"Seamos h¨¦roes, no superh¨¦roes"
Lastras y algunos otros corredores intentan, contra viento y marea, dar un sentido ¨¦tico a su oficio
Los ciclistas, mal que les pese, volvieron ayer a hablar de dopaje.
Los ciclistas suelen hablar mucho de dopaje. Lo hacen habitualmente en las carreras. Lo hacen tambi¨¦n en las asambleas de su sindicato, la ACP (Asociaci¨®n de Ciclistas Profesionales), que funciona fundamentalmente como una asesor¨ªa jur¨ªdica en la que todos los corredores ponen su cuota para disponer de unos abogados que defiendan a los implicados en los casos de dopaje. En sus reuniones, siempre hablan los enterados de las ¨²ltimas tendencias, de la indetectabilidad de la hormona de crecimiento, por ejemplo, o de que mucho mejor, m¨¢s seguro de cara a los controles, que administrarse la EPO en grandes dosis cada mucho tiempo es asumir diariamente dosis muy peque?as, microdosis pr¨¢cticamente indetectables.
De poco m¨¢s hablan en sus asambleas, a las que acuden como mucho 30 o 32 ciclistas de los m¨¢s de 130 afiliados. El resto del tiempo lo dedican la mayor¨ªa a buscar formas de repartirse, en forma de autorregalos, el dinero sobrante de sus cuotas anuales. A los que intentan reflexionar un poco sobre el oficio, sobre su vida, los callan. Pero no por ello se callan.
Pedro Horrillo, que pedalea y escribe, tambi¨¦n piensa. Cuenta estos d¨ªas la tristeza que le provoca el estado de su profesi¨®n, la falta de ilusi¨®n que le invade. La pena. La verg¨¹enza que siente a veces por ser ciclista, una profesi¨®n que hace no tanto confer¨ªa a sus practicantes la consideraci¨®n de h¨¦roes populares, de superhombres, que despertaba admiraci¨®n. "En algunos ambientes, con algunos amigos, ni siquiera puedo decir que soy ciclista", dice. "Me miran mal por ello".
La misma sensaci¨®n de indeseable sufre Chechu Rubiera, corredor del Discovery Channel, ex compa?ero y amigo de Heras. "Algo tenemos que hacer. Creo que vivimos el peor momento en la historia en lo que se refiere a la imagen del ciclismo y de los ciclistas", dice el asturiano, elegido por sus pares para representarlos en el consejo del UCI ProTour. "Pero del tema de mi amigo Roberto no quiero opinar hasta despu¨¦s del contraan¨¢lisis, que espero que salga negativo".
Pablo Lastras es otro de los pocos ciclistas pesimistas, preocupados, lo que no le impide llevar, con celo misionero, su peque?a cruzada por la dignidad de su profesi¨®n bajo el lema: "Seamos h¨¦roes, y no superh¨¦roes".
"Creo que no s¨®lo es tarde para salvar al estamento profesional, a mi generaci¨®n, sino tambi¨¦n a las siguientes. En el campo amateur el dopaje es una plaga", cuenta Lastras, que diariamente se entrena por sus tierras, en la cuenca del Guadarrama y del Alberche, en la raya entre Madrid y ?vila con un grupo de ciclistas aficionados. A los que habla, a los que intenta aleccionar, educar. "Y lo hago porque pienso que estoy obligado a dejar algo para el futuro, a hacer algo por el ciclismo, que aparte de mi palmar¨¦s debo dejar una herencia", explica Lastras, ganador de etapa en Giro, Vuelta, Tour y Vuelta a Suiza.
"Yo les digo a los amateurs que no hagan nada, que no tomen nada, que no tiene ning¨²n sentido, que est¨¢n afinando el m¨¦todo de detecci¨®n y poco a poco acabar¨¢n con los tramposos, que para ser ciclista lo importante es cuidarse y sufrir, y entrenarse, que aqu¨ª milagros no hay, que aqu¨ª no hay pistolas que te digan o tomas esto o a la calle", cuenta Lastras. "Pero ellos son de una generaci¨®n muy valiente, son gente que sabe lo que quiere. Y ellos me responden: 'Vale, Penkas, muy bien. Pero t¨² nos hablas as¨ª porque eres profesional, porque ya est¨¢s asentado, porque has logrado lo que so?abas. Pero nosotros, ?qu¨¦? Nosotros somos amateurs que queremos ser profesionales, y que sabemos lo que tenemos que hacer para dar el salto, que si no lo hacemos no llegaremos a ninguna parte".
"?sa es la gran trampa, la gran disculpa", contin¨²a, serio, Lastras. "A lo que se agarran todos: 'como todos se ponen, yo tambi¨¦n. Yo no quer¨ªa, pero..."
A Denis Menchov, que puede convertirse en el ganador de la Vuelta de 2005 si se confirma el positivo de Roberto Heras, la noticia le lleg¨® a su casa de Orel (Rusia) v¨ªa Internet ayer por la ma?ana. "Lo vi en una web y no me lo pod¨ªa creer", dijo el ciclista ruso del Rabobank. "Despu¨¦s me llamaron de mi equipo, de Holanda, y me lo confirmaron. La verdad es que ser¨ªa important¨ªsimo para m¨ª ganar la Vuelta, aunque, claro, a nadie le gusta conseguirlo en estas circustancias". Hombre de pocas palabras, Menchov no quiso ir m¨¢s all¨¢.
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