Los abuelos y padres del Estatuto

Cuando el Estatuto andaluz de 1981 empez¨® a redactarse en 1979, los siete ponentes part¨ªan casi de cero. No hab¨ªa textos previos, ni servicios jur¨ªdicos del Parlamento, ni grupos de asesores externos y nada de lo que se hablaba en la ponencia se recog¨ªa en soportes de audio o v¨ªdeo. Carlos Rosado, representante de la UCD, guarda todas las notas manuscritas de lo que dec¨ªa cada uno de ellos en las reuniones, en una especie de lo que hoy ser¨ªa un blog personal. El socialista Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla conserva un estante repleto de libros sobre el regionalismo, textos jur¨ªdicos de los landers alemanes o el modelo italiano y otra monta?a de documentos de referencia. "Tuvimos que estudiar much¨ªsimo", recuerda. "Nosotros nos lo guisamos y nos lo comimos art¨ªculo por art¨ªculo", subraya Javier P¨¦rez Royo, elegido por el PCE.

En 1981, los siete negociadores ten¨ªan clara cu¨¢l era su misi¨®n, sacarlo adelante

Los redactores del texto en vigor dispon¨ªan de autonom¨ªa y autoridad, pero carec¨ªan de medios

A diferencia de los actuales 11 ponentes de la reforma del Estatuto andaluz, los padres del texto nacido en Carmona (Sevilla) contaron con unos medios precarios para hacer su trabajo. Sus armas eran dos: la mayor¨ªa eran expertos jur¨ªdicos y eran los m¨¢ximos representantes de sus formaciones pol¨ªticas. Es decir, ten¨ªan autonom¨ªa y autoridad para decidir el rumbo.

Las diferencias con la ponencia de ahora son abismales. En cuanto a los medios, los cuatro grupos del Parlamento cuentan con equipos de asesoramientos externo, les ayudan dos letrados -Javier Terr¨®n y Francisco Javier Pardo- y desde el mes de septiembre todas las sesiones son grabadas por los servicios del Parlamento. Dos realizadores siguen las reuniones a trav¨¦s de las c¨¢maras fijas instaladas en las salas de comisiones, las cuales ser¨¢n p¨²blicas aunque no se sabe cu¨¢ndo.

Y en el terreno puramente pol¨ªtico, los siete redactores ten¨ªan clara cu¨¢l era su misi¨®n, la de sacar adelante el Estatuto, una cuesti¨®n que ahora no est¨¢ despejada, ya que hay planteadas dos dudas: ?Firmar¨¢ el PP el texto de la proposici¨®n de ley?, ?figurar¨¢ el PA en la foto final?

"La gente era consciente de que hab¨ªa que llegar a un acuerdo, que hab¨ªa que buscar soluciones y que no nos pod¨ªamos quedar atr¨¢s", afirma De la Borbolla. "La diferencia con lo de ahora es que sab¨ªamos que no nos pod¨ªamos levantar de la mesa sin un acuerdo. Es verdad que la UCD hab¨ªa montado el foll¨®n del 28 de febrero, pero despu¨¦s no hubo ni una sola maniobra dilatoria. La gran diferencia es que el PP ha entrado a rega?adientes en el debate y que no tiene la m¨¢s m¨ªnima prisa, porque considera la discusi¨®n del Estatuto catal¨¢n como un bal¨®n de ox¨ªgeno para sus expectativas y por lo tanto no va a avanzar m¨¢s", pronostica Rosado. "En esa ¨¦poca la inc¨®gnita estaba despejada tras el resultado del refer¨¦ndum del 28 de febrero de 1980. La derecha estaba muy entregada", asegura P¨¦rez Royo.

Otra cosa que pactaron los ponentes fue que no se informaba a la prensa diariamente para espantar la presi¨®n de los medios. El periodista Antonio Lorca cubri¨® la informaci¨®n para El Correo de Andaluc¨ªa, el peri¨®dico que public¨® en exclusiva el borrador del Estatuto de Carmona. "Hab¨ªa m¨¢s expectaci¨®n que ahora por la efervescencia del momento pol¨ªtico", afirma. "Al final quedaremos de abuelos cebolletas de esto, pero no va a ser f¨¢cil hablar de nuevos padres del Estatuto porque, afortunadamente no es un texto de nueva planta", sostiene Rosado. El portavoz parlamentario del grupo socialista, Manuel Gracia, comparte esta opini¨®n: "Aquello es irrepetible y no tiene la misma dimensi¨®n. Pero yo no me he visto en otra como ¨¦sta desde que estoy en el Parlamento desde 1982".

Gracia afirma que ni los representantes del PP ni del PA en la ponencia tienen "margen de maniobra para decidir. IU s¨ª lo tiene". El secretario de Organizaci¨®n socialista y ponente, Luis Pizarro, apunta: "Partimos de una situaci¨®n en la que el PP no quer¨ªa entrar y que, por el momento, el PA est¨¢ pero no est¨¢". Este dirigente mantiene que los trabajos de la ponencia empezar¨¢n "de verdad" cuando se produzca la segunda lectura del texto de reforma y se distingan con nitidez las diferencias.

Concha Caballero, portavoz de IU y tambi¨¦n ponente, afirma que "todo el mundo se est¨¢ guardando las cartas" para una segunda fase, aunque a los que "m¨¢s se les ve el plumero" son IU y PSOE. "Las discusiones que se dan son entre el PSOE e IU o entre IU y el PP, pero con un gran silencio de los populares. Los socialistas no quieren ahora mismo bronca con el PP. Y por mucho que le moleste al PSOE siempre que discutimos avanzamos, y adem¨¢s est¨¢n encantados que les demos ca?a al PP", comenta.

"Si el PSOE se guarda sus cartas ?no te la vas a guardar t¨²?", contesta el portavoz Antonio Sanz, quien lleva el peso de los debates junto a Rafael Salas, vicepresidente de la comisi¨®n y el que mejor se sabe los documentos de su grupo. Sanz sostiene que aunque hay buen rollo en la ponencia -afirmaci¨®n que repiten todos- hay "un gran nivel de desconfianza" que ¨¦l atribuye a los "vaivenes" del PSOE por el Estatuto catal¨¢n. El popular se queja del sistema de trabajo acordado que "permite avanzar al PSOE, pero las propuestas de los dem¨¢s van a votos particulares".

Los ponentes de ahora no consideran un obst¨¢culo el que ninguno sea jurista. "Es verdad, pero hay gente con mucha experiencia", afirma Sanz. "El Estatuto es fundamentalmente un documento pol¨ªtico", apostilla Caballero. Y De la Borbolla sentencia: "No hay que ser jurista. El Derecho es una t¨¦cnica, una ciencia para darle forma a los acuerdos. Lo que hay que tener claro es lo que uno quiere y despu¨¦s, que los redacte el que sepa".