La aplicaci¨®n plena de la ley y el futuro de las cajas

Seis a?os despu¨¦s de su aprobaci¨®n, la Ley de Cajas andaluza se aplica por primera vez de forma plena en las seis cajas de ahorros de la comunidad. Se trata de una norma que ha dado numerosos quebraderos de cabeza al Gobierno andaluz como consecuencia de los errores que se cometieron durante su tramitaci¨®n parlamentaria y por la rebeli¨®n que protagonizaron entonces tres de los seis presidentes de las cajas. Cada uno a su manera y con los resortes de los que dispon¨ªan, los ex presidentes Isidoro Beneroso (El Monte), Juan Manuel L¨®pez Benjumea y Miguel Castillejo (Cajasur) hicieron todo lo posible por sortear la ley, lo que dio lugar a la llamada guerra de las cajas.

Esta guerra acab¨® ayer con la adaptaci¨®n plena de Cajasur a la legislaci¨®n auton¨®mica. En sus seis a?os de vida, la norma ha sufrido varios cambios, el ¨²ltimo, precisamente, para dar rango de ley al discutido peso de la Iglesia en Cajasur, donde controla el 30% del Consejo de Administraci¨®n y el 34% de la Asamblea General.

A partir de ahora, Cajasur, que tiene encima la lupa del Banco de Espa?a, entrar¨¢ en una fase de cambios. El di¨¢logo entre la Junta, los partidos pol¨ªticos y la Iglesia ser¨¢ clave para que estos cambios se produzcan sin sobresaltos, aunque no va a ser f¨¢cil vencer algunas inercias instaladas desde hace a?os en la caja cordobesa.

El sector financiero andaluz parece haber encontrado la estabilidad que los partidos han pregonado que defend¨ªan, aunque ninguno se ha resistido a la tentaci¨®n de usarlo en sus estrategias particulares. En cualquier caso, en el horizonte hay varios asuntos que van a mantener a las cajas en el debate pol¨ªtico. En primer lugar, el Banco Europeo de Finanzas, en el que las seis cajas van a cooperar a trav¨¦s de sus participaciones industriales. En segundo lugar, las fusiones parciales de las cajas, un asunto que alienta los discursos sobre los agravios territoriales. Y por ¨²ltimo, la idea de la Junta de aspirar a una gran caja andaluza.