El mercado de pisos protegidos de segunda mano en Catalu?a no alcanza el 2% de las ventas
El consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Salvador Mil¨¤, insiste una y otra vez en que uno de los principales objetivos del anteproyecto de ley de la vivienda es conseguir que haya un mercado de pisos protegidos usados porque ahora, asegura, no lo hay. Los datos hechos p¨²blicos por la Asociaci¨®n Hipotecaria Espa?ola le dan la raz¨®n: de las 136.370 operaciones de compraventa realizadas el pasado a?o en Catalu?a, s¨®lo 1.877 correspondieron al mercado de vivienda protegida de segunda mano. Esto equivale al 1,3%.
Las cifras del primer trimestre de 2005 son muy parecidas. Sobre 34.981 transacciones inmobiliarias realizadas, s¨®lo 439 fueron de viviendas protegidas usadas. En t¨¦rminos porcentuales, esta cifra equivale al 1,25%.
La existencia de un mercado de vivienda protegida usada puede ser especialmente ¨²til para frenar el aumento del precio que se est¨¢ registrando en el mercado de vivienda usada libre. Pero tiene una segunda funci¨®n en las poblaciones con escaso suelo: garantizar la pervivencia de vivienda protegida, explica el secretario de Vivienda, Ricard Fern¨¢ndez. Fern¨¢ndez ve con satisfacci¨®n la construcci¨®n de 10.000 viviendas protegidas en Barcelona hasta 2007, pero cree que si la ley que prolonga la protecci¨®n hasta 90 a?os estuviera ya en vigor, Barcelona garantizar¨ªa el acceso a vivienda protegida en el futuro, mientras que ahora depender¨¢ de lograr m¨¢s suelo, asunto harto dif¨ªcil en una ciudad que lo tiene casi agotado. El grueso de las viviendas vendidas son usadas: 99.151 en el pasado a?o y 26.153 en el primer trimestre de ¨¦ste. No ocurre lo mismo con las protegidas. Durante el a?o 2004, los catalanes compraron 2.554 viviendas protegidas nuevas. En ese mismo periodo, las transacciones inmobiliarias de viviendas libres sumaron 34.965. Es decir, el mercado de vivienda protegida nueva represent¨® el 6,86%. Este porcentaje es muy alto si se compara con el del primer trimestre de este a?o (el 4,42%) y alt¨ªsimo si se tiene en cuenta la vivienda usada, que representa el 1,89% de las ventas de viviendas de segunda mano en 2004 y el 1,6% en el primer trimestre de este a?o.
La escasez del mercado de segunda mano es el caballo de batalla de algunas de las medidas incluidas en el anteproyecto de ley del derecho a la vivienda elaborado por el Gobierno catal¨¢n.
Entre estas medidas figura el derecho de retracto, que establece que el Ejecutivo tiene prioridad en la adquisici¨®n de una vivienda, si iguala el precio que ofrece el comprador. Esta medida, igual que la hipot¨¦tica expropiaci¨®n de pisos vac¨ªos, no tiene car¨¢cter universal. S¨®lo est¨¢ prevista en condiciones muy concretas. Por ejemplo, que la zona donde est¨¦ el piso se halle en una ¨¢rea afectada por la rehabilitaci¨®n de barrios o se haya descubierto un movimiento especulativo que amenace a los residentes. En ambos casos (retracto y expropiaci¨®n) el objetivo declarado por el consejero Mil¨¤ es rehabilitar el piso y volver a colocarlo en el mercado protegido. Es decir, potenciar el mercado de pisos protegidos de segunda mano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.