El gladiador tranquilo

Ya no es una sorpresa que el speaker del Espanyol, en los partidos de la Copa de la UEFA, grite: "?Con el uno...Gorka Iraizoz!". As¨ª lo ha querido Lotina, que prefiere darle minutos y confianza de cara a enero pr¨®ximo, cuando Kameni, el meta titular, dispute la Copa de ?frica. Y parece que hoy, ante el Palermo, volver¨¢ a estar bajo los palos. "Estar¨¦ tranquilo, como siempre", dice Gorka, convencido. Sus actuaciones le acreditan: s¨®lo ha encajado un gol en los tres partidos que ha jugado.

Para Gorka, m¨¢s que una opci¨®n, el f¨²tbol fue una obligaci¨®n. Primero porque su padre, Vicente, fontanero de profesi¨®n, jugaba en Tercera y siempre le llevaba a los partidos. Y segundo, porque nunca le gustaron los juguetes. "Mis padres me regalaron una bater¨ªa y, al cabo de cinco minutos, la romp¨ª con las baquetas. Desde entonces, me dediqu¨¦ al f¨²tbol", cuenta. Tal era su devoci¨®n por el bal¨®n que a los 8 a?os le pidi¨® a su t¨ªo Txutxin jugar de pivote en el equipo de f¨²tbol sala que entrenaba. Pero al a?o siguiente, Txutxin le dijo: "No tenemos portero, as¨ª que te pones t¨²". Tras el f¨²tbol sala se fue al Txantrea, donde milit¨® en juveniles, y despu¨¦s al Baskonia. All¨ª le conoc¨ªan como Puerting o como Tim Duncan, apodos que siempre le gustaron. Durante ese tiempo, su madre, ?gueda, le inculc¨® la disciplina: le obligaba a lavar la ropa llena de barro. Y su abuelo, Eusebio, le ense?¨® la frase de su cabecera: "Debes ser paciente y aprender de todos".

Gorka, entonces, se fij¨® especialmente en Zubizarreta, Roa y Cavallero. Pero Jos¨¦ Luis Mendilibar, su t¨¦cnico en el Baskonia, le ech¨®. "Casi no ten¨ªa nociones de portero", argumenta ahora Mendilibar. Despu¨¦s, march¨® al Gernika, en Segunda B, para acabar en el filial del Espanyol, que la temporada pasada le cedi¨® al Eibar. "Me qued¨¦ muy triste el d¨ªa que me fui del Eibar porque all¨ª me sent¨ªa muy querido", explica. Tanto le quer¨ªan que en el d¨ªa de su aniversario, el campo le cant¨® el cumplea?os feliz al un¨ªsono. Y Mendilibar, que tambi¨¦n era el t¨¦cnico del Eibar, cambi¨® de opini¨®n. "Con el trabajo demostr¨® que, adem¨¢s de tranquilo y cabez¨®n, era un meta completo, valiente, bueno por arriba y con calidad", admite. Antes de los partidos, Gorka llega al campo escuchando la banda sonora de Gladiator, besa el larguero antes del partido y despu¨¦s, a jugar tranquilo. Lo ¨²nico que le saca de quicio es el desorden dom¨¦stico.