"La reforma es la l¨®gica de los tiempos"
Don Felipe asegura que espera una modificaci¨®n de la Constituci¨®n para que Leonor pueda ser reina
Don Felipe de Borb¨®n siempre ha restado importancia al sexo de su primer hijo. Lo hizo desde el momento en que se anunci¨® el embarazo de la Princesa de Asturias. "No hay prisa, todav¨ªa hay una generaci¨®n por medio", dijo refiri¨¦ndose a que el heredero del trono era ¨¦l. Ayer, cuando compareci¨® cinco minutos antes de las seis de la ma?ana para ofrecer los detalles del nacimiento de la infanta Leonor, el feliz y nervioso padre volvi¨® a insistir en esta idea, cuando un periodista le pregunt¨® si hab¨ªa nacido una reina. "No, de momento no, ha nacido una infanta", contest¨®, "pero la l¨®gica de los tiempos indica que si se produce la reforma que est¨¢ prevista y propone el Gobierno, y deber¨¢n valorar y decidir las Cortes Generales, plasmando el sentir mayoritario de los espa?oles, as¨ª ser¨¢. En todo caso, las Cortes ser¨¢n las que deban valorar la oportunidad temporal y el momento pol¨ªtico que, sin duda, requerir¨¢ el mayor consenso posible".
El parto se adelant¨® tres semanas y fue mediante ces¨¢rea para evitar sufrimiento fetal
"Las Cortes ser¨¢n las que deban valorar la oportunidad temporal y el momento pol¨ªtico"
El Pr¨ªncipe acababa de subrayar que la llegada al mundo de la infanta Leonor tiene una clara trascendencia institucional. "Como ya dijimos cuando iniciamos nuestra vida juntos y nuestro matrimonio, tanto el matrimonio como la sucesi¨®n son algo consustancial a la monarqu¨ªa parlamentaria y este nacimiento materializa, de una manera evidente, esa sucesi¨®n y es un hecho muy significativo desde el punto de vista pol¨ªtico y constitucional". Don Felipe y do?a Letizia siempre han dicho que quieren tener "m¨¢s de dos hijos y menos de cinco".
El Pr¨ªncipe asegur¨® que ¨¦l en ning¨²n momento quiso saber el sexo de su primer hijo e incluso relat¨® una curiosa situaci¨®n: "Estuve con la Princesa en todo momento, incluso durante la ces¨¢rea. Como la madre estuvo consciente en todo momento yo le hac¨ªa una descripci¨®n de lo que pasaba, como mi poca capacidad t¨¦cnica". Luego a?adi¨®: "Ella quer¨ªa saber todo con todo detalle. Al salir [la infanta] ni me fij¨¦, y cuando hab¨ªa retirado al beb¨¦ le pregunt¨¦ al doctor [Luis Ignacio] Recasens, 'pero bueno, ?qu¨¦ ha sido?' y el me confirm¨® que era ni?a". "No hay nada m¨¢s bonito, m¨¢s emocionante que ver la cara de tu hijo o hija y sobre todo la de la madre en ese momento", agreg¨®.
El parto de do?a Letizia no fue f¨¢cil, como tampoco lo ha sido su embarazo. El anuncio de que la Princesa esperaba su primer hijo se adelant¨® incluso unos d¨ªas para lo que suele ser lo habitual (a tenor de las normas no escritas de la familia real), porque la futura madre ya comenzaba a sentir las molestias propias de su estado. Pese a sus continuas n¨¢useas, problemas estomacales e irritaci¨®n de es¨®fago, do?a Letizia ha estado presente en 67 actos oficiales y ha realizado tres viajes al extranjero, uno de ellos a Jap¨®n. Pero los ¨²ltimos d¨ªas de espera fueron especialmente duros.
Do?a Letizia quiso asistir el 12 de octubre al D¨ªa de Conmemoraci¨®n de la Fiesta Nacional, aunque tras el desfile se retir¨® sin asistir a la recepci¨®n en el Palacio Real. El d¨ªa 18 ingres¨® por sorpresa y de urgencia en la cl¨ªnica Ruber Internacional, aquejada de unas fuertes y persistentes contracciones. Tras permanecer cuatro horas en observaci¨®n, Luis Ignacio Recasens, el m¨¦dico que ha llevado el embarazo de la Princesa, autoriz¨® su regreso a casa pero recomend¨® reposo. Desde entonces ces¨® toda la actividad p¨²blica de do?a Letizia.
Su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo ha explicado que en las dos semanas que precedieron al alumbramiento, do?a Letizia estuvo guardando reposo en su residencia del palacio de La Zarzuela, donde recibi¨® la visita de numerosos familiares y alguna amiga ¨ªntima. La presencia m¨¢s frecuente fue la de Paloma Rocasolano, la madre de do?a Letizia. Tambi¨¦n fueron habituales las de personal del equipo m¨¦dico que ha atendido a la nueva madre durante su gestaci¨®n.
Don Felipe explic¨® que el alumbramiento se produjo cuando se acababa de cumplir la semana 37 de gestaci¨®n. "Se ha adelantado un poco. Faltaban tres semanas", reconoci¨®. Los m¨¦dicos intentaron que el embarazo se llevara a t¨¦rmino, pero sin obsesionarse, ya que la peque?a estaba perfectamente formada y ten¨ªa un buen peso. En le momento del nacimiento, el doctor Recasens inform¨® de que Leonor pesaba 3,450 kilos y med¨ªa 47 cent¨ªmetros. "Los m¨¦dicos dicen", apostill¨® el Pr¨ªncipe "que es una ni?a grande y parece que fuerte".
Las ¨²ltimas horas previas al parto fueron de nervios. Cuando a las 20.30 do?a Letizia llegaba a la cl¨ªnica Ruber Internacional, acompa?ada de su esposa, el proceso del alumbramiento ya se hab¨ªa iniciado. Do?a Letizia estaba dilatando. Sin embargo, hubieron de pasar cinco horas hasta que los m¨¦dicos decidieron actuar. Durante ese espacio de tiempo, la princesa permaneci¨® monitorizada y se le ayud¨® en el proceso de dilataci¨®n, pero en vista de que ¨¦ste no progresaba y hab¨ªa peligro de que el beb¨¦ presentara sufrimiento fetal, el doctor Recasens decidi¨® hacer una ces¨¢rea, a la 1.25.
Do?a Letizia se encontraba bajo los efectos de la anestesia epidural por lo que la intervenci¨®n se realiz¨® sin que la madre fuera dormida completamente. La ces¨¢rea, seg¨²n el doctor Recasens, no present¨® complicaciones y, tras el nacimiento, tanto la Princesa de Asturias como su hija, se encontraban "en perfecto estado de salud".
La comparecencia de un emocionado y cansado Pr¨ªncipe junto al equipo m¨¦dico cerraba una madrugada tensa, bajo la lluvia y el fr¨ªo. El propio don Felipe se refer¨ªa a ello. "Quiero agradecer la paciencia" de los periodistas, dijo, "porque son las seis menos cinco de la ma?ana y ha sido una noche larga para todos" y muchos "han estado soportando el fr¨ªo y la lluvia". La espera hab¨ªa comenzado sobre las nueve de la noche, nada m¨¢s conocerse el ingreso de do?a Letizia en la cl¨ªnica Ruber Internacional. Unos 150 periodistas se apostaron a las puertas del centro, bajo un campamento de paraguas que casi ocultaba las tarimas montadas por la prensa ante la inminencia del parto.
La noche fue aliviada por el bar del anejo campo de f¨²tbol del club Nuestra Se?ora de Luj¨¢n, que guareci¨® y dio de comer a periodistas, polic¨ªas y curiosos, lo que le ha valido una denuncia de los municipales. Tambi¨¦n fue aliviada por la propia cl¨ªnica, que distribuy¨® molletes de jam¨®n de recebo y botellines de agua. Antes de la comparecencia del Pr¨ªncipe, la ¨²nica novedad bajo el chaparr¨®n fue la r¨¢pida llegada, a las dos de la ma?ana, de la madre de la Princesa, Paloma Rocasolano.
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