Toros alados del imperio persa
Pers¨¦polis, un compendio de arte y cultura en Ir¨¢n
Ir¨¢n oculta su pasado anterior al islam bajo un velo de polvo intangible como el humo y compacto como una c¨¢mara acorazada. Todo queda eclipsado ante la promiscuidad y esplendor de mezquitas, mausoleos de hombres santos y escuelas cor¨¢nicas, cuyos minaretes, c¨²pulas y portales compiten entre s¨ª por acercar lo m¨¢s posible al cielo la belleza de sus filigranas de ladrillo y yeso recubiertas por un arco iris de cer¨¢micas esmaltadas, obligando al viajero a mirar siempre hacia arriba. Solamente Pers¨¦polis, s¨ªmbolo del refinamiento del antiguo imperio persa, desaf¨ªa la amnesia oficial. En medio de una meseta ¨¢rida, a 60 kil¨®metros de Shiraz y a los pies del K¨¹h-i Ramat, el monte de la Misericordia, las 13 inmensas columnas de 20 metros de altura de la gran sala de audiencias o apadana del palacio que mand¨® construir Dar¨ªo a partir del a?o 512 antes de Cristo, alertan de la existencia de un mundo a ras de suelo ninguneado, que parad¨®jicamente fue elevado por la Unesco a la categor¨ªa de patrimonio de la humanidad en 1979, el mismo a?o que triunf¨® la revoluci¨®n jomeinista.
No es la ¨²nica iron¨ªa. Erigido en honor del fuego, Alejandro Magno quem¨® y mutil¨® este recinto palaciego, reduci¨¦ndolo a ruinas el a?o 330 antes de Cristo, aunque a la vista de los fragmentos de columnas esparcidos por el suelo, las pilas de cascotes amontonadas por doquier o las decenas de capiteles degollados que decoran lugares in¨²tiles, se tiene la impresi¨®n de que el expolio se produjo hace muy poco tiempo. Como casi siempre, conviene desechar las primeras sensaciones, est¨¢n tergiversadas por la imaginaci¨®n. Todo empieza a cambiar nada m¨¢s cruzar la puerta de Jerjes, donde siguen de guardia dos toros alados con cabeza de hombre de siete metros de altura, encastrados en sendos muros que miden m¨¢s del doble. Una monumentalidad que abruma, aunque r¨¢pidamente queda relegada por el embrujo que emana de los grabados de los muros sobre los que se asienta la sala de audiencias; p¨¢ginas en piedra de un libro de historia antigua.
A lo largo de 300 metros de bajorrelieves y en 23 escenas diferentes, separadas cada una de ellas por la talla de un cipr¨¦s, se asiste al silencioso y eterno desfile de las naciones y de los soldados inmortales. Cincelados en una roca gris oscura, a menudo pulimentada hasta alcanzar la textura del m¨¢rmol, se pueden apreciar con detalle los rasgos f¨ªsicos, las ropas, el calzado y los adornos caracter¨ªsticos de m¨¢s de 20 pueblos de la antig¨¹edad, as¨ª como la rigidez marcial de los soldados del cuerpo de ¨¦lite del ej¨¦rcito real, que vistos de perfil dan la sensaci¨®n de estar a punto de escapar del abrazo de la piedra. Las escenas narran c¨®mo las legaciones de los diferentes pueblos que integraban el imperio se dirigen, conducidos por un heraldo persa, a entregar al rey los obsequios que portan, incluidos animales como camellos, ovejas o toros. Intercalado en la escalinata de acceso a la apadana, hay tallado un espectacular bajorrelieve de m¨¢s de metro y medio de largo en el que un le¨®n ataca a un toro. Este dram¨¢tico y bello combate, que se reproduce en otros edificios de Pers¨¦polis, simboliza, seg¨²n algunos estudiosos, la lucha entre persas y asirios, mientras que para la mayor¨ªa es la representaci¨®n de un cambio estacional -el palacio s¨®lo se utilizaba en las ceremonias del equinoccio-: el le¨®n, alegor¨ªa del sol, derrota al toro, encarnaci¨®n de la lluvia.
Tanta belleza crea adicci¨®n. Los ojos buscan nuevos lienzos donde disfrutar de m¨¢s historias, marginando los restos de los edificios que sostienen estos muros decorados. Y la narraci¨®n prosigue. Una legi¨®n de arqueros avanza hacia el trono con la arrogancia de los vencedores, pese a las severas mutilaciones que sufre parte de la tropa; un rey soberbio de cabellos y barbas rizados los aguarda majestuosamente entronizado en un panel sublime -se aprecian las oquedades donde iban engastadas piedras preciosas-, separado de los dem¨¢s. Ya en los distintos palacios siguen impresionando, adem¨¢s de las proporciones -la sala de audiencias ten¨ªa cabida para 10.000 personas-, los colosales bajorrelieves que se conservan en los dinteles de p¨®rticos y ventanales, con una imagen que se suele repetir: h¨¦roes de tama?o casi natural acuchillando a un le¨®n, un toro o un monstruo mitol¨®gico alado, s¨ªmbolo del mal. Son los retales de una de las ciudades m¨¢s opulentas de la antig¨¹edad.
Tumbas en forma de cruz
Encaramado en el monte de la Misericordia, Artajerjes vigila los tesoros que a¨²n quedan en Pers¨¦polis desde una tumba excavada en la roca, cuyo frontal imita la fachada de un palacio y recuerda vagamente las construcciones nabateas de Petra, en Jordania. No muy lejos, en Naqs-i Rustam, a seis kil¨®metros al noreste, hay excavadas en un acantilado de roca otras cuatro tumbas en forma de cruz, en una de las cuales descansan los restos del fundador de Pers¨¦polis, Dar¨ªo I. Sus frontales representan, igualmente, fachadas de palacios ricamente ornamentadas, y a los pies de una de ellas se encuentran varios bajorrelieves de grandes proporciones en los que se narran las victorias -dos jinetes se saludan tras haber vencido a sus enemigos, sobre cuyas cabezas cortadas reposan las patas de los caballos- de los h¨¦roes que han entrado en las leyendas populares iran¨ªes, glosadas por el gran poeta Firdusi.
La tumba inacabada pertenece, muy probablemente, a Dar¨ªo III, el ¨²ltimo rey de la dinast¨ªa, cuya derrota ante Alejando Magno supuso la destrucci¨®n de la ciudad que simboliz¨® en su momento la civilizaci¨®n m¨¢s avanzada del mundo. Un sacrilegio que quiz¨¢ la historia vengara siglos despu¨¦s con el incendio de la ciudad egipcia de Alejandr¨ªa y su biblioteca, encarnaci¨®n del mayor centro del saber de su ¨¦poca.
GU?A PR?CTICA
- Oficina de turismo de Ir¨¢n (www.itto.org). Pers¨¦polis se llama tambi¨¦n Takht-e-Jamshid. Se encuentra en la provincia de Fars.- Iran Sara (915 64 36 13; www.iransara.es) es la oficina de turismo de Ir¨¢n en Espa?a. En Madrid. Pr¨ªncipe de Vergara, 89. Ofrecen diferentes paquetes de viaje cada mes, sobre todo en grupos de 14 a 16 personas. Por ejemplo, 14 d¨ªas en Teher¨¢n, Pers¨¦polis, Yaz, Isfahan y Kerman, 1.450 euros por persona, en hotel de cinco estrellas (media pensi¨®n), con avi¨®n y gu¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.