Desalojados m¨¢s de 50 vecinos en Martorell por grietas en dos bloques

La falta de estabilidad de una edificaci¨®n fue ayer de madrugada motivo de un nuevo susto, por suerte sin que hubiera que lamentar da?os personales. Los bomberos desalojaron a una cincuentena de vecinos de los n¨²meros 5 y 6 de la plaza de Santa Anna del barrio de Can Carreras de Martorell (Baix Llobregat), que salieron a la calle como medida preventiva ante el temor de que los dos bloques donde viven pudieran venirse abajo.

Los bloques, de tan s¨®lo seis y siete a?os de antig¨¹edad, presentan desde hace tiempo numerosas grietas en la fachada, en el interior de las viviendas y en el aparcamiento. Las aberturas se han agrandado en los ¨²ltimos seis meses. Los vecinos y el Ayuntamiento han iniciado medidas legales contra la empresa constructora, Tipacsa 86.

Los dos edificios suman 21 pisos y se encuentran a¨²n bajo la garant¨ªa de construcci¨®n, que es de 10 a?os. Los vecinos tuvieron tiempo de sacar los coches del aparcamiento comunitario y se reunieron en la plaza cargados con maletas en las que hab¨ªan puesto algunas de sus pertenencias m¨¢s preciadas. Todo qued¨® en un sobresalto. Despu¨¦s de tres horas de espera, los t¨¦cnicos municipales comprobaron que la estructura de los edificios no estaba da?ada y les permitieron volver a sus casas. La voz de alarma la dio Montserrat Vargas, vecina del 3? 2? del n¨²mero 6, el edificio aparentemente m¨¢s afectado, ya que est¨¢ levemente inclinado hacia delante: "O¨ª que ca¨ªan casquetes y material entre mi bloque y el de al lado. Pens¨¦ que la cornisa se estaba desmoronando". Llam¨® al 012. Los bomberos, al ver la acera de enfrente hundida y la junta de dilataci¨®n entre los edificios anexos completamente abierta, decidieron evacuar las viviendas como medida preventiva.

Las personas que habitan las viviendas denunciaron ayer que hace tiempo que se quejan de la aparici¨®n de grietas sin que nadie les haya hecho caso. Los pisos se construyeron en 1999 en una zona de gran pendiente. La constructora instal¨® un muro de contenci¨®n en la parte trasera de los bloques. Seg¨²n los vecinos, rellen¨® los terrenos utilizando los restos del material de construcci¨®n, algo que a¨²n "tienen que corroborar los t¨¦cnicos municipales", tal como explic¨® ayer la alcaldesa, Dora Ramon. Encima se situ¨® la calle de Joan Mir¨®. Debido a una mala compactaci¨®n del suelo, la v¨ªa empez¨® a ceder hace dos a?os. El problema se evidenci¨® coincidiendo con las obras del nuevo trazado de FGC por el barrio. M¨¢quinas pesadas trabajaban en una zona pr¨®xima y "todo el bloque y la calle vibraban", dijo otra vecina, Maria Rosa Blanchar. "Un trozo de acera cay¨® y se form¨® un gran agujero que luego se tap¨®", corrobor¨® Vargas. Este verano, la calle se inclin¨® a¨²n m¨¢s. Hace un mes, "la polic¨ªa local consider¨® que el paso de veh¨ªculos pod¨ªa ser perjudicial", dijo la alcaldesa, lo que motiv¨® el cierre de la calle mediante dos vallas y una indicaci¨®n que advierte de la prohibici¨®n de entrar a excepci¨®n de quienes accedan a los aparcamientos privados.

"Mi mujer llama a los t¨¦cnicos del Ayuntamiento desde junio alertando de que la acera se hunde y repercute en todo el bloque. La calle est¨¢ cortada, pero aqu¨ª nadie hace nada", se quej¨® Francisco Javier Luna, del 2? 3? del n¨²mero 6. Frente a las cr¨ªticas, el consistorio reiter¨® ayer que la responsabilidad es de la constructora. Seg¨²n afirm¨®, en 2004 le exigi¨® un estudio sobre la estabilidad de los terrenos, pero no obtuvo respuesta. "Volvimos a requerir a la empresa en enero, marzo y junio de este a?o. El pleno municipal ha decidido iniciar una demanda judicial por da?os y perjuicios", se?al¨® Ramon, que a?adi¨® que, de no lograr que la constructora responda, "el consistorio proceder¨¢ de forma subsidiaria". Las comunidades de vecinos han empezado a organizarse para presentar otra demanda. Seg¨²n explicaron, "la constructora y el arquitecto primero se culpaban mutuamente, y ahora no responden a nuestras constantes llamadas". Ayer tampoco respondieron a las de este diario.