Goya se ocultaba en el Ateneo
Halladas dos colecciones de grabados de 'Los caprichos' y 'Los desastres' al hacer un inventario de fondos bibliogr¨¢ficos
El Ateneo de Madrid y Calcograf¨ªa Nacional han confirmado la importancia del doble hallazgo registrado en dep¨®sitos de la sede atene¨ªsta de la calle del Prado durante el inventario de sus copiosos fondos bibliogr¨¢ficos, nutridos por m¨¢s de medio mill¨®n de libros, revistas y documentos. Se trata de una segunda edici¨®n de 80 aguafuertes de Los caprichos, cuyas planchas fueron grabadas por Francisco de Goya en 1794 y editadas por primera vez en 1855, as¨ª como una primera edici¨®n, con otros 80 aguafuertes y aguamarinas, de grabados de Los desastres de la guerra, realizados por el artista aragon¨¦s entre 1812 y 1815.
Esta edici¨®n fue estampada por primera vez en el a?o de 1863. El valor estimado de ambas colecciones de grabados frisa los 200.000 euros, ya que su estado de conservaci¨®n "es muy aceptable", al decir de Jos¨¦ Luis Abell¨¢n, presidente del Ateneo de Madrid, que confirm¨® los dos hallazgos, validados asimismo por Clemente Barrena, experto de la Calcograf¨ªa Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Durante el primer franquismo esta instituci¨®n sufri¨® distintos expolios
Alfonso Herr¨¢n Acebes, historiador del Arte, que inventar¨ªa el patrimonio de bienes muebles, hall¨® las colecciones durante la catalogaci¨®n bibliogr¨¢fica en curso, iniciada el pasado mes de junio. El descubrimiento sobrevino cuando Herr¨¢n, burgal¨¦s de 32 a?os, especializado en Historia Medieval y Moderna, hall¨® una memoria del balance patrimonial del Ateneo de 1863 en la que aparec¨ªa citado varias veces el pintor aragon¨¦s. "Entonces acud¨ª al fichero manual, en la letra G, que me remiti¨® hasta el remoto segundo anaquel del tercer dep¨®sito de libros de la biblioteca-sala de estudios conocida como La pecera, situada en la segunda planta", explica.
"Cuando encontr¨¦ la primera edici¨®n, que hab¨ªa sido encuadernada en 1912 -labor ¨¦sta que contribuy¨® grandemente a salvarla intacta-, experiment¨¦ una de las sensaciones m¨¢s agradables de mi vida", subraya Herr¨¢n. El otro hallazgo lo descubri¨®, siguiendo la misma l¨ªnea investigadora, en el conf¨ªn de una de las tres grandes cajas fuertes que posee el Ateneo.
Ambas ediciones proced¨ªan de la etapa en la cual el Ateneo se hallaba en la calle de la Montera, sede anterior hasta 1884, desde donde fueron adquiridas. Se desconoce el vendedor de los grabados, si bien, dado su valor, o bien proced¨ªa de alg¨²n arist¨®crata o bien de la misma instituci¨®n real a la que Goya las cedi¨®. Para su descubridor resulta un encuentro "casi milagroso", habida cuenta de que durante la etapa en la que el Ateneo perdi¨®, bajo el primer franquismo, su denominaci¨®n -trocada por la de Aula de Cultura de Falange Espa?ola de las JONS-, este centro decano de las instituciones culturales madrile?as sufri¨® distintos expolios. As¨ª lo confirma el presidente del Ateneo, Jos¨¦ Luis Abell¨¢n. "Hubo el caso de un sacerdote, que fue entonces secretario de la instituci¨®n, que retir¨® los n¨²meros registrales de aquellos libros que el Ateneo atesoraba y que ¨¦l consideraba perniciosos para la juventud", se?ala Abell¨¢n. "Por fortuna, no los destruy¨®, pero los dej¨® sin cifrado de catalogaci¨®n", a?ade.
Este hecho y otros parecidos han dificultado sobremanera la tarea de inventario que Herr¨¢n realiza y que incluye asimismo la catalogaci¨®n de los numerosos cuadros, algunos de gran valor -Sorolla, Madrazo, Esquivel-, que el Ateneo pose¨ªa. "Tenemos constancia de que algunos de estos lienzos", precisa Abell¨¢n, "fueron a dar entonces a distintos paradores de turismo". El Ateneo despliega gestiones para recobrar all¨ª su patrimonio art¨ªstico.
Tambi¨¦n el propio Francisco de Goya temi¨® hallar problemas a sus grabados -de tan realista trasunto- por parte de la Inquisici¨®n. "Sabemos que las planchas que emple¨® para la primera edici¨®n de Los caprichos, que ¨¦l vendi¨® personalmente en la calle del Desenga?o sin mucha fortuna, las don¨® a la Imprenta Real, de la que formaba parte la Real Calcograf¨ªa", dice Clemente Barrena. "O bien Goya tem¨ªa a la censura inquisitorial y trataba de blindar las planchas en los lares regios o bien decidi¨® donarla a la instituci¨®n calcogr¨¢fica con el prop¨®sito de que el rey concediera una pensi¨®n vitalicia a su hijo Javier Goya".
Jos¨¦ Luis Abell¨¢n anuncia la existencia de conversaciones con el Instituto del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol, a trav¨¦s de la Comunidad de Madrid, para que las dos colecciones sean restauradas en un plazo breve y declaradas bien de inter¨¦s cultural a escala nacional.
La ¨²ltima de las 12 grandes ediciones de Los desastres de la guerra, Los caprichos, Los disparates y La tauromaquia por la Calcograf¨ªa Nacional data de 1937, en plena Guerra Civil. Aquel a?o, el Estado espa?ol regal¨® colecciones de sus estampaciones a Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos de Am¨¦rica, as¨ª como al primer ministro brit¨¢nico Winston Churchill y al l¨ªder sovi¨¦tico Josef Stalin, dentro de una campa?a a favor de la Rep¨²blica en la contienda.
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