La nueva apuesta literaria de Andrew Wylie: Shakespeare
Andrew Wylie, apodado El Chacal, es el agente literario m¨¢s famoso del mundo. En el cat¨¢logo de su agencia, con sedes en Nueva York y Londres, figuran Kenzaburo O¨¦, Philip Roth, Roberto Calasso, Norman Mailer, Saul Bellow, Martin Amis, Salman Rushdie y Alessandro Baricco, entre otros muchos escritores. Gestiona adem¨¢s los derechos p¨®stumos de Susan Sontag y Warhol.
Su af¨¢n ha sido siempre el de acercar la literatura de calidad al lector, en un mundo dominado por los ¨¦xitos de usar y tirar que se apilan en las grandes superficies comerciales. Wylie sorprendi¨® ayer a sus colegas al desvelar su nueva apuesta literaria: Shakespeare. El Chacal afirm¨® que por investigaciones recientes se ha podido concluir que la obra del dramaturgo ingl¨¦s permanece adulterada. "Todas sus ediciones est¨¢n alteradas", dijo.
As¨ª, record¨® que en 1709 el primer editor de Shakespeare, Nicholas Rowe, public¨® una versi¨®n de Hamlet que mezclaba dos fuentes distintas (la del Primer Folio y la de Quarto). Lo hizo porque cre¨ªa que ¨¦sa era la manera de aproximarse al original, pero se equivoc¨®. El error se fue repitiendo en las siguientes ediciones, no s¨®lo de Hamlet sino tambi¨¦n de otros cl¨¢sicos del bardo, como El rey Lear, Ricardo II, Ricardo III y Otelo. Aunque en algunas versiones, como en la m¨¢s reciente de Oxford, se eliminaron algunas de estas partes provisionales, todav¨ªa faltaba una depuraci¨®n completa.
Gracias al tes¨®n de Wylie, entre otros, al fin ver¨¢ la luz la edici¨®n del Primer Folio -a su juicio, el "libro m¨¢s importante del mundo"-, que Random House publicar¨¢ en Estados Unidos el pr¨®ximo oto?o y Macmillan en el Reino Unido. De esta manera, The Royal Shakespeare Company volver¨¢ a cobrar derechos de autor derivados de la producci¨®n del dramaturgo.
Wylie conseguir¨¢ entonces otra victoria moral. Ayer volvi¨® a resucitar una vieja convicci¨®n que repite donde va: no entiende por qu¨¦ los herederos de un escritor no pueden disfrutar de los derechos de sus creaciones. "?Por qu¨¦ un terrateniente puede legar sus bienes y un escritor no?".
La apuesta por Shakespeare supondr¨¢ tambi¨¦n una especie de culminaci¨®n. "La mayor batalla en la edici¨®n, desde que empec¨¦ en 1980, ha sido luchar contra el predominio de los ¨¦xitos banales tras los que se esconden en las librer¨ªas las obras de Borges o Calvino", asegur¨®. "Durante a?os, especialmente en Estados Unidos, el negocio se ha guiado por las imposiciones de las grandes superficies y las cadenas de bibliotecas, un fen¨®meno apoyado por el sector editorial para mantenerse a flote. Los best sellers se sit¨²an en la primera fila, mientras que la literatura de calidad queda relegada al fondo", lament¨®.
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