Chema Caballero: "Francia y el Reino Unido libran una nueva guerra fr¨ªa por controlar ?frica"
El misionero javeriano recibi¨® el Premio Com¨ªn
"Los medios de comunicaci¨®n occidentales venden las guerras africanas como luchas entre tribus, pero lo que hay detr¨¢s es un motivo econ¨®mico", expone el misionero javierano Chema Caballero, que vive en Sierra Leona y que el mi¨¦rcoles pasado recibi¨® el Premio Internacional Alfons Com¨ªn. Caballero ha vivido en propia carne "la guerra m¨¢s violenta de todo el siglo XX", la que azot¨® Sierra Leona durante 11 a?os.
Los guerrilleros arrasaron aldeas, quemaron cosechas, violaron a mujeres y ni?as, y mutilaron a miles de personas, pero en su punto de mira estaban los ni?os. Los secuestraban masivamente para convertirlos en soldados. El misionero promovi¨® un centro que ha rehabilitado a 3.000 ni?os guerreros.
"En ?frica se est¨¢ viviendo una nueva guerra fr¨ªa entre Francia y el Reino Unido", ya que ambos pa¨ªses se disputan "el control de los recursos naturales", opina. En Sierra Leona, estaba en juego "el control de las minas de diamantes". "Ahora, en Sierra Leona hay una paz cosida con alfileres", pero la guerra contin¨²a en Costa de Marfil. "Los se?ores de la guerra viven gracias a la guerra; si una termina, se van a otro pa¨ªs", dictamina. Con ellos, viajan su s¨¦quito de ni?os soldados, muchos de ellos ya j¨®venes.
Los ni?os se han convertido en el objetivo de las guerrillas africanas. Son mano de obra abundante, barata y d¨®cil. Se calcula que en la guerra de Sierra Leona m¨¢s de 20.000 ni?os y ni?as fueron reclutados. Unos 7.000 han conseguido dejar las armas, y de ellos, 3.000 han pasado por el centro que promueve Chema Caballero.
"Al llegar a una aldea, los guerrilleros lo arrasaban todo y secuestraban a todos los menores". En la soledad de la selva, los comandantes procuraban crear "un lazo fort¨ªsimo" entre los guerrilleros y los ni?os rehenes. "Era un proceso de manipulaci¨®n psicol¨®gica cuyo objetivo era que el ni?o se identificara totalmente con la guerrilla y sobre todo con su comandante, a quien llegaba a llamar pap¨¢", explica Chema. En este contexto, "hacer la guerra se convert¨ªa en un juego".
"La primera misi¨®n del ni?o convertido en soldado era regresar a su aldea y matar al padre o quemar las cosechas". As¨ª consegu¨ªa el rango de soldado y se convert¨ªa en carne de ca?¨®n en las incursiones militares. Antes de los combates, "los ni?os consum¨ªan alcohol y todo tipo de drogas: pastillas, yamba, la marihuana loca, o les inyectaban coca¨ªna en las venas o en las sienes". Drogados, superaban el miedo y se convert¨ªan en m¨¢quinas de matar. Tambi¨¦n les somet¨ªan a rituales m¨¢gicos "para convencerlos de que las balas del enemigo no los tocar¨ªan".
La paz lleg¨® a Sierra Leona en 2001, pero muchos ni?os guerreros siguen malviviendo. Trabajan en las minas de diamantes, forman parte de pandillas o siguen haciendo la guerra en otros conflictos, como el de Costa de Marfil. "A las chicas, la ¨²nica salida que les queda es la prostituci¨®n", se?ala.
Para los que han conseguido salir adelante, retomar la vida cotidiana no es f¨¢cil. "Los civiles quieren vengarse" y Caballero trabaja ahora para lograr que "comprendan que los ni?os fueron v¨ªctimas de la guerra, no s¨®lo verdugos, y que se les oblig¨® a hacer lo que han hecho".
Chema Caballero denuncia que Espa?a es uno de los principales pa¨ªses exportadores de armas. "Todos los gobiernos, desde el de Su¨¢rez hasta el de Rodr¨ªguez Zapatero, han autorizado su venta a ej¨¦rcitos, guerrillas o pa¨ªses que no respetan los derechos humanos, como Venezuela", explica.
La de Chema Caballero es una vida al servicio de los dem¨¢s: opt¨® por abandonar la comodidad de una Iglesia instalada en las sociedades occidentales acomodadas, para luchar con los excluidos. El misionero representa la otra cara de la Iglesia cat¨®lica, "la que est¨¢ involucrada con los marginados, los inmigrantes, los d¨¦biles". Una cara ocultada por una jerarqu¨ªa cat¨®lica m¨¢s preocupada por "una opci¨®n pol¨ªtica en concreto" y por "mantener sus privilegios", que por ser "una Iglesia en misi¨®n".
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