Cuesti¨®n de orden
Las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado de 2006 presentadas por el PP, CiU y EA fueron rechazadas ayer por el Congreso, de forma que ya tienen expedito el paso hacia su discusi¨®n en comisi¨®n. Las cuentas p¨²blicas cuentan de entrada con un apoyo parlamentario superior al del pasado ejercicio, lo que no es poco para un Gobierno minoritario. Resulta relevante que el Gobierno mantenga firme su creencia de que es posible mantener el rigor presupuestario con el crecimiento de la inversi¨®n en I+D, educaci¨®n y gasto social; y que este a?o pueda conseguirse, por primera vez en la historia de la democracia espa?ola, un super¨¢vit de las administraciones p¨²blicas (en torno al 0,2% del PIB). Ambas circunstancias exig¨ªan un debate m¨¢s detallado sobre las cuentas p¨²blicas que el que hasta el momento se desarrolla en el Parlamento; y es de temer que tampoco en sesiones posteriores se descienda a debatir las cuestiones presupuestarias de fondo, que poco tienen que ver con el proyecto de Estatuto de Catalu?a o con el de autopromoci¨®n sobre la herencia que el PP dej¨® a Gobiernos posteriores.
Lo que de cierto se ventila en los Presupuestos de 2006 es si, mediante la reestructuraci¨®n del gasto p¨²blico, es posible salvar las diferencias en educaci¨®n, I+D y capital tecnol¨®gico que mantiene la econom¨ªa espa?ola con los pa¨ªses de la zona euro y, por tanto, cambiar el modelo de crecimiento econ¨®mico vigente hasta ahora, basado en el auge de la construcci¨®n y el consumo. Un modelo que, a cambio de tasas de crecimiento superiores al 3% y crecimientos sostenidos del empleo, es incapaz de generar valor a?adido y garantizar la competitividad de las empresas espa?olas; y as¨ª lo demuestra el imparable e inquietante aumento del d¨¦ficit exterior y la vulnerabilidad del modelo a cualquier subida continuada de los tipos de inter¨¦s.
As¨ª que el debate deber¨ªa versar sobre si el aumento en educaci¨®n o investigaci¨®n es suficiente para cambiar el patr¨®n del crecimiento del PIB, o si la inversi¨®n en infraestructuras permitir¨¢ aliviar los problemas del transporte ferroviario y por carretera, o si el parco super¨¢vit de las administraciones p¨²blicas de este a?o o el pr¨®ximo es suficiente para ayudar en la lucha contra la inflaci¨®n. Nada de esto estuvo presente en la escaramuza pol¨ªtica del martes ni en la de ayer. Mientras el Presupuesto sea un pretexto para ventilar contiendas de otro orden, los ciudadanos se cuidar¨¢n muy mucho de otorgarle atenci¨®n y credibilidad.
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