma. Pero aunque as¨ª fuera, su llegada a Florida ser¨ªa como m¨ªnimo en categor¨ªa 2, es decir, con vientos que rondan los 150 y 170 kil¨®metros por hora. Aun as¨ª, su capacidad destructora es muy alta, ha advertido Mayfield. "La gente debe tomarlo muy en serio. Existe la posibilidad de perder muchas vidas, adem¨¢s del desastre econ¨®mico".
La declaraci¨®n del estado de emergencia para la zona, decretada por el gobernador, hermano del presidente Bush, ha puesto en marcha la comunicaci¨®n entre los condados y todo el sistema de prevenci¨®n y ayuda. El gobernador tambi¨¦n ha ordenado que 8.000 guardias nacionales est¨¦n disponibles, y ha anunciado la presencia de 1.800 soldados para labores de asistencia y reconstrucci¨®n.
Los boletines informativos y las declaraciones de los funcionarios p¨²blicos son continuas; al igual que la petici¨®n a la poblaci¨®n para que est¨¦ atenta a la ruta del hurac¨¢n. Quieren evitar la desastrosa experiencia de Nueva Orleans el 28 de agosto con el Katrina. Incluso el FEMA, la agencia federal para emergencias, cuyo funcionamiento est¨¢ siendo cuestionado en el Congreso, parece m¨¢s pendiente de la situaci¨®n (habilitando centros de asistencia m¨¦dica, preparando unidades para abastecimiento de agua y personal para atender a los posibles damnificados). Los centros educativos y edificios p¨²blicos no tendr¨¢n actividades. "Es el momento de prepararnos para enfrentar el hurac¨¢n", insiste Jeb Bush.
Todo parece indicar que en esta ocasi¨®n la gente est¨¢ m¨¢s preparada tras la experiencia del Katrina, que tambi¨¦n toc¨® Florida. Dos semanas despu¨¦s, ante la presencia del Rita, tomaron todas las precauciones de protecci¨®n de viviendas y abastecimiento. Un equipamiento que en muchos hogares permanec¨ªa guardado cuando el martes pasado se anunci¨® la llegada del Wilma. Para hoy se esperan colas en las gasolineras y atascos en las autopistas que conducen al norte. Las poblaciones con mayor grado de alerta son, en la costa occidental, Naples, Fort Meyers, Sarasota, North Port y Punta Gorda. Los damnificados del Charley, que azoto el suroccidente de Florida en 2004, por donde entrar¨ªa el Wilma, son los m¨¢s vulnerables. Millares de ellos viven en autocaravanas debido a la destrucci¨®n de sus viviendas. Las autoridades ordenaron que abandonaran estas casas y se prepararan para refugiarse en edificios seguros.
Muchos en Florida ya empiezan a sentir cada verano como una pesadilla. "Todav¨ªa no se han terminado de recoger los escombros dejados por el Rita y el Katrina hace unas semanas, ni siquiera los del Charley hace un a?o, y ya tenemos que prepararnos para otro", se queja Adolfo Pe?a. Y agrega que "la naturaleza ha estado muy rebelde. Como resentida".
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