"Nunca frenaremos el ¨¦xodo de los africanos para mejorar sus vidas"

Bob Geldof regres¨® a Etiop¨ªa hace un par de a?os. El pa¨ªs africano que removi¨® la conciencia del m¨²sico irland¨¦s volv¨ªa a pasar hambre. Se acercaba el 20? aniversario de Live Aid, la hist¨®rica jornada musical contra la hambruna, y el activista Geldof decidi¨® dar una gran campanada: 2005 ser¨ªa el a?o del continente negro, con una coordinada campa?a mundial bajo el lema Hacer de la pobreza historia. Dio los pasos necesarios para movilizar de nuevo a la poblaci¨®n y reclamar a la clase pol¨ªtica no ya caridad, sino justicia para ?frica. Particip¨® en la comisi¨®n internacional que propuso una versi¨®n actualizada del Plan Marshall para ?frica y, en coordinaci¨®n con Bono, l¨ªder de U2, organiz¨® Live 8, la serie de conciertos gratuitos del pasado 2 de julio.

"Espa?a deber¨ªa impulsar la creaci¨®n de un proceso que obligue a los Gobiernos europeos a responsabilizarse de sus promesas"

"Cuando un pa¨ªs poderoso promete algo a otro d¨¦bil, la promesa es de un orden moral superior a las promesas entre un padre y un hijo"

"Suelto tacos delante de Bush y Blair. Me trae sin cuidado. Ayudan a relajar el ambiente y a establecer claramente nuestras diferentes procedencias"

"En Irlanda vot¨¦ a favor del euro, pero lo rechazo para el Reino Unido. Es una decisi¨®n pragm¨¢tica, no ideol¨®gica. Un patr¨®n ¨²nico no sirve para todos"

"Bush se ha interesado por ?frica posiblemente por la influencia de su familia. Sus dos hijas est¨¢n trabajando all¨ª en una cl¨ªnica de sida"

Pregunta. ?Sigue creyendo que se cumplieron en Escocia los objetivos de la campa?a Hacer de la pobreza historia?

Respuesta. La misi¨®n se cumpli¨® en tanto que los l¨ªderes pol¨ªticos acordaron duplicar la ayuda a los pa¨ªses pobres y perdonar la deuda para 2010. Muchos creen, y yo tambi¨¦n, que los pol¨ªticos se comprometen, pero luego no hacen nada. Por eso, Blair persuadi¨® a los l¨ªderes para firmar el documento. Es lo m¨¢s parecido a un contrato vinculante y es la primera vez que se lograba en una cumbre del G-8. Pero el proceso pol¨ªtico no es una carrera contrarreloj, sino un marat¨®n. Inmediatamente tuvimos que movernos a la fase siguiente.

P. A la reuni¨®n especial de la ONU en Nueva York, con resultados decepcionantes, seg¨²n su propio veredicto.

R. Fue in¨²til para ?frica, pero, afortunadamente, en la reuni¨®n posterior del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se firm¨® el cheque para financiar la ayuda prometida. Ahora necesitamos vigilar su progreso. Vamos a crear un grupo de control genuinamente independiente.

P. ?C¨®mo responde a los pa¨ªses europeos, Alemania entre ellos, que han advertido de que no pueden afrontar la ayuda?

R. Hay muchas formas de financiar la ayuda. El documento habla de "mecanismos financieros innovadores", una idea del ministro del Tesoro brit¨¢nico, Gordon Brown, que consiste en una especie de bonos gubernamentales contra la ayuda futura. Es decir, cada pa¨ªs podr¨¢ pedir pr¨¦stamos bajo el aval de su propia ayuda exterior. Francia tiene otra buena idea para afrontar los intereses anuales de dichos pr¨¦stamos: un impuesto sobre las aerol¨ªneas. Es un gravamen voluntario que afectar¨¢ a una minor¨ªa de personas a un coste entre tres y cinco euros por vuelo pero garantiza una recaudaci¨®n anual de 3.000 millones de euros.

P. ?No estar¨¢ la trampa en la letra peque?a?

R. Personalmente creo que es una sandez funcionar de esta forma. Pero, como activista, debo trabajar con las estructuras y buscar soluciones a los problemas de los Estados nacionales. Yo dir¨ªa a los l¨ªderes pol¨ªticos: cancelar la deuda exterior. Totalmente. Eso lo conseguimos en Gleneagles. Alemania tiene problemas econ¨®micos, pero vamos a exigirle que cumpla sus promesas. Cuando un pa¨ªs poderoso promete algo a un pa¨ªs d¨¦bil, la promesa es de un orden moral superior al de las promesas entre un padre y un hijo. Soy padre y s¨¦ que es muy mala noticia fallar a tu hija. Pero cuando una persona poderosa incumple su promesa es peor: mata al d¨¦bil. Alemania, Italia y los dem¨¢s pa¨ªses deben estar a la altura de sus compromisos. Y estar¨¢n.

P. ?Influy¨® Live 8 en el desarrollo de la cumbre del G-8?

R. El principal negociador de Blair, Michael Jay, convoc¨® al resto de los funcionarios del G-8 a una reuni¨®n en Londres, el 2 de julio. Dej¨® las ventanas abiertas para que pudieran o¨ªr el concierto de Hyde Park mientras negociaban. Live 8 cambi¨® totalmente el tenor de la negociaci¨®n. Se negaron, eso s¨ª, a hablar de comercio. Lo consideraron prematuro, dado que en diciembre se abre en Hong Kong la ronda de negociaciones de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio.

P. ?Se sinti¨® defraudado con este aplazamiento?

R. Comercio nunca form¨® parte de la agenda del G-8. Lo sab¨ªamos. Aun as¨ª, el 7 de julio comenzamos a negociar sobre el maldito tema, hasta que estallaron las bombas en Londres y todo el mundo regres¨® a sus ciudades.

P. ?Malograron los atentados la campa?a en favor de ?frica?

R. No nos perjudicaron porque esa ma?ana Blair present¨® la moci¨®n sobre comercio y propuso hablar de subsidios a la exportaci¨®n. Los activistas reclaman una fecha de su abolici¨®n, y hubi¨¦ramos levantado un monumento de haberla logrado. Conseguimos incluir en el comunicado palabras fuertes, dentro de un lenguaje bastante radical, sobre la cuesti¨®n del comercio, que ni tan siquiera iba a discutirse en Gleneagles.

P. ?No se trata de meras declaraciones de principios?

R. S¨ª, es una declaraci¨®n de principios. No significa gran cosa para la gente corriente, para los que asistieron a Live 8, pero supone mucho para un l¨ªder del G-8. Para ellos es muy fuerte declarar que no forzaremos la liberaci¨®n econ¨®mica en los pa¨ªses pobres. Es una cuesti¨®n ideol¨®gica. Dicen que creen en el mercado libre, cuando la realidad indica lo contrario. La UE es una barrera, un gran muro que frena el comercio a los dem¨¢s. EE UU, con sus subsidios, tampoco ejercita el mercado libre. Pretendemos que lo es, cuando se trata de proteccionismo. Al Capone estar¨ªa muy orgulloso.

P. ?Ve con optimismo el encuentro de Hong Kong?

R. Creo que va a ser un desastre. No hemos visto ning¨²n avance de momento. Francia se niega a negociar. EE UU tiene una buena propuesta: acabar con los subsidios si los dem¨¢s tambi¨¦n lo hacen. El discurso de Bush anunciando esta iniciativa fue la ¨²nica intervenci¨®n decente que escuch¨¦ en la asamblea especial de la ONU.

P. ?Cree que la UE negociar¨¢ la oferta de Bush?

R. Coment¨¦ la propuesta con Chirac, y volver¨¦ a preguntarle por qu¨¦ Francia no est¨¢ dispuesta a debatir al menos la cuesti¨®n de las subvenciones agr¨ªcolas. Debe de haber una forma de proteger a los peque?os granjeros, porque realmente quienes m¨¢s se benefician de la Pol¨ªtica Agraria Europea son los grandes terratenientes. Pagamos 2,80 d¨®lares al d¨ªa por cada vaca europea y a los pobres africanos les damos 65 c¨¦ntimos al a?o. Estamos locos.

P. ?Arruinar la agricultura no ser¨ªa peligroso para Europa?

R. No hablamos de acabar con la agricultura, sino con el exceso de producci¨®n. Abramos los mercados. ?Por qu¨¦ hay que subvencionar este sector de la econom¨ªa? Alimentos siempre necesitaremos. Y si un granjero espa?ol produce mejor mantequilla que, digamos, otro de Camer¨²n, compraremos su mantequilla. ?Qu¨¦ sentido tiene pagar a un agricultor ingl¨¦s para que cultive remolachas con las que elabora az¨²car. La del Caribe es m¨¢s barata y de mejor calidad.

P. ?Se impacienta hablando con pol¨ªticos?

R. Tengo cuidado para que no me descalifiquen por ser cantante pop, y, por tanto, desde su perspectiva, un extremista. Voy muy espabilado a las citas con los l¨ªderes, hablo suavemente y de pronto golpeo la mesa. Ellos devuelven el golpe, por supuesto. Pero comprenden que s¨¦ de qu¨¦ hablo. Llevo veinte a?os involucrado en cuestiones africanas y s¨¦ m¨¢s del tema que ellos. Con sus asesores no es lo mismo; con ellos discuto ideas y proyectos. Doy vueltas al asunto para demostrarles que actuar en ?frica va en favor de sus intereses.

P. ?Para frenar la inmigraci¨®n, por ejemplo?

R. S¨ª. La gente est¨¢ atravesando el desierto para llegar a Ceuta y saltar verjas con alambradas de pinchos. Y lo hacen en busca de una vida mejor. Espa?a deber¨ªa presionar e impulsar la creaci¨®n de un proceso que obligue a los Gobiernos europeos a responsabilizarse de sus promesas. Y los espa?oles deber¨ªais exigir que cumplan los compromisos. Va en vuestro inter¨¦s nacional para frenar las masas de inmigrantes, un problema que pr¨¢cticamente deb¨¦is ahora mismo resolver vosotros solos.

P. ?Cree posible una soluci¨®n a la inmigraci¨®n africana?

R. ?frica es el problema pol¨ªtico m¨¢s grave del siglo XXI. Irak es una pesadilla, y mucha m¨¢s gente morir¨¢ antes de que se resuelva, pero es una pesadilla pasajera. Nunca frenaremos a los africanos en su ¨¦xodo por mejorar sus vidas. Es imposible. Necesitamos abordar las estructuras del problema, que son pol¨ªticas. Live Aid lleva recaudados 200 millones de d¨®lares para combatir la hambruna desde 1985. Pero ya no podemos centrarnos en los s¨ªntomas individuales de la pobreza: un a?o, la hambruna; al siguiente, el sida y la malaria, o, acaso, deber¨ªamos movilizarnos contra la tuberculosis y la mejora de la educaci¨®n. A estas alturas es rid¨ªculo actuar a golpes. Existe hoy una nueva fluidez pol¨ªtica y comienza a ser posible enfrentarse a las estructuras de la pobreza.

P. ?C¨®mo ve el futuro?

R. No podemos tener un continente en un inexorable declive econ¨®mico. Las consecuencias son inimaginables. ?Qu¨¦ sucede cuando la gente no tiene ni voz, ni esperanza? Reacciona con barbarismo.

P. ?Ser¨¢ ?frica la pr¨®xima cantera del terrorismo?

R. No, no lo creo. All¨ª funciona otra cultura. Reina una especie de horrible fatalismo en ?frica, pero siento que el continente no estallar¨¢ en violencia.

P. ?Qu¨¦ le llev¨® a retomar la campa?a por ?frica?

R. En 2004 viaj¨¦ al sur de Etiop¨ªa, a Key Afer, una regi¨®n muy f¨¦rtil que vive de los beneficios del cultivo de caf¨¦. Fue un a?o de sequ¨ªa y de un acusado colapso del precio del caf¨¦ en el mercado internacional. La gente volv¨ªa a sufrir hambruna. Eso es globalizaci¨®n. All¨ª le llaman muerte. No estoy en contra de la globalizaci¨®n, s¨®lo indico que el efecto de esta econom¨ªa en el pobre es devastador. A mi regreso propuse a Blair analizar el problema, costearlo, elaborar un plan de choque y ejecutarlo pol¨ªticamente. Estuvo de acuerdo.

P. ?As¨ª convenci¨® a Blair para fundar la Comisi¨®n por ?frica?

R. Blair y Brown vieron los conciertos de Live Aid en 1985. Son contempor¨¢neos m¨ªos y la campa?a Live Aid form¨® parte de su proceso de maduraci¨®n pol¨ªtica. Seg¨²n ambos me han contado, pensaron entonces que si alg¨²n d¨ªa acced¨ªan al poder har¨ªan algo por la causa africana. Son tan apasionados y est¨¢n tan bien informados sobre el tema como yo.

P. ?Se tratan de colegas?

R. Puedo llamar a Blair siempre que es preciso. Yo no estoy de acuerdo con muchos aspectos de su gobierno, pero con ¨¦l y con Brown s¨®lo hablo de ?frica.

P. ?No teme cruzar la l¨ªnea del activismo al hero¨ªsmo pol¨ªtico?

R. Hay tres opciones. Como dicen en ingl¨¦s, puedes estar fuera de la tienda y orinar hacia dentro. Alternativamente, puedes estar dentro de la tienda y orinar hacia fuera. Yo me muevo por una tercera v¨ªa: estoy metido en la tienda y orinando en su interior. Con la m¨²sica hice lo mismo. Soy de la generaci¨®n de bandas fundadas en 1976, en la era punk, y en aquel entonces algunos grupos rechazaban los grandes ¨¦xitos porque, seg¨²n dec¨ªan, ellos actuaban en contra del sistema. Duraron un a?o. Los tipos que compusieron canciones relevantes y populares son los que transformaron el mundo del pop. En una batalla hay que enzarzarse con el enemigo en vez de chillar desde los aleda?os.

P. ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con Bono en las campa?as pol¨ªticas?

R. No es una relaci¨®n motivada por las campa?as pol¨ªticas. Somos amigos desde hace 30 a?os. Bono sol¨ªa venir a mis primeros conciertos en Dubl¨ªn, y unos a?os despu¨¦s form¨® su banda. Damos la imagen de polic¨ªa duro y polic¨ªa blando. Pero no la ensayamos, es un reflejo de nuestras personalidades. Bono quiere abrazar el mundo. Yo quiero darle una paliza, sacarle los ojos a pu?etazos. Bono siempre intenta preservar su afabilidad, y es, sin duda, muy efectivo. Tiene mucha cabeza. Ambos somos irlandeses y nos expresamos con gran soltura. Cuando estoy a punto de perder la paciencia, Bono lo nota y sabe que pronto gritar¨¦ un "?vete al diablo!".

P. ?Suelta tacos enfrente de Bush y Blair?

R. Delante de cualquiera. Los tacos ayudan a relajar el ambiente y a establecer claramente nuestras diferentes procedencias. En un encuentro con Bush, Bono dijo de pronto: "Se?or presidente, Bob no es creyente". "Gracias, Bono, qu¨¦ majo eres", le espet¨¦. Y Bush contest¨®: "No te lo tomes a mal, pero a Dios le gusta lo que est¨¢s haciendo".

P. ?Tal proximidad al poder recorta su capacidad de cr¨ªtica?

R. No estamos pr¨®ximos al poder, sino enzarzados en un di¨¢logo y una negociaci¨®n con los mandos pol¨ªticos. Estamos comprometidos con la agenda, y la ¨²nica forma de alcanzar el objetivo es negociando con los que fijan dicha agenda. Somos un grupo de presi¨®n y hablamos con los que tienen el poder y tambi¨¦n con la oposici¨®n. Con los l¨ªderes, diputados, asesores, oficiales y funcionarios. Soy tan amistoso con los conservadores y liberales dem¨®cratas como con los laboristas brit¨¢nicos. No pertenezco a ning¨²n partido. Me importan un bledo. Y quiz¨¢ por eso les asusto un poco, porque me da igual un partido u otro.

P. ?Aprecian su estilo directo y coloquial?

R. No, no. Piensan que soy quisquilloso, dif¨ªcil, negativo. Con Bono se ablandan, pero a m¨ª me tratan con deferencia.

P. ?Ganan los pol¨ªticos cierto respeto del p¨²blico, al menos de los j¨®venes, teni¨¦ndoles a usted y a Bono en su ¨®rbita?

R. No creo que esto sea correcto. Bono y yo comprendemos muy bien que el precio de nuestra presi¨®n se salda frecuentemente con una fotograf¨ªa. La foto es el precio, y generalmente la negociamos de antemano.

P. ?Nunca descubre motivos de cr¨ªtica en la gesti¨®n de Bush?

R. Le defiendo respecto a ?frica. Accedi¨® al poder creyendo que California era pol¨ªtica exterior y ha terminado comprendiendo que Senegal es pol¨ªtica interior. As¨ª ha sido su curva de aprendizaje. Es cierto que Bush no est¨¢ movi¨¦ndose lo suficientemente deprisa en temas africanos, pero se est¨¢ moviendo, y est¨¢ movi¨¦ndose m¨¢s que ning¨²n otro presidente.

P. ?Incluso cuando envuelve la lucha contra el sida en cuestiones morales?

R. Me trae sin cuidado siempre que el plan sea efectivo. Mientras EE UU invierta recursos en evitar que la gente muera, me siento muy feliz. Me importa un bledo que Bush, para conseguir el dinero, deba ingeniar alguna tonter¨ªa. No me interesa la moralidad de nadie. Yo soy ateo. Lo ¨²nico que me preocupa es que el programa sea efectivo y que haya dinero.

P. ?Qu¨¦ le llev¨® a Bush a interesarse por ?frica?

R. Intereses nacionales y posiblemente tambi¨¦n la influencia de su familia. Sus dos hijas est¨¢n trabajando en ?frica en una cl¨ªnica de sida. Laura Bush acaba de hacer un viaje privado por cuatro pa¨ªses africanos. Le preocupa la educaci¨®n de la mujer, lo cual es un problema muy serio en ?frica. As¨ª, pude explicar al presidente que los africanos enviar¨¢n a sus hijos e hijas al colegio si con ello obtienen alg¨²n beneficio econ¨®mico, como son las comidas gratuitas, y si antes se ha dado una soluci¨®n pr¨¢ctica a cuestiones culturales, como el hecho de que una joven perder¨¢ una semana de clase al mes si en la escuela no hay dos ba?os.

P. ?Por qu¨¦ se opone al euro?

R. En Irlanda vot¨¦ a favor del euro, pero lo rechazo para el Reino Unido. Es una decisi¨®n pragm¨¢tica, no ideol¨®gica. Un ¨²nico patr¨®n no sirve para todos los pa¨ªses de la UE. Para Irlanda, el euro fue muy ¨²til: pudo operar fuera del ¨¢rea de la libra esterlina y adquirir una voz de iguales en Bruselas. En Gran Breta?a, el ciclo econ¨®mico es totalmente diferente, y el euro mermar¨¢ la relativa libertad que tenemos para gestionar nuestros negocios.