Villepin recibe a los j¨®venes y los alcaldes piden calma

El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, recibi¨® anoche a unos 15 j¨®venes de entre 18 y 25 a?os procedentes de los barrios m¨¢s conflictivos de la periferia parisina y les explic¨®, en un intento de aparecer conciliador, que antes de fin de mes habr¨¢ un "plan de acci¨®n" para las zonas m¨¢s degradadas. Pero el Gobierno parec¨ªa ayer desbordado, incapaz de detener la ola de violencia.

La pelota parece estar no s¨®lo en las manos de la polic¨ªa, sino tambi¨¦n en las de las autoridades locales. M¨¢s de 30 alcaldes de localidades del departamento de Seine-Saint-Denis se reunieron ayer a ¨²ltima hora de la tarde en Bobigny, e hicieron un llamamiento a la calma. "Deben cesar los actos de vandalismo y el incendio de coches para que se instale el di¨¢logo", dec¨ªa el comunicado.

La mayor¨ªa de los alcaldes de las zonas donde se est¨¢n produciendo los altercados no conceden credibilidad al nuevo plan que anuncia Villepin, uno m¨¢s de los muchos anunciados durante los ¨²ltimos a?os, y reclaman un trabajo en profundidad que el Ejecutivo conservador ha dejado de lado en favor de una pol¨ªtica de mano dura policial. El modelo de polic¨ªa de proximidad que desmantel¨® el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, en 2003 es una de las reclamaciones principales. Sarkozy, cuyas descalificaciones globales contra los habitantes de estos barrios de la periferia encendieron el fuego, cambi¨® ayer su lenguaje y reconoci¨® que el problema tardar¨¢ tiempo en resolverse. "Soy consciente de que la resoluci¨®n de estos problemas, que llevan latentes 30 a?os, llevar¨¢ tiempo", dijo.

Sindicatos policiales

Los sindicatos policiales han empezado a hacerse o¨ªr. Los m¨¢s radicales y tambi¨¦n minoritarios para pedir el estado de sitio y la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito y los m¨¢s moderados para reconocer los errores del Gobierno conservador. El secretario general del sindicato Unsa-Police, Joaquin Masanet, dijo claramente que "suprimir la Polic¨ªa de proximidad fue un error, aunque hac¨ªa falta reformarla".

Bruno Beschizza, secretario general de Synergie, el segundo sindicato m¨¢s importante de la polic¨ªa, fue m¨¢s lejos y asegur¨® ayer que los disturbios de los ¨²ltimos d¨ªas son en realidad "una nueva forma de terrorismo urbano de una minor¨ªa de ca?ds [jefes de barrios] que tienen un inter¨¦s financiero o ideol¨®gico". Bescizza considera que no hay que descartar del paisaje a los grupos islamistas radicales "que han aprovechado la ocasi¨®n para atizar el odio y provocar los incendios".

El responsable de Alliance, el principal sindicato policial, Jean-Claude Delange, reconoc¨ªa ayer a Le Monde la necesidad de una reorientaci¨®n de la estrategia represiva del cuerpo. "Queremos la puesta en marcha de una verdadera polic¨ªa de barrio", explicaba Delange, a la que le corresponder¨ªan labores de "prevenci¨®n, disuasi¨®n y represi¨®n".