La biblioteca digital de Google cumple un a?o entre pol¨¦micas
Microsoft se al¨ªa con Yahoo para una biblioteca alternativa - Europa se prepara para digitalizar libros en lenguas no anglosajonas - Cervantes Virtual tiene en red 15.700 libros - Gallica, 70.000 obras en franc¨¦sGoogle Print cumple un a?o de vida - El buscador se ampara en el 'fair use', el uso razonable de material con 'copyright', para defenderse de demandas de autores y editores - La versi¨®n espa?ola se estren¨® hace un mes
La cantidad es lo ¨²nico original de la biblioteca digital de Google. Su proyecto, que acaba de cumplir un a?o, se diferencia de otros en que llega m¨¢s tarde, pero tambi¨¦n en que quiere llegar m¨¢s lejos y en que ha creado pol¨¦mica.
La Asociaci¨®n de Editores Americanos (APA) y Authors Guild, que representa a 8.000 escritores, han presentado sendas querellas por si Google digitaliza libros sin su permiso.
Microsoft se ha aliado con Yahoo, HP y Adobe en la Alianza de Contenidos Abiertos para digitalizar 150.000 libros antiguos en un a?o. La empresa ha llegado a un acuerdo con la Biblioteca Brit¨¢nica para digitalizar 25 millones de p¨¢ginas de sus fondos y ofrecerlos a consulta por la Red. La Uni¨®n Europea tambi¨¦n se re¨²ne para conseguir su propia biblioteca digital, temerosa de que Google s¨®lo digitalice libros en ingl¨¦s.
A los fundadores de Google parece que les ha sorprendido tanta reacci¨®n en contra cuando ellos, afirman, s¨®lo buscan el bien a la humanidad. "El proyecto es bueno para la gente y la empresa, y es legal; pero lo m¨¢s importante de todo: es realmente importante para el mundo", declara Sergey Brin, cofundador del buscador.
La diferencia respecto a los or¨ªgenes de Google es que el buscador, adem¨¢s de hacer el bien, hace dinero. Hoy Google es una m¨¢quina de hacer dinero. En poco m¨¢s de un a?o, su acci¨®n ha pasado de 80 d¨®lares a 370; en el ¨²ltimo trimestre sus beneficios se han multiplicado por siete. Total, que todos quieren participar en posibles fuentes de ingresos, aunque en el caso de la digitalizaci¨®n de libros, no se intuyen.
El conflicto es, como siempre, la negociaci¨®n de derechos. Mientras que Google quiere digitalizar todos los libros siempre que el editor no manifieste lo contrario; la asociaci¨®n de editores quiere que s¨®lo se incluyan las obras que tienen cedidos expresamente sus derechos.
Entre tantos esfuerzos dispersos y nuevos, desde hace a?os se edifican en la Red bibliotecas digitales serias y sin ¨¢nimo de lucro. Hace ya 34 a?os que la Universidad de Illinois arranc¨® el Proyecto Gutenberg. Tiene para leer gratuitamente 16.000 libros en la Red, la mayor¨ªa en ingl¨¦s. En Espa?a crece imparablemente Cervantes Virtual, con 15.700 obras y 10 millones de p¨¢ginas vistas por mes. En Francia, Gallica re¨²ne un mill¨®n de visitas mensuales y m¨¢s de 70.000 obras en franc¨¦s.Google Print, que este mes cumple un a?o de vida, tiene dos partes, que se solapan y se confunden: el programa para editores y la biblioteca virtual. "El primero tiene mucho ¨¦xito. Se present¨® en la feria del libro de Francfort (Alemania) en octubre de 2004 y ya se han suscrito grandes editoriales como Random House, Pearson, McGraw & Hill, Simon & Schuster...", explica Jim Gerber, director de contenidos de Google Print, en manifestaciones a Ciberp@¨ªs.
En el programa de editores, los internautas pueden localizan los libros de las editoras suscritas que est¨¢n a la venta. Pueden leer una p¨¢gina de la obra, avanzar o retroceder un par de folios y localizar la informaci¨®n sobre autor, editor, fecha de publicaci¨®n, adem¨¢s de los enlaces hacia las librer¨ªas que los venden. "Los lectores, de un vistazo, saben si les interesa el libro o no. Muchos t¨ªtulos de temporadas pasadas, la mayor¨ªa de ejemplares en circulaci¨®n, est¨¢n as¨ª constantemente en vitrina", asegura Gerber.
Por ejemplo, cuando el cardenal Ratzinger fue elegido Papa, millones de personas que buscaban su nombre en Google encontraron su libro En el comienzo a trav¨¦s de Google Print. Miles de personas vieron una o dos p¨¢ginas. Resultado, sus ventas aumentaron 10 veces, seg¨²n Gerber. Un sistema similar lo mantiene la librer¨ªa digital Amazon.
La otra iniciativa, y la m¨¢s controvertida, es el proyecto de biblioteca virtual. Google lleg¨® a un acuerdo en diciembre de 2004 con las universidades de Stanford, Harvard, Michigan (Estados Unidos), Oxford (Gran Breta?a) y la Biblioteca P¨²blica de Nueva York para digitalizar todos sus libros y fondos documentales, y ponerlos a disposici¨®n del p¨²blico en Internet. S¨®lo la biblioteca Widener de Harvard tiene 15 millones de vol¨²menes.
Gerber comprende los recelos que provoca aunque considera que son infundados. "Google es un buscador, pero no el ¨²nico. Nuestro ¨¦xito radica en que las busquedas son r¨¢pidas y f¨¢ciles. Si no fuera as¨ª, los internautas buscar¨ªan en otros sitios. Google s¨®lo facilita el camino para que la gente encuentre la informaci¨®n que necesita. Google Print es un servicio de valor a?adido m¨¢s, como Gmail o Picasa. Si los internautas descubren libros y les interesan los comprar¨¢n, y eso es tambi¨¦n beneficioso para los autores y editores", dice Gerber.
Libros descatalogados
Varios estudios, seg¨²n Google, sostienen que s¨®lo el 20% de los libros publicados a lo largo del tiempo son de dominio p¨²blico. "Un 20% est¨¢ a la venta y entre el 60% y el 80% restante han dejado de editarse, est¨¢n descatalogados. El objetivo de Google Print es poner en circulaci¨®n este gran volumen de libros. El problema no es que los libros vayan a desaparecer, porque muchos est¨¢n en las bibliotecas. El objetivo es ponerlos en la Red. Si no est¨¢ en Internet no ser¨¢ encontrado y no ser¨¢ le¨ªdo".
Las obras que est¨¢n bajo dominio p¨²blico, es decir, que no est¨¢n sujetas a derechos de autor, se ofrecen en su totalidad. "De las sometidas a copyright s¨®lo ofrecemos una ficha de cat¨¢logo y un extracto sobre la b¨²squeda que aparece en la obra y el n¨²mero de ocasiones que el t¨¦rmino buscado aparece en el t¨ªtulo", explica Gerber.
A pesar de las demandas recibidas por violar el copyright, Google asegura que es "absolutamente" respetuoso con la propiedad intelectual. "Consideramos
que indexar libros, aunque est¨¦n bajo copyright, no es una violaci¨®n de la ley. Estos t¨ªtulos no se pueden leer ni imprimir. Simplemente puedes leer un peque?o fragmento. Esto es un fair use [uso leg¨ªtimo, uso razonable] del material". Este concepto jur¨ªdico de la legislaci¨®n anglosajona deja abiertas las excepciones a los derechos de autor. Para saber si hay o no fair use, los jueces deben establecer en cada caso si el uso del material protegido es comercial o educativo, el volumen y cantidad reproducido y los efectos sobre el mercado que causa su puesta en circulaci¨®n, entre otros.
En Europa, por el contrario, las excepciones est¨¢n delimitadas por la ley. De ah¨ª que de la biblioteca de Oxford, Google Print s¨®lo digitalice los libros que est¨¢n bajo dominio publico, es decir, los publicados durante o antes del siglo XVIII, tal como ya hacen proyectos similares como Gutenberg o Alianza de Contenido Abierto. Gerber no est¨¢ en contra de estos y otros proyectos: "Cualquier iniciativa que ponga en Internet libros nos parece positiva. Los vemos como complementarios, no como competidores".
Gerber asegura que el buscador no obtiene ingresos econ¨®micos. "El 100% de la digitalizaci¨®n y el mantenimiento de la base de datos de las cinco bibliotecas corre por nuestra cuenta".
GOOGLE PRINT: http://print.google.es
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