Australia, 32 a?os despu¨¦s
El cuadro de Hiddink, el primero de la historia en clasificarse por penaltis, volver¨¢ a ser mundialista en Alemania a costa de Uruguay
Treinta y dos a?os despu¨¦s, Australia volver¨¢ a disputar un Mundial Y, casualidad, si el primero fue el de Alemania 74, el segundo ser¨¢ el de Alemania 06. El t¨¦cnico holand¨¦s Guus Hiddink, el mismo que en las dos citas precedentes llev¨® hasta las semifinales a Holanda y Corea del Sur, ha conseguido el ¨¦xito para la selecci¨®n oce¨¢nica, la primera en la historia en clasificarse por penaltis. Tradicionalmente, los australianos se han tropezado con el h¨¢ndicap de tener que eliminarse con un equipo suramericano tras ganar en su ¨¢rea, pero en adelante lo eludir¨¢n al haber logrado que la FIFA los incluya directamente en la zona asi¨¢tica, m¨¢s asequible. Su h¨¦roe fue esta vez el portero, Schwarzer, del Middlesbrough, ingl¨¦s, al rechazar dos de los lanzamientos decisivos, los de Dar¨ªo Rodr¨ªguez y Zalayeta. Tambi¨¦n se trat¨® de un desquite porque Uruguay se hab¨ªa impuesto en la cita de cuatro temporadas atr¨¢s.
AUSTRALIA 1 - URUGUAY 0
Australia: Schwarzer; Vidmar, Popovic (Kewell, m. 31), Neill; Emerton (Skoko, m. 119), Culina, Grella, Chipperfield, Cahill; Viduka y Bresciano (Aloisi, m. 95).
Uruguay: Carini; Diogo, Lugano, Montero (Sosa, m. 81), Dar¨ªo Rodr¨ªguez; Guillermo Rodr¨ªguez, Pablo Garc¨ªa, Varela; Recoba (Zalayeta, m. 72); Regueiro (Estoyanoff, m. 97) y Morales.
Gol: 1-0. M. 36. Bresciano.
?rbitro: Medina Cantalejo (Espa?a). Amonest¨® a Popovic, Vidmar, Culina, Kewell, Regueiro, Diogo, D. Rodr¨ªguez, Varela y Morales.
Partido de vuelta de la repesca mundialista: 83.000 espectadores en Sidney. Dado el resultado global de 1-1, pr¨®rroga incluida, el vencedor, Australia, se decidi¨® por penaltis: 4-2.
Los jugadores charr¨²as llegaron a Sidney con el prop¨®sito de defender la renta de un gol obtenida en Montevideo. Y lo cierto es que los inicios del partido parecieron augurarles un resultado positivo. Los australianos saltaron nerviosos al campo, agobiados por la ansiedad de marcar un tanto lo m¨¢s pronto posible, y sus rivales no s¨®lo se defendieron con orden, sino que llevaron el peligro a la puerta de Schwarzer en golpes francos lanzados por Recoba.
Pero a la media hora Hiddink decidi¨® cambiar de t¨¢ctica y realiz¨® un cambio que result¨® decisivo. Mand¨® al banquillo al defensa Popovic, quien acababa de propinar un codazo a Recoba, y mand¨® pisar el c¨¦sped al delantero Kewell, tambi¨¦n emigrado a la Premier League, al Liverpool. Con esta sustituci¨®n, Australia se vio con tres hombres arriba. Y apenas dos minutos despu¨¦s lleg¨® el gol: un remate fallido precisamente de Kewell fue recogido por Bresciano para batir a Carini.
A partir de ese momento, Australia domin¨® ya de forma clara y dispuso de numerosas oportunidades para resolver la repesca. El propio Kewell fue el elemento m¨¢s peligroso para el cuadro celeste, atenazado por los nervios, que se hicieron a¨²n m¨¢s evidentes durante la tanda de penaltis, en los que s¨®lo fueron capaces de batir en dos ocasiones a Schwarzer. En cambio, el amarillo super¨® cuatro veces a Carini, la definitiva por medio del ex osasunista Aloisi. El t¨¦cnico uruguayo, Jorge Fossati, pidi¨® perd¨®n a la afici¨®n uruguaya mientras su hom¨®logo Hiddink volvi¨® a ser un feliz holand¨¦s errante.
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