El Masters empieza bien

Las mejores raquetas del circuito, a excepci¨®n del australiano Lleyton Hewitt, que es baja por paternidad, y de los lesionados Andy Roddick y Marat Safin, se dar¨¢n cita a partir del pr¨®ximo domingo en uno de los torneos m¨¢s esperados por los aficionados y m¨¢s ansiado para los tenistas, el Masters de Shanghai, China. Para abrir boca, de momento, ayer ya se celebr¨® el sorteo. As¨ª, el Grupo Rojo est¨¢ conformado por el suizo Roger Federer, los argentinos David Nabaldi¨¢n y Guillermo Coria, y el croata Ivan Ljubicic, y el Grupo Oro, por el espa?ol Rafa Nadal, el argentino Gast¨®n Gaudio, el ucranio Nikolay Davydenko y el norteamericano Andre Agassi. La suerte est¨¢ echada y ya s¨®lo falta que las pelotas amarillas empiecen a besar las l¨ªneas del impresionante estadio Qi Zhong. A Nadal le ha gustado tanto no cruzarse con Ljubicic como saber que no compite Roddick.

La superficie dura, sint¨¦tica, no agrada a todos por igual. Tanto los argentinos -que aportan el mayor n¨²mero de jugadores por primera vez en la historia con tres titulares y con Mariano Puerta como primer reserva- como Nadal prefieren la tierra; los botes bajos y r¨¢pidos a los que obliga la moqueta impiden, en muchas ocasiones, acabar el golpe con facilidad, llevar la raqueta sobre los hombros y mandar la bola al fondo de la pista. En Shanghai, con toda seguridad, primar¨¢ la fuerza y la velocidad. As¨ª, los tildados de ca?oneros, los altos y los que tienen una mu?eca de oro a la hora de volear, no pueden dejar de sonre¨ªr ante la superficie azul. De personificar las cualidades, aparece, como siempre y como aut¨¦ntico favorito, Roger Federer, el n¨²mero uno. En su grupo se encuentra el debutante Ljubicic, que llega en un momento muy dulce tras alcanzar las recientes finales del Master Series de Madrid y de Par¨ªs-Bercy. El croata, que se basa en el juego del servicio y volea, se presume con un duro escollo para el suizo. M¨¢s dif¨ªcil lo tendr¨¢n Coria, al que nunca se le puede descartar por su coraje y su garra sobre el pavimento, y Nabaldi¨¢n, que se estrena en el torneo como repescado. Pero sus armas, no obstante, son los golpes de fondo, mover al rival y definir a ¨²ltima instancia. Algo poco propicio para Shanghai.

El grupo de Nadal, el Oro, es bastante parejo si se mide por el estilo de juego. Ninguno es sacador nato y todos, con sus diferencias, prefieren desarrollar su juego desde el fondo de la pista, sobre la l¨ªnea blanca. Pero Nadal tiene m¨¢s n¨²meros para clasificarse, pues a¨²n apreciando m¨¢s la arena rojiza, es un todo terreno como demostr¨® sobre la moqueta de Madrid al imponerse, en la final, a Ljubicic en cinco ¨¦picos sets. Agassi es el que mejor resta de todos, el que menos teme a los saques. Pero tiene en contra su edad, 35 a?os, y sus intermitentes dolencias. Gaudio posee el mejor rev¨¦s, el m¨¢s incisivo, pero le falta potencia en el servicio y, seg¨²n reconoce el propio jugador, "cabeza en ocasiones".

Lo contrario que Davydenko, que suele hacer honor a las g¨¦lidas temperaturas de su Ucrania natal y apenas se inmuta. Pero todos, sin exclusi¨®n alguna, deber¨¢n tener paciencia para alcanzar la final y ganarla.