L'Alternativa proyecta un documental in¨¦dito del cineasta Nicolas Philibert, autor de 'Ser y tener'
"Rodar supone siempre un ejercicio de subjetividad", se?ala el director franc¨¦s
El cineasta Nicolas Philibert deslumbr¨® al p¨²blico con Ser y tener, retrato entra?able de una escuela rural. A pesar del ¨¦xito que cosech¨®, buena parte de su filmograf¨ªa es a¨²n poco conocida fuera de Francia. L'Alternativa, el Festival de Cine Independiente de Barcelona, proyecta hoy (20.30 horas) en el Instituto Franc¨¦s otra joya de Philibert: Le pays des sourds (1992), un documental in¨¦dito en Espa?a que recoge las vivencias de personas sordas. El festival, que se celebra hasta el s¨¢bado, rinde homenaje al director con un ciclo que incluye nueve de sus pel¨ªculas.
"Un documental no es la realidad en estado bruto. Rodar supone siempre un ejercicio de subjetividad", explic¨® ayer Philibert en un encuentro con la prensa en el que repas¨® algunas de sus obsesiones creativas. "Creo que un cineasta no debe decir al espectador lo que tiene que pensar, sino ofrecerle los materiales para que piense por s¨ª mismo". El director tambi¨¦n se refiri¨® a la empat¨ªa que suelen suscitar en el p¨²blico los protagonistas an¨®nimos de sus filmes. "Un documental es buen cine cuando no se ci?e objetivamente al tema. El documental debe ser po¨¦tico. Si el espectador se identifica con las personas que aparecen en la pantalla, adquiere una dimensi¨®n metaf¨®rica y universal". Le pays des sourds es un ejemplo cristalino de este envite, gracias al l¨²cido testimonio de personas como el profesor de lenguaje de signos Jean-Claude Poulain, entre muchos otros. "Se ve el esfuerzo de los ni?os sordos por aprender a dominar una voz que no han escuchado nunca. Por otra parte, los mayores con sordera tienen que intentar adaptarse a una sociedad que no est¨¢ pensada para ellos".
"Mis documentales no se alejan de la ficci¨®n. Las pel¨ªculas siempre relatan historias de personas enfrentadas a problemas, ya sean econ¨®micos, sociales o rom¨¢nticos. Sin obst¨¢culos, no hay historias". Philibert debut¨® en el cine en 1978 con La voix de son ma?tre, una pel¨ªcula en la que se encadenaban las reflexiones de empresarios con el objetivo de reflejar la ideolog¨ªa de la patronal. Le siguieron unos a?os de ostracismo hasta que recibi¨® encargos para rodar documetales deportivos, sobre todo de alpinistas. Poco a poco, se fue sumergiendo en proyectos m¨¢s personales. "Cada historia tiene su forma de contarla. Me preparo poco las pel¨ªculas. Siempre busco el contacto directo con los protagonistas". Philibert prepara en la actualidad una nueva pel¨ªcula que tiene algo de autobiogr¨¢fica. En 1975 trabajaba como asistente de direcci¨®n a las ¨®rdenes de Ren¨¦ Allio. Rodaban entonces la historia de un joven campesino normando del siglo XIX, Pierre Rivi¨¨re, que degoll¨® a su familia. El fil¨®sofo Michael Foucault recuper¨® los escritos del parricida y los public¨®. Allio quer¨ªa que los protagonistas del filme no fueran actores profesionales, sino gente del campo. El cometido de elegirlos recay¨® en Philibert. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, ha querido ir a su encuentro para saber c¨®mo les ha ido la vida. "Tambi¨¦n me interesa la figura de Rivi¨¨re. Cuando le condenaron, todos cre¨ªan que era un iluminado y un analfabeto, pero en prisi¨®n realiz¨® un impresionante autorretrato literario".
El cineasta mencion¨® la pol¨¦mica que mantiene con el profesor que aparec¨ªa en Ser y tener, quien le reclam¨® la coautor¨ªa del documental. Philibert dijo que ha ganado todos los juicios, aunque el querellante sigue recurriendo en los tribunales.
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