"Estoy en una ¨¦poca de recapitulaci¨®n, a modo de resumen de mi vida"
N¨¦stor Basterretxea (Bermeo, 1924) es un prol¨ªfico artista que ha cultivado la creaci¨®n desde los m¨¢s diferentes formatos. Pintor, escultor, grabador y cineasta, recibe hoy el premio Lan Onari, que se suma al Eusko Ikaskuntza que le fue entregado hace dos semanas.
Pregunta. ?C¨®mo sienta recibir dos premios importantes en tan breve tiempo?
Respuesta. El premio Eusko Ikaskuntza fue emocionante; me impresion¨® que lo avalaran representantes de ocho universidades, a m¨ª, que no puedo exhibir ning¨²n t¨ªtulo. Y lo que m¨¢s me gust¨® fue que estuvieran todos mis nietos y me dijeran que nunca lo olvidar¨¢n. El premio Lan Onari me lo entregan hoy.
P. ?Tantos galardones no le obligan a uno a recapitular sobre su vida y trayectoria?
"Me propuse tapar esa carencia iconogr¨¢fica que tiene este pueblo poseedor de una lengua que es un monumento cultural"
"Oteiza parti¨® de temas vascos para llegar a abstracciones fant¨¢sticas. La ra¨ªz nunca debe ser un impedimento para la modernidad"
R. Efectivamente. Estoy ahora en una ¨¦poca de recapitulaci¨®n. Es una etapa dif¨ªcil, porque al tener conciencia de que te queda poca vida, pretendes que todo lo que tengas que hacer en adelante sea ya un resumen de tu vida. Y para eso hace falta estar muy capacitado y tener las ideas muy claras sobre qu¨¦ es lo que debes hacer.
P. Est¨¢ preparando en Bermeo un parque que acoger¨¢ su serie sobre la cosmogon¨ªa vasca, a modo de legado art¨ªstico.
R. Tengo aqu¨ª, en mi caser¨ªo de Hondarribia, la serie original de 23 esculturas hecha en madera. En Bermeo, el pueblo donde nac¨ª y de donde sal¨ª camino al exilio, las est¨¢n reproduciendo en bronce para que puedan quedar instaladas en un parque al aire libre, cuya ubicaci¨®n a¨²n est¨¢n estudiando. Es un acto de amistad y generosidad con Bermeo que yo hago encantado.
P. Es la obra m¨¢s ambiciosa y compleja de su trayectoria.
R. Es la m¨¢s laboriosa. Tard¨¦ m¨¢s de dos a?os en hacerla. Surgi¨® de la constataci¨®n de que el euskera carec¨ªa de iconograf¨ªa cuando casi todas las lenguas vienen acompa?adas de im¨¢genes. Me pregunt¨¦ c¨®mo es posible que un pueblo viva sin tener conciencia de la imagen y mucha de la palabra, y me propuse tapar esa carencia iconogr¨¢fica que tiene este pueblo poseedor de una lengua que es un monumento cultural.
P. ?En qu¨¦ se inspir¨® para una empresa tan complicada?
R. Acud¨ª a Barandiar¨¢n porque pens¨¦ que merec¨ªa la pena recuperar esa historia desde la mitolog¨ªa. Ah¨ª me enter¨¦ de la importancia y del trabajo ¨ªmprobo y magistral que realiz¨® tras patear los caser¨ªos m¨¢s remotos preguntando a sus habitantes todo lo que recordaban. Con la garant¨ªa de su informaci¨®n, constru¨ª 18 deidades para, desde el arte moderno, abrazar lo m¨¢s arcaico. Estoy muy orgulloso de este trabajo, porque nunca se hab¨ªa traducido tan directamente lo que era imagen de la palabra.
P. ?C¨®mo ve con la perspectiva de los a?os la obra de Aranzazu en la que usted particip¨®?
R. Aranzazu cambi¨® mi vida. Yo pensaba volver a Argentina y me qued¨¦ aqu¨ª para participar en ella al formar parte del equipo ganador. Fue una obra de vanguardia, pero gracias a nosotros y a pesar de los frailes. El proyecto no recibi¨® en su d¨ªa m¨¢s que sus desprecios y cr¨ªticas. El responsable de la jerarqu¨ªa franciscana y su impulsor inicial, el padre Lete, hab¨ªa ido a Am¨¦rica a recoger fondos para ella y muri¨® en un accidente a¨¦reo. Quienes ganamos nos encontramos entonces con unos frailes que representaban lo contrario de su esp¨ªritu de valent¨ªa y modernizaci¨®n. As¨ª result¨® tan pol¨¦mica.
P. A?os m¨¢s tarde form¨® parte del Grupo Gaur, otro movimiento art¨ªstico importante.
R. Fue una creaci¨®n de Oteiza, que llev¨® la iniciativa de reunir a los artistas para conocernos, pero dur¨® poco porque surgieron enseguida las discusiones o, m¨¢s que discusiones, los desprecios mutuos entre Oteiza y Chillida. Nosotros, en vez de aparcarlos, nos involucramos, unos con Oteiza y otros con Chillida. Ah¨ª se abri¨® una brecha que nunca se ha cerrado y nos hizo da?o.
P. ?Y no hab¨ªa un sitio para los dos?
R. Claro, pero era una ¨¦poca m¨¢s apasionada y no hubo ninguna serenidad, empezando por m¨ª, que me aline¨¦ p¨²blicamente con Oteiza y, entonces, Ruiz Balerdi lo hizo con Chillida. De esta forma, hubo que elegir. Fue un error. No ten¨ªamos que habernos involucrado, pero lo hicimos.
P. Pese a todo, Gaur impuls¨® la inquietud art¨ªstica y sirvi¨® para aunar conceptos como vanguardia e identidad.
R. Es verdad y hemos hecho obra original nada apegada a las corrientes. F¨ªjate en la obra de Jorge [Oteiza] que, partiendo de temas vascos, llega a abstracciones fant¨¢sticas. La ra¨ªz nunca puede ser un impedimento para la modernidad y, si lo es, es porque no hay talento.
P. Vivi¨® junto a Oteiza muchos a?os en Ir¨²n. ?Se debi¨® a la proximidad con Francia?
R. No, fue totalmente casual. Nos hicimos una casa junto a la frontera porque pudimos comprar el terreno a un amigo de Jorge y, cuando aquello se colmat¨® de camiones, nos fuimos. ?l no quiso ir a Hondarribia y se instal¨® en Alzuza.
P. Va a publicar pronto un libro de memorias.
R. Se titula Media vida y termina al llegar a Buenos Aires con 18 a?os, tras un peligroso viaje en barco que dur¨® 441 d¨ªas. Narro los a?os de exilio en Par¨ªs siendo adolescente. He pensado mucho en los j¨®venes al escribirlo, porque nosotros hemos sufrido mucho y, sin embargo, ellos hoy salen a la calle para protestar por cualquier cosa.
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