Un Athletic hipnotizado
Un brioso C¨¢diz gana a un ap¨¢tico y desganado equipo bilba¨ªno
El Athletic tiene mucho de que preocuparse despu¨¦s del partido en C¨¢diz. M¨¢s all¨¢ del juego mediocre, Mendil¨ªbar tiene otro problema. La desidia y desgana de algunos de sus jugadores es evidente. En los peores momentos del encuentro, nadie del equipo, incluido el entrenador, fue capaz de pegar un grito y sacar al conjunto de la profunda hipnosis. El envite f¨ªsico propuesto por el C¨¢diz result¨® decisivo para vislumbrar un ganador desde el minuto uno.
El argumento del equipo local no var¨ªa. Juega en un campo estrechito, aprieta arriba sin reservas y a esperar que el rival tenga el m¨¢s m¨ªnimo despiste. El dep¨®sito da de sobras para cubrir los noventa minutos a toda pastilla. A partir de ah¨ª se construye todo. Rechaces, segundas oportunidades, balones divididos. Toda esa basura, a veces insignificante, el C¨¢diz la recicla y la convierte en metal precioso. No es un equipo hecho para virguer¨ªas y Esp¨¢rrago ha modelado su plantilla bajo esa premisa. Los gaditanos salieron mordiendo y se fueron a casa con ganas de dar m¨¢s bocados. Todo un universo de distancia con el Athletic.
C?DIZ 1 - ATHLETIC 0
C¨¢diz: Armando; Varela, De Quintana, Paz, Ra¨²l L¨®pez, Su¨¢rez (Bezares, m. 77), Fleurquin, Enrique (Estoyanof, m. 73), Sesma, Pavoni y Oli (Benjam¨ªn, m. 79).
Athletic: Aranzubia; Exp¨®sito, Murillo, Luis Prieto, Casas (Lacruz, m. 46), Orbaiz, Gurpegi, Iraola, Yeste, Etxebarria (Urzaiz, m. 46) y Javi Gonz¨¢lez (Tiko, m. 73).
Goles: 1-0. M. 13: Enrique.
Arbitro: Mej¨ªa D¨¢vila. Tarjeta amarilla a Oli y a Benjam¨ªn.
Unos 21.500 espectadores en el Carranza.
El primer boquete lo encontr¨® Enrique en el pasillo de Casas. Una avenida sin tr¨¢fico por el que el C¨¢diz creo sus primeras ocasiones. Tampoco se las ve¨ªa m¨¢s felices Exp¨®sito con Sesma. Cuando no es Pavoni el que les asiste, aparece Oli. El delantero asturiano se ha convertido con los a?os en algo m¨¢s que un martillo pil¨®n dentro del ¨¢rea. Sin un centro del campo demasiado creativo, Esp¨¢rrago conf¨ªa en el punta para que baje al centro del campo, tense el arco, bajando la pelota a la hierba, para que en ese momento salgan como flechas tanto Enrique como Pavoni. As¨ª lleg¨® el gol.
Del Athletic no hab¨ªa noticias. S¨®lo las faltas de Yeste y los remates de Gurpegui. Etxeberr¨ªa deambulaba en el centro del ataque inc¨®modo. Llevaba un traje que no es el suyo. Su desborde, velocidad y llegadas desde atr¨¢s se pierden rodeado de tanto central. Los retazos de calidad de Iraola sacaron de la modorra a los bilba¨ªnos. Intentaba hacer da?o pero Javi Gonz¨¢lez, Yeste y Etxeberr¨ªa eran tres esculturas expuestas en la media luna.
Mendilibar reaccion¨® en la caseta. Casas a la ducha y Urzaiz al campo. Los vizca¨ªnos ganaron contundencia por arriba y los diez primeros minutos del segundo tiempo tuvieron otra pinta. Yeste aterriz¨®, al fin, en el partido. De Quintana tuvo que salvar bajo la l¨ªnea el bal¨®n tras un mal rechace de Armando. Esp¨¢rrago encontr¨® remedio al efecto Urzaiz y peg¨® a Fleurquin a su morro para ganarle los balones a¨¦reos. Con cinco atr¨¢s y s¨®lo un medio centro, Oli fue otra vez ese organizador improvisado que volvi¨® a sacarse de la manga Esp¨¢rrago. La pelota otra vez cay¨® en poder del C¨¢diz y se sucedieron las ocasiones para los andaluces. Tan a gusto se sintieron los amarillos que la alegr¨ªa les hizo perder en ocasiones la posici¨®n.
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