Salvapatrias
En el 30 aniversario de la muerte de Franco proliferan en los ayuntamientos los salvapatrias. Primero en Manilva, ahora en Gibrale¨®n. All¨ª donde hay que decidir entre el primer sill¨®n municipal o las siglas del partido, aparece el amor a la patria chica. Y siempre con grandes palabras: "entre mi pueblo -el pueblo siempre es suyo- y el partido, lo primero es mi pueblo". No es extra?o que el 71% de los ciudadanos, seg¨²n el puls¨®metro de la Cadena SER, crea que en la sociedad actual hay todav¨ªa alguna o mucha influencia del franquismo. Entre los dirigentes salvapatrias y los alcaldes que han descubierto que mientras m¨¢s grande sea su pueblo m¨¢s grande es su cargo, ya puede hilar fino el PSOE en la configuraci¨®n de las pr¨®ximas listas electorales.
A pesar de la actuaci¨®n del PSOE en Gibrale¨®n, el pacto contra el transfuguismo hace a?os que es una falacia. No hay ni un solo partido en Andaluc¨ªa que lo haya cumplido. Es la misma mentira que el pacto anti-GIL, del que tampoco hay un ejemplo pol¨ªtico de coherencia. Los partidos piden a los ciudadanos que voten en conciencia y olvidan decirles que ya se encargar¨¢n ellos de pactar desde la incongruencia. El d¨ªa despu¨¦s de las elecciones municipales, el PP pact¨® con el PSOE en nueve municipios andaluces para repartirse las alcald¨ªas. Los populares pactaron en otros 11 con IU, para impedir alcaldes socialistas. Votos de izquierda que se usaron para respaldar alcaldes de derechas y otro tanto de lo mismo pero al contrario. A partir de ese d¨ªa, hay m¨²ltiples ejemplos de que por un sill¨®n se pacta hasta con el diablo, al que ahora se representa con un palustre y un malet¨ªn en vez de con el tridente.
No se comprende la firma en el a?o 1998 de un pacto en Espa?a para impedir el transfuguismo, que luego no ha tenido ning¨²n desarrollo legal. Hay muchos Tamayo-S¨¢ez en la pol¨ªtica andaluza y la mesa que se cre¨® para poner freno a estos tr¨¢palas es un confesionario donde nadie est¨¢ en condiciones de tirar la primera piedra. Hace a?os que los partidos certifican en papel mojado acuerdos para poner coto a determinados personajes que, con intereses poco dudosos, no tienen m¨¢s ideolog¨ªa que la que emana del bolsillo trasero del pantal¨®n. El pacto contra el transfuguismo es un pacto de hip¨®critas y a las cosas hay que llamarlas por su nombre.
La direcci¨®n del PSOE ha hecho bien en Gibrale¨®n, aunque ¨²ltimamente haya que aplaudir la obviedad de actuar desde la decencia pol¨ªtica. Los populares han encontrado una bicoca en esta localidad para arremeter contra los socialistas. Aunque sea desde esa particular vara de medir por la que s¨®lo son tr¨¢nsfugas los que pactan con los dem¨¢s. Arenas lleva dos a?os sufriendo la insoportable levedad de lo que es, un l¨ªder sin esca?o en el Parlamento. Su se?al est¨¢ interferida en la c¨¢mara auton¨®mica y con la moci¨®n de censura de Gibrale¨®n ha localizado una pol¨¦mica que al menos est¨¢ radicada en Andaluc¨ªa. A partir de ahora, Te¨®fila Mart¨ªnez podr¨¢ preguntar a Chaves si detr¨¢s de Gibrale¨®n tambi¨¦n se esconde el Estatuto de Catalu?a y no tendr¨¢ que ruborizarse. Es m¨¢s, cualquier d¨ªa incluso cuestiona al Gobierno de Chaves por esa nimiedad anual, con tantos n¨²meros, que son los presupuestos de la comunidad que su formaci¨®n pol¨ªtica aspira a gobernar y que nuestros nietos, a este paso, alg¨²n d¨ªa ver¨¢n.
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