Urbanismo
Parece demasiada casualidad que por toda Andaluc¨ªa haya esc¨¢ndalos urban¨ªsticos. Aparte de que se hayan descubierto algunos casos gracias a la acci¨®n policial o a las denuncias pol¨ªticas, no puede ser casual que haya extra?os tejemanejes de sobornos, cambios de uso que benefician a pol¨ªticos desaprensivos y empresarios aprovechados, construcciones ilegales y dem¨¢s. El caso Ballena Blanca de blanqueo de dinero con ramificaciones en toda la Costa del Sol no es el ¨²nico. Camas, Manilva, Lanjar¨®n, Marbella son exponentes de una situaci¨®n general. No puede ser que hayan coincidido en el tiempo el af¨¢n de rapi?a y la diligencia policial. De manera paralela a la delincuencia urban¨ªstica, sufrimos una epidemia de construcciones ilegales: Las Beatillas en El Puerto de Santa Mar¨ªa, Montenmedio en Vejer, un hotel en Cabo de Gata, viviendas ilegales en Chiclana, El Puerto de Santa Mar¨ªa y otras ciudades. Los ciudadanos prefieren olvidarse de la ley porque luego la Administraci¨®n es incapaz de hacerla cumplir. Parece como si un descontrol urban¨ªstico se hubiera adue?ado de Andaluc¨ªa, como si reinaran el caos y el ladrillo.
Desconozco las causas exactas, aunque se me ocurren algunas: los ayuntamientos no tienen medios para el control de las actuaciones ilegales ni, por supuesto, para el derribo de edificios ilegales. Como ejemplo baste recordar que el chalet de Bert¨ªn Osborne se mantuvo en pie diez a?os. La Junta no realiza su tarea de control de la acci¨®n urban¨ªstica de una manera eficaz. Se ha instalado una cultura del dinero r¨¢pido y f¨¢cil, del lucro depredador. Al calor de este dinero se han enriquecido unos y se han comprado voluntades de otros. La polic¨ªa se ve desbordada por la situaci¨®n en el Aljarafe y en la Costa del Sol. Alcaldes procesados y ex alcaldes condenados. Los juzgados convertidos en el lugar donde se dirimen los procesos urban¨ªsticos. Quiz¨¢s abri¨® la puerta el deseo municipal de obtener recursos para financiar inversiones con las plusval¨ªas provenientes de los cambios de uso del suelo as¨ª como el uso demag¨®gico de la creaci¨®n de empleo. Pero tantas coincidencias se?alan una responsabilidad de la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas de la Junta que por un exceso de respeto a la autonom¨ªa municipal o por dejaci¨®n de sus funciones nos ha llevado a esta situaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.